El presidente Andrés Manuel López Obrador comparó a sus adversarios más reaccionarios con los más sanguinarios dictadores: “es una especie de fanatismo muy especial; eso está en la historia: es Hitler, es Franco, es Pinochet. No estoy inventando de lo que son capaces”.
Ello lo dijo luego de llamar a los más violentos a serenarse, guardar la calma y dejar de hacer apología de la violencia, como sucedió con Francisco Martín Moreno, quien aseguró que quemaría a los militantes del partido Morena, recordó el primer mandatario.
Cómo se recordará, el supuesto escritor declaró en un programa de radio: “Yo por eso propongo, que si se pudiera regresar a la época de la inquisición, yo colgaba a cada uno, no colgaba, quemaba vivo a cada uno de los morenistas en el Zócalo”.
En su conferencia, López Obrador consideró que “nunca habían insultado tanto a un presidente, desde Madero, como ahora y lo puedo demostrar. Tengo este medio para replicar e informar, pero el presidente Madero recibió todos los ataques cuando decidió quitarle la subvención a los periódicos que les daba Porfirio Díaz. Lo atacaban a él, a su esposa, a su hermano”.
Asimismo, dijo que se comprende que sus adversarios estén tan enojados porque antes gobernaban el país, no pagaban impuestos, hicieron reformas a las leyes para saquear a México y no daban recursos a los más necesitados.