I. Entre dimes y diretes siguen los ataques a la apresurada “reforma educativa”, de entre las 11 que, por el estilo, puso en vigor el peñismo con el apoyo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo y la resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que fue destripando el “Pacto por México” suscrito por todos los partidos; aunque ahora algunos del Partido Acción Nacional (PAN) –por ejemplo– se han subido al carro desbordado de Morena. El coordinador de los diputados federales del lópezobradorismo, el tal Mario Delgado, declaró que “no quedará ni una coma” de esa autoritaria medida que no tomó en cuenta a los padres de familia y a los maestros; y que de Emilio Chuayfett a Aurelio Nuño implantaron como acostumbra el PRI imponer sus proyectos. El caso es que más de 500 mil profesores que ganaron su pase, tras salir adelante de su examen, tienen su ascenso y salario mejorado; y no pueden sufrir la embestida de Mario Delgado sin ponerse de acuerdo con el mismo Andrés Manuel López Obrador y Esteban Moctezuma, futuro secretario de Educación Pública.
II. AMLO y EPN (Enrique Peña Nieto) se dieron hasta con la cubeta en un enfrentamiento público, donde uno dijo que echaría abajo lo hecho por el PRI y el otro que no habría marcha atrás y que la “reforma” se aplicaría hasta el 30 de noviembre. Si va en serio lo de “ni una coma”, habrá otra crisis en ese sector vía amparos de los del SNTE que, obligados a presentar un examen que llamaron evaluación con sanciones laborales, no van a permitir que les quiten su victoria ganada a pulso con comas, puntos, acentos y verbos, solo porque Mario Delgado supone que sigue en campaña electoral y se pone bravo en un asunto que debe ponerse a revisión para ver qué es lo que ha de derogarse y qué debe salvarse. Pues más chueca que derecha, la “reforma” peñista ejecutada arbitrariamente por Nuño aprobó a miles de profesores que no tienen por qué pagar la anunciada arbitrariedad del morenista. La “cuarta transformación” de AMLO no implica empezar de cero y sí, como en las anteriores tres de Hidalgo-Morelos (1810-1812), Álvarez-Juárez y Madero (1854-1857), con el Zapatismo-Villista (1910-1917) y el agregado de Lázaro Cárdenas, cuando permaneció lo útil para continuar edificando a la Nación.
III. Solamente a un ignorante como Mario Delgado se le ocurre la estupidez de pregonar, como anarquista, que de la “reforma” educativa todo se echará abajo y empezará de nuevo. Pero se encontrará con la resistencia de miles de maestros, con el SNTE o sin él, para tomar el lugar de la CNTE si López Obrador y Moctezuma le permiten a Delgado tomarse facultades que son estrictamente de la Presidencia de la República en materia educativa. Necesita bozal Delgado para que deje de usar la boca para amenazar como si sólo los 30 millones que sufragaron por Morena contaran frente a los 50 millones restantes del padrón electoral y 50 más que suman la población en general. Hay que quitar la frase de “ni una coma” y dejar que López Obrador escuche a sus expertos en la materia, a los padres de familia y a los maestros del SNTE y la CNTE, para salvar lo positivo de la “reforma” y luego plantear los cambios a la pedagogía nacional.
Viernes, 19 de Octubre 2018