Actividad humana alteró el 75% de la superficie terrestre: ONU

Actividad humana alteró el 75% de la superficie terrestre: ONU

FOTO: CHRISTIAN SERNA /CUARTOSCURO.COM

La actividad humana ha alterado cerca del 75 por ciento de la superficie terrestre y ha puesto a 1 millón de animales y vegetales en la lista de especies en peligro de extinción, de acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El cambio climático es una consecuencia de las actividades humanas, las cuales han deforestado tierras para la agricultura y la industria ganadera, sobreexplotado los recursos naturales y contaminado océanos. Esto, señaló la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado, acelera la erosión y la desertificación.

“El medio ambiente es fundamental para nuestra supervivencia: proporciona el oxígeno que necesitamos para respirar, regula los patrones climáticos, proporciona alimentos y agua para todos los seres vivos, y es el hogar de innumerables especies de la vida silvestre y los ecosistemas que necesitan para sobrevivir”, indicó.

La Organización de las Naciones Unidas también señaló que el cambio climático se ha convertido en el detonante de las inminentes crisis mundiales. El incremento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos que vulneran a la población han contribuido en la gradual crisis alimentaria, los desplazamientos forzados  y la pobreza.

Esto se refleja en Madagascar, según el Programa Mundial de Alimentos, porque los acontecimientos medioambientales provocados por la actividad humana han impedido al país africano cultivar y recoger las cosechas. Alrededor de 1.3 millones de malgaches sufren la carestía de alimentos.

El pasado 9 de agosto, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU publicó el Sexto informe de evaluación, el cual subraya que muchas de las variaciones actuales en el clima no cuentan con antecedentes en cientos de miles de años. Y advierte que sólo se podrán revertir con una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero con resultados observables hasta dentro de varios siglos o milenios.