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Crisis en Amnistía Internacional México

Crisis en Amnistía Internacional México

Contratos fuera de presupuesto asignados directamente e incrementos de hasta tres veces en sueldos de directivos, entre otras irregularidades financieras y administrativas. Todo, con recursos que la oficina en México de Amnistía Internacional recibe de subvenciones, préstamos, ingresos por membresía y donaciones. Cuando integrantes de la organización alertaron de la situación a sus superiores, fueron despedidos. Perseo Quiroz, director, rechaza que existan irregularidades, pues cuentan con “mecanismos de control rigurosos”

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La oficina en México de una de las organizaciones más prestigiadas a nivel mundial en materia de defensa y promoción de derechos humanos, Amnistía Internacional, hace crisis. Despide de manera fulminante, y como represalia, al equipo de defensores de derechos humanos contratados que ha estado a cargo de la defensa y promoción de los derechos humanos en México en los últimos años. Es el grupo que ha seguido de cerca casos como el de la desaparición de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, la defensa del agua de la Tribu Yaqui, el encarcelamiento de los nahuas José Ramón Aniceto y Pascual Agustín, y de Alfonso Martín del Campo, entre muchos otros.

Los ceses fueron la respuesta a quienes demandaron rendición de cuentas al actual director de Amnistía Internacional Sección México, Perseo Quiroz Rendón, y solicitaron que el Global Management Team de Amnistía Internacional iniciara una investigación al respecto. A decir del personal contratado hoy despedido, no hubo rendición de cuentas, tampoco investigación.

En entrevista con Contralínea, el director ejecutivo de la Sección México de Amnistía Internacional, Perseo Quiroz, dice que sí hay una investigación en curso que aún no concluye. Agrega que “no hay nada que ocultar” porque la organización cuenta con “mecanismos de control rigurosos” y que “en todo momento se han seguido las directrices del Movimiento Internacional”.

Las irregularidades fueron informadas al Global Managment Team por medio de una carta fechada el 13 de noviembre de 2015. El documento fue firmado por Ana Gaitán Uribe, responsable de Estrategias Jurídicas; Chasel Colorado Piña, coordinadora de Incidencia en Políticas Públicas; Fabiola Lizette Mancilla Castillo, responsable de Logística en el Activismo; Fernanda Oceguera Espinosa de los Monteros, coordinadora de Activismo; Gloria Luz Ferrer, coordinadora de Comunicación; Joaquín Castro Cáceres, responsable de Diseño; Karla Yoselin Martínez Carrillo, responsable de Movilización; Sergio Ortiz Borbolla, oficial de Prensa, y Verónica Rodríguez Jorge, responsable de Interlocución.

Hasta el momento, las despedidas son Fabiola Lizette Mancilla, Fernanda Oceguera, Gloria Luz Ruiz y Verónica Rodríguez. Ana Gaytán presentó su renuncia, “decepcionada”, luego de que las irregularidades documentadas como marcan los procedimientos de Amnistía Internacional no fueran atendidas.

El documento expone irregularidades en la gestión financiera y en las políticas para el desarrollo y cumplimiento de procesos de la Sección México de Amnistía Internacional. Destaca la contratación de una nueva coordinadora de Recaudación de Fondos, Blanca Pérez, sin la convocatoria correspondiente y pasando por alto los procesos de reclutamiento de la organización. Además, con un salario tres veces mayor al de los encargados de las otras coordinaciones, es decir, de 60 mil pesos mensuales. A este respecto, Perseo Quiroz señala que la nueva coordinadora fue contratada “sí, con un sueldo competitivo”. Agrega que no ve irregularidad en ello, pues en una organización no todas personas ganan lo mismo.

También, la contratación de servicios de consultoría interna por más de 1 millón de pesos sin licitación y sacrificando recursos para trabajos presupuestados. Resalta el contrato por 600 mil pesos otorgado directamente a Anja Rivera para temas de violencia de género, sin que al final de los servicios la contratada entregara producto alguno, y otros por 500 mil pesos para la consultora en comunicación María Eugenia Patricia Torres Maya. Otros contratos con las mismas características son los otorgados a la consultora en temas de liderazgo Laura Fierro por 85 mil 175 pesos; la consultora en recursos humanos Cecilia Cervantes, por 64 mil pesos, y a la consultoría Bufete Matemático Actuarial por 30 mil pesos. Sobre estos contratos, el director Perseo Quiroz prefiere no abundar porque todo se encuentra en revisión y no es posible dar información hasta que concluya la investigación que, asegura, se está llevando a cabo.

Otra irregularidad es el aumento salarial que el director ejecutivo designó para sí mismo. El documento no señala montos, pero Contralínea pudo conocer que el aumento fue de poco más de 10 mil pesos, al pasar de 42 mil 296 pesos brutos a 52 mil 870 pesos. La carta sí señala que con esta medida se incumplió “la política de salarios de Amnistía Internacional que contempla que la posibilidad de un aumento se dará únicamente en el evento de que el interesado exceda las expectativas de la evaluación de rendimiento”. Asimismo, se pasó por alto que todo aumento salarial debe ser sometido a una evaluación de la capacidad financiera de la organización, el rendimiento y la coyuntura del mercado. Lo anterior, sin mencionar que la filosofía de equidad que caracteriza a la oficina defensora de derechos humanos promueve no incrementar la brecha salarial entre el personal de la Sección.

Otra irregularidad denunciada fue el incumplimiento de la política de cuotas pagadas por los miembros. Según la denuncia, el Comité Directivo de Amnistía Internacional México “ha solicitado la participación del personal contratado para alterar datos con el objeto de que algunas personas se beneficien de su calidad de miembro en la gobernanza”.

En el documento también se enlista la carencia, por más de 1 año, de un plan de trabajo y la “inestabilidad en la toma de decisiones a cargo de la Dirección Ejecutiva”.

El despido de las denunciantes fue una irregularidad más: se violó la política de denuncia de Amnistía Internacional, conocida como whistle-blowing policy. Ésta garantiza que si un integrante plantea una preocupación genuina no estará en riesgo de perder su puesto de trabajo.

Ya en la demanda 13 de la carta, los denunciantes señalaban: “Dado el clima de inestabilidad en el que nos encontramos, quisiéramos hacer énfasis en la importancia de que la organización tome las medidas necesarias para que se evite la toma de represalias y/o afectación de los derechos de las y los firmantes que pudieran derivarse de la presentación de este escrito”.

No sólo hubo represalias. La mayoría perdió su empleo.

Al preguntarle directamente al titular de Amnistía Internacional México sobre los despidos ejercidos contra quienes señalaron las irregularidades dice: “Tenemos procesos internos de control y hemos hecho respetar en todo momento estos procesos que tiene Amnistía Internacional”.

El mismo 13 de noviembre la Coordinación Interina de Financiamiento externó su preocupación “ante la posibilidad de que las irregularidades señaladas […] tengan implicaciones perjudiciales para efectos de la sostenibilidad financiera de la Sección [México]”.

Los integrantes de la coordinación agregan –en carta dirigida al Global Management Team de Amnistía Internacional, a Érika Guevara Rosas, directora regional para las Américas, y Liliana Velázquez Ramírez, presidenta del Comité Directivo de Amnistía Internacional Sección Mexicana– que “comunicamos nuestro interés y disposición de participar en el proceso resolutivo que sea convenido entre las partes”.

Este documento está firmado por Luisa Carolina Vega Rivas, coordinadora interina de Financiamiento; María Laura García Limón, responsable de Diálogo Directo; Ana Laura Godínez Huerta, promotora Digital; Rodrigo Espejel Ontiveros, promotor Digital; Édgar Emilio Martínez Flores, responsable de Telemarketing y Estrategias Digitales; Imelda Jiménez, Feace to Face team leader, y Christopher López, Face to Face team leader.

La respuesta del director Perseo Quiroz llegó 3 días después, el 16 de noviembre. Presentó una carta de renuncia al cargo de director Ejecutivo ante Liliana Velázquez, presidenta del Comité Directivo de Amnistía Internacional México.

Acusa a sus detractores de “falta de profesionalismo”, “falta de experiencia” y, entre otras, “de confusión y mal entendimiento de sus derechos y obligaciones”.

En su misiva, Quiroz Rendón se refiere a sus críticos como “algunas personas empleadas de Amnistía Internacional México, y sujetas a una relación de supra subordinación con la organización”. Deplora que “el comportamiento demostrado por parte del personal, es alimentado por la cultura organizacional existente en mucho personal asalariado de Amnistía Internacional (Movimiento Internacional)” (sic).

De las irregularidades que puntualmente le señalaron, no escribió una sola palabra. La renuncia no le fue aceptada y sigue a cargo de la oficina en México de Amnistía Internacional.

En entrevista con Contralínea, Perseo Quiroz, señala que una prueba de que no hay irregularidades es que la oficina en México tiene “buen entendimiento con (Amnistía Internacional) Movimiento Internacional”.

Evade responder acerca de la renuncia que presentó y señala: “Lo que te puedo decir es que ha habido problemas que responden a cuestiones internas”.

“Hay procesos internos, hay políticas internas y todas se han cumplido al pie de la letra”, responde a la pregunta acerca de si el personal contratado fue despedido por las denuncias que realizó.

Actualización lunes 18 de enero de 2016:

Pronunciamiento de miembros de Amnistía Internacional México

Las personas abajo firmantes, miembros de Amnistía Internacional México –ser miembro de Amnistía Internacional (AI) significa adquirir derechos sobre el rumbo de la organización a través de la democracia–, hemos leído, en la edición del 14 de enero del año en curso en la revista Contralínea y en el periódico El Universal, notas sobre un problema que se ha suscitado al interior de la organización y que en la última Asamblea Ordinaria –reunión de toma de decisiones de la membresía con los órganos de gobierno y de impacto en derechos humanos de la Sección de Amnistía Internacional México, que es el órgano máximo de AI y superior jerárquicamente al Comité Directivo– de dicha institución, se decidió atender de manera interna a través de los medios institucionales previstos para estos casos.

Resulta evidente que la falta de atención del Comité Directivo de la Sección de Amnistía Internacional México –órgano autónomo, conformado por miembros de la misma organización y superior jerárquicamente a la Dirección Ejecutiva– a la resolución de la Asamblea sobre la creación de una comisión de investigación independiente sobre las irregularidades denunciadas contra la Dirección Ejecutiva, ha derivado en la publicidad de este problema, mermándolo aún más y llegando a impactar incluso en las temáticas que trabaja la organización, como ocurrió con la presentación del informe de desaparición forzada.

En este sentido, como membresía, queremos insistir que ante el señalamiento de irregularidades y faltas que pudiesen dañar a la organización, lo conducente es investigar y deslindar responsabilidades, tal y como se decidió en la Asamblea Ordinaria pasada. Lejos de eso, hemos constatado represalias en contra de quienes al interior de la oficina nacional de AI han advertido problemas, tales como el acoso laboral, llegando al punto de exigir la separación del cargo e impidiendo el acceso a estas personas denunciantes, a sus lugares o herramientas de trabajo.

Repetimos lo que hemos ya señalado en una carta privada a la presidenta del Comité Directivo: No debe haber más represalias y se debe advertir a la Dirección Ejecutiva de lo mismo, y que en el interés superior de la Sección Mexicana –así se le conoce al conjunto de membresía, órganos democráticos y oficina ejecutiva–, se facilite la integración de un grupo independiente que investigue los señalamientos de las partes y nos dé a las y los miembros, la certeza necesaria del apego a la legalidad interna, e informe sobre las medidas que se están tomando para asegurar la imparcialidad de la investigación que se debería estar realizando en torno a las denuncias hechas.

El movimiento en México de Amnistía Internacional está comprometido con la defensa de los derechos humanos, la transparencia, la justicia y la democracia. Exigimos al Consejo Directivo rendir cuentas y actuar en consecuencia, así como a comunicar a la membresía y a las personas afectadas en este proceso, los avances que deben estar realizando.

Atentamente,

Adriana Zárate Escobar

Alberto Solís Castro

Alma Ugarte Pérez

Ana Luisa Nerio

Arturo Ávila Salazar

Brenda Piña Burgoa

Diana Figueroa Prado

Dolores Soto

Jovana Espinosa Orta

Michael Chamberlin

Marcela Robles Villela

Mariana Beatriz Gurrola Yáñez

Martha Elena Welsh Herrera

Mayiniael López Murrieta

Nancy Gocher Padilla

Luis María Barranco Soto

Ramón Mendoza Zaragoza

Samuel Segura Cobos

Sophie Alexander Katz

Xochiquetzal Rodriguez Aguirre

Yuriria Pérez Vigueras

Patricia Miller

Sol Herrera M

 

Zósimo Camacho