La violencia relacionada con las protestas que están protagonizando los normalistas de Ayotzinapa –como la irrupción violenta este 6 de marzo a Palacio Nacional– no escalará, aseguró esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ello, aseguró, porque el gobierno federal no caerá en provocaciones ni confrontaciones.
“Lo que quisieran es que nosotros respondiéramos de manera violenta; no lo vamos a hacer. Nosotros no somos represores”, añadió el primer mandatario casi al mismo tiempo en el que los estudiantes rurales ingresaban al recinto, tras impactar varias veces una camioneta en la puerta número 1. Acerca de esto último, López Obrador dijo que no hay ningún problema porque esa puerta se va a arreglar, y reiteró que es un acto de provocación.
“Como que quieren distraernos para que no hagamos nuestro trabajo, quitarnos tiempo. Estamos trabajando todos los días en la búsqueda de los jóvenes”, acusó el titular del Ejecutivo federal.
Además, se comprometió a que en unos 20 días se reunirá con los familiares de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 para compartirles los avances de la investigación que el directamente encabeza. Además, reiteró que ya no confía en los asesores, abogados y organizaciones que acompañan a los padres y madres.
“No les tengo confianza y tengo elementos para sostener que no les tengo confianza, porque ayudaron a dejar libres a quienes tengo pruebas participaron en la desaparición de los jóvenes”.
El presidente López Obrador recordó que en los últimos días las protestas de los normalistas han sido también violentas, con ataques similares a instalaciones de dependencias federales, como la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Lotería Nacional. Por ello, calificó estos actos como parte de “un plan de provocación clarísimo y entonces nosotros no vamos a caer en ninguna provocación”.
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