AMLO narra que Fox, como presidente electo, le pidió subir el IVA en el DF

AMLO narra que Fox, como presidente electo, le pidió subir el IVA en el DF

Vicente Fox
FOTO: CUARTOSCURO

Antes de que asumiera su cargo –en el año 2000–, en dos ocasiones el entonces presidente electo Vicente Fox le pidió a Andrés Manuel López Obrador que le ayudara a aumentar el IVA en el Distrito Federal, a lo que él se negó. “Me acuerdo muy bien: todavía cuando estábamos llegando aquí para ser el jefe de gobierno y me entrevisto con el presidente electo Vicente Fox en una casa en Las Lomas que le había prestado Roberto Hernández, en el mes de septiembre porque pasó la elección y no nos veíamos hasta septiembre, y lo primero que me plantea es que teníamos que aumentar el IVA, y me pedía apoyo para eso, así en su estilo, me dice: ‘hay que hacer más grande el pastel’. Y le dije que había que combatir la corrupción y que había que aplicar un programa de austeridad. ‘No, ya todo está comprometido, hace falta presupuesto. Además –dice– se le va a devolver a la gente, […] se le va a regresar copeteado’. Y ya le contesté, como decía Keynes: ‘ya para cuando se los regresen, ya vamos a estar muertos, presidente’. Y no acepté. Pero ya lo tenían convencido.”

López Obrador expuso en su conferencia que ésa no fue la única vez en que Fox –de quien dijo que en aquellos años “estaba fresco, no estaba como se puso después, endurecido y amargado, y tenía sentido del humor”–  le pidió apoyar el aumento de los impuestos en la capital. “Antes de tomar posesión todavía hubo otro intento y como entonces, para la autorización del techo de endeudamiento se necesitaba el apoyo de Hacienda, el gobierno de la ciudad necesitaba que Hacienda autorizara el techo de endeudamiento, me vuelven a insistir. Pero ya estaba [Santiago] Creel, ya estaba el secretario de Hacienda, [Francisco] Gil Díaz. […] Se me vuelven a lanzar otra vez, antes de que yo tomara posesión vuelven con lo mismo y le dije: ‘ya, ya le contesté, presidente’. Y él se había portado muy bien la vez esa que comimos en septiembre, fue respetuoso. Y en diciembre, unos días antes de que yo tomara posesión, vuelve con lo mismo, lo del IVA y le contesto pues lo mismo: ‘no, nosotros no aceptamos eso’. Entonces, Gil Díaz, queriéndose pasar de listo, dice: ‘bueno, es que, si no apoyan ustedes, no va a haber autorización del techo de endeudamiento para la ciudad’. Entonces, ya nada más lo único que le dije: ‘pues no se preocupe, no nos autorice, voy a declarar una moratoria de pago’. Y ahí Fox lo que hizo fue reírse, o sea, como diciendo, ‘no te metas, ¿para qué te metes?’ Y ya, afortunadamente no hubo necesidad”.

El presidente aprovechó para decir que los “tecnócratas corruptos” no iban en sentido de reducir gastos mediante austeridad, y mucho menos combatir la corrupción, sino todo lo querían arreglar con incremento de impuestos.

Cuando el gobierno combate a la corrupción se tiene la ventaja de que el presupuesto público rinde para los programas sociales y las obras de infraestructura, aseguró el presidente de la República. López Obrador agregó que en la lógica de los gobiernos corruptos del pasado sólo estaba como opción el incrementar impuestos y dañar al pueblo para superar desajustes económicos, pues siempre se decía que era “muy doloroso” pero había que apretarse el cinturón, y el que se lo apretaba era el pueblo y no el gobierno.

“Es muy bueno que se siga limpiando de corrupción y nunca más se permita el robo. […] Ojalá y ya sea norma, se convierta en un hecho constante que no haya impunidad en ningún nivel del gobierno; que se limpie de arriba para abajo”, propuso el primer mandatario. “Que no se olvide, que se oiga bien y lejos, que el principal problema de México era la corrupción, y el peor de los males es que los gobernantes deshonestos, con sus cómplices, ni siquiera perdían su respetabilidad”.

En ese contexto, el primer mandatario también celebró que el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, combata la corrupción y haya enviado una iniciativa para someterse a la revocación de mandato y ser juzgado o destituido en caso de no cumplir con su encargo, a la mitad de su sexenio.

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