La doctora Tania Rodríguez, rectora saliente de la UACM, alerta que el proceso democrático de selección de la máxima autoridad en esa casa de estudios está en riesgo. Ello, porque algunos miembros del Consejo Universitario impulsan una reforma para que la elección del titular de la Rectoría sea por voto unilateral de los consejeros, sin tomar en cuenta la opinión del estudiantado ni del profesorado. Hasta ahora, ese proceso se realiza mediante el llamado voto vinculante, que obliga a los consejeros a votar como les designan sus representados
La democracia en los procesos internos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) peligra: algunos miembros del Consejo Universitario impulsan una reforma para establecer que la votación para titular de la Rectoría no sea vinculante; es decir, que esta decisión se tome de forma unilateral por ese selecto grupo de consejeros, sin tomar en cuenta la opinión del estudiantado ni del profesorado, alerta la rectora saliente Tania Rodríguez Mora.
En entrevista con Contralínea, la doctora en ciencias sociales advierte que esto es un retroceso en términos democráticos. La también licenciada en sociología habla de la importancia del voto vinculante y cómo éste permite una mejor gobernanza, además de mencionar los retos que enfrentará el nuevo rector o rectora.
De igual manera, explica que, en las elecciones pasadas, en las cuales fue electa, la votación fue vinculante. Esto es, cada consejero universitario consultó a su comunidad a través de las urnas para después dar su voto por aquel candidato más sufragado.
Menciona que este año, dentro del Consejo Universitario (máximo órgano de gobierno) surgieron varias perspectivas sobre la vinculación del voto. Algunas decían que la resolución de cada consejero fuera en función de su juicio e independiente de lo que la mayoría de la comunidad había votado. Por esta razón, se resolvió que la boleta tendría dos preguntas: ‘¿quién quieres que sea el rector? y ¿quieres que tu voto sea vinculante?’
“Si a mí me preguntaran como miembro de la comunidad, por supuesto que diría: ‘claro que quiero que mi opinión cuente’. Y eso significa que consejeros y el Consejo Universitario respeten y se conduzcan en función de lo que decida la mayoría de la comunidad universitaria. Eso quedó en los signos de la convocatoria así. No sin disputa, por eso quedó medio rara. Porque por supuesto que hubo una disputa”, señala la rectora saliente.
Y agrega: “de cualquier manera, creo que es 20 veces mejor eso a que hubiera otra vez quedado en una decisión sólo del Consejo Universitario”. De acuerdo con la doctora en ciencias sociales, el modelo que se tiene y la forma en la que se construyen las decisiones en la universidad es mejor entre más gente participe. “Entonces, ojalá la comunidad participe. Y si participa de manera activa no tengo duda en que hará valer la decisión mayoritaria”.
Para Tania Rodríguez, la votación vinculante da un sentido mucho más fuerte de compromiso y un sentido colectivo de la gestión. “Creo que es, sin lugar a duda, uno de los modelos, en términos de su organización de gobierno, más horizontales y democráticos que hay”.
En este sentido, no sólo el rector o rectora es elegido por medio del sufragio universal, libre, directo, personal y secreto, sino también las demás autoridades que determinan las normas universitarias: los representantes del Consejo Universitario, del Consejo del plantel, los coordinadores de planteles y de colegios y los órganos académicos colegiados.
Esto surge en el marco de las próximas elecciones del rector. El 9 de julio pasado, la UACM publicó los perfiles y programas de trabajo de los aspirantes a la Rectoría para el periodo 2024-2028. Los candidatos son: Juan Carlos Aguilar Franco, Mariana Elkisch Martínez, Sebastián Ibarra Rojas, Carlos Fuentes Vargas, Eduardo Delgado Fabián, Ana Elisa Banderas Miranda y José Remus Galván.
Entre las problemáticas que los candidatos y las candidatas abordan en sus proyectos de trabajo hay varios puntos en común. Algunos son mencionados por la rectora saliente de la UACM, al preguntarle sobre los retos que enfrentará la universidad.
Uno de ellos es el seguimiento y apoyo institucional a la revisión de planes y programas de estudio, pues muchos de ellos están desde los inicios de la Universidad. Afirma que esta tarea no le toca directamente a la Rectoría, lo tiene que ver los cuerpos colegiados y, después, el Consejo Universitario lo aprueba.
Refiere que es importante seguir fortaleciendo las finanzas de la institución: “ése es un doble ejercicio. Por un lado, un ordenamiento administrativo que significa mucha responsabilidad de la negociación del contrato colectivo, mucha responsabilidad de la organización del presupuesto, pero también todo el ejercicio de negociación externa para lograr un mejor presupuesto para la universidad”.
De igual forma, expresa que el problema de fondo de la Universidad es su estructura de gobierno, pues se tiene que pensar con la mayor particularidad y fuerza las atribuciones de cada área: que no haya empalmes en la toma de decisión.
Indica que se debe seguir fortaleciendo la política de ejes transversales respecto a los derechos humanos, cultura de la paz y radicación de violencia de género. Asimismo, insta a modificar el reglamento de becas, con el objetivo de esclarecer de mejor manera el cómo distribuirlas y cómo fortalecer que contribuya a las trayectorias estudiantiles.
Otro punto importante, expresa la doctora Tania Rodríguez, es seguir con toda la inversión en infraestructura de la Universidad. Hay que recordar que, durante su administración, realizó varias denuncias por peculado, fraude y coalición de servidores públicos contra dos exrectores. Estas irregularidades afectaron el ambicioso proyecto que la UACM empezó en 2014 y que, sin embargo, dejó múltiples construcciones sin terminar.
La académica comenta que el problema de fondo, que no se había atendido, eran los juicios de disputa que tenían en las obras. “Estaba la Universidad demandada y la Universidad no había tomado medidas, digamos, de defensa y de acción. Entonces había que ordenar y entender dónde estábamos y organizar.” Además, explica que la pandemia ralentizó el proceso judicial, pues los tribunales estaban abriendo y cerrando.
Según el reporte de trabajo que ella presentó al final de su administración, el plantel Cuautepec logró ganar el juicio, por lo que están ya en condiciones de terminar. Lo mismo sucede en Casa Libertad, pero allí todavía se debe arreglar un litigio. Por el contrario, los planteles de San Lorenzo y del Valle aún están en instancias de resolución. “Yo quiero terminar, claro, pero tú no puedes ir en contra del mandato de un juez. Tienes que hacer las cosas bien”.
Otro aspecto que denuncia de las administraciones pasadas es la falta de proyectos de obra: “en buena medida, en muchos casos no había las condiciones de estudio del terreno ni de estudios estructurales para saber qué se podía hacer y qué no se podía hacer. ¿Qué hicimos? Los estudios estructurales y los estudios en el caso de la situación, porque buena parte del problema de las obras fue que empezaron a construir en lugares donde no se podía construir. Y por el tipo de contrato que tuvieron, eso derivó en un problema jurídico de incumplimientos de contrato”
En este mismo sentido, la doctora Tania Rodríguez menciona que durante su administración se construyó un fondo de infraestructura, con el objetivo de tener recursos cuando las construcciones comiencen, lo cual sería después de que hayan terminado los juicios, los estudios estructurales y los proyectos de reforzamiento estructural.
Ante esta situación de presunta corrupción de las rectorías pasadas, dice: “desde hace meses informamos que había avances sustantivos en varias de las carpetas. Porque así, digamos, vamos preguntando cómo van nuestras carpetas. Se le da seguimientos. No somos omisos en el seguimiento, pero nosotros no estamos a cargo de la investigación, ni de la Contraloría interna, ni de la Contraloría externa, ni de la Fiscalía; esas son otras autoridades que van en sus tiempos y con sus mecanismos”.
Añade que sí “hubo avances, hay determinaciones, hay juicios en curso”. Ejemplo de ello es el comunicado que la UACM publicó en su red social X, el 12 de julio de 2024, en el cual se informó la orden de aprehensión contra un exservidor público de la UACM, quien estaba relacionado con las carpetas de investigación presentadas por la administración 2020-2024.
Además, la rectora saliente afirma que durante su gestión se fortaleció a la Contraloría, la cual anteriormente tenía atribuciones suspendidas y estaba en una situación muy frágil en términos de su seguimiento. De igual forma, se instaló, con el apoyo del CU, la Unidad de Transparencia.
¿Quiénes son los aspirantes a la Rectoría de la UACM?
Ana Elisa Banderas Miranda es licenciada en administración, doctora en derecho electoral y tiene una maestría en gobierno y asuntos públicos. Ha sido consejera electoral distrital y encargada de la coordinación del plantel Cuautepec. “Las mujeres de cara a la violencia política” y “¿Es la paridad una realidad en los Congresos Estatales en México?”, son algunas de sus publicaciones.
Su programa de trabajo gira en torno a la gestión administrativa, académica y normativa. Algunas de las propuestas que plantea en su plan de trabajo son las siguientes: impulsar proyectos de investigación de manera individual y colectiva; fomentar los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas; generar eventos culturales y deportivos; y mejorar el servicio del comedor y biblioteca.
Carlos Fuentes Vargas es físico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene una maestría en ciencias y es especialista en sismología. Actualmente trabaja como profesor-investigador en la Academia de Física del Colegio de Ciencia y Tecnología en la UACM. Además, ha estado involucrado en la enseñanza de las ciencias y en temas de inclusión relacionados con la discapacidad visual, así como en la adaptación al sistema braille de varios libros de texto de la Secretaría de Educación Pública.
Su programa de trabajo incluye los siguientes objetivos: construir una nueva oferta académica en modalidad híbrida, creación de nuevas licenciaturas y posgrados; revisar los procedimientos y lineamientos respecto a la Movilidad Académica; consumar y publicar los procedimientos administrativos; mejorar los alcances del servicio médico; conformación del Comité de Riesgos; creación de un sistema integral de información; consolidar la feria del libro UACM; organizar encuentros entre las diferentes coordinaciones y consejos de planteles.
Eduardo Delgado Fabián es ingeniero químico, maestro en letras españolas y candidato a doctor en gestión integral de riesgos y protección civil. Ha ocupado varios puestos dentro de la universidad: profesor-investigador, coordinador de plantel, coordinador de planeación, integrante del primer Consejo Universitario [CU], secretario técnico de la Comisión de Hacienda del CU, relator de la comisión de asuntos legislativos del CU.
Su plan de trabajo busca hacer que el alumnado recupere la confianza en las autoridades; así como impulsar la reactivación del programa de educación abierta y a distancia; construir una videoteca de cursos virtuales; impulsar la evaluación y autoevaluación docente; diseñar una propuesta de Coordinación de Investigación; establecer y mantener un sistema de información de la gestión administrativa y del trabajo académico; creación de una subdirección deportiva; apoyar a los estudiantes en situación de discapacidad; crear el plan de capacitación y educación continua para los y las trabajadores; desarrollar la subdirección de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.
José Remus Galván es arquitecto por la UNAM, tiene una maestría en administración pública y cursó el seminario taller “La enseñanza del urbanismo” a nivel licenciatura, y el seminario internacional de estudios kaesianos. Ha laborado como profesor-investigador en la carrera de ciencia política y administración urbana; fue coordinador del plantel del Valle de la UACM; fundador del Programa de Autogestión Cooperativa y coordinador de éste, entre otros cargos.
Su plan de trabajo tiene como enfoque “salir y explorar allá afuera”. Él propone hacer grupos de reflexión sobre la educación escolar, un segundo Congreso de la UACM, crear cien aulas universitarias junto a las Utopías (centros de cultura y deporte gestionados por el gobierno capitalino); crear un Centro de Políticas Públicas y Autogestión.
Juan Carlos Franco estudió la carrera de matemáticas en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y tiene una maestría en ciencias matemáticas. Fue responsable del programa del plantel San Lorenzo Tezonco, además de coordinador y docente de éste. De igual forma, trabajó en la UAM como ayudante por tres años y en el Instituto de Educación Media Superior de Milpa Alta.
Su programa de trabajo contempla las siguientes líneas de acción: mejorar y simplificar los diferentes procesos administrativos; fortalecer la planta de profesores de inglés en la universidad; formalizar un programa de desarrollo de habilidades físicas; fomentar programas de promoción de la salud; implementar la graduación por créditos del posgrado; fomentar la generación de materiales educativos por parte del personal académico de tiempo completo; establecer un programa de detección, atención, seguimiento y acompañamiento de los estudiantes; implementar un “examen médico” para los alumnos; establecer un programa permanente de formación en la escritura de textos científicos en idioma inglés.
Mariana Elkisch Martínez es maestra en estudios latinoamericanos y licenciada en sociología. Ocupó el cargo de secretaria general y asesora de Rectoría de la UACM. Actualmente es profesora-investigadora de tiempo completo en esta universidad y forma parte del Grupo Intercolegiado de Investigación en Ecología Política. Sus dos líneas de investigación son los movimientos sociales vinculados a la lucha por la tierra y por la autonomía, y los procesos de revalorización capitalista de la tierra y de las producciones agrícolas.
Su plan de trabajo busca gestionar e impulsar las siguientes propuestas: seguimiento puntual a la asistencia a clases por parte de las y los profesores; conformación de un grupo multidisciplinario de trabajo para el análisis del impacto y consecuencias del uso de tecnologías en la enseñanza; conformación de un comité de ética que establezca los horizontes del uso de las tecnologías emergentes; incorporación de la perspectiva de género en los contenidos de los planes y programas de estudio.
Sebastián Ibarra Rojas es doctor y maestro en ingeniería eléctrica por la UNAM. Dentro de la UACM, se ha desempeñado como profesor-investigador, secretario general, consejero universitario del cuarto CU, coordinador del plantel Centro Histórico y responsable del Ciclo Superior de las Carreras de Ingeniería.
Su programa de trabajo expone las siguientes estrategias: construcción de una propuesta de modificación del Estatuto General Orgánico; proponer el diseño y realización de actividades de integración entre todos los trabajadores de la institución; habilitar las bibliotecas de los planteles para hacerlas accesibles a todos los ciudadanos de la Ciudad de México; instaurar la semana de la comunidad en la UACM; promover la creación de un centro de idiomas; crear una base de datos con información académica y docente.