La cuarta transformación es un cambio que, a pesar de ser pacífico, es profundo y radical, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su gira de trabajo por Puebla. Y es radical, dijo, “porque estamos arrancando de raíz la corrupción, que era el principal problema de México”.
El primer mandatario se comprometió a seguir llevando a la práctica la transformación que necesitaba México, de la cual indicó que “ya era tiempo de que se llevara a cabo un cambio y que lo lográramos entre todos desde abajo y sin violencia”.
Luego de recordar que en las otras tres transformaciones previas (Independencia, Reforma y Revolución) se llamó al pueblo a tomar las armas, conminó a los presentes a celebrar que el proceso de la cuarta transformación de la vida pública de México no es violento.
Al respecto, López Obrador reconoció como elemento fundamental lo que ha denominado “revolución de las conciencias”. Ello porque, dijo, el cambio de mentalidad “es lo más importante de todo, porque cuando cambia la mentalidad del pueblo, cambia todo. Eso es lo que se ha venido logrando”.
Asimismo, el titular del Ejecutivo federal consideró que el avance de este proceso transformador se debe a que “no se permite la corrupción ni hay lujos en el gobierno. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Nada de fantocherías; somos iguales, ¿qué es el presidente? Es el siervo de la nación, un servidor público. ¿Quién es el amo del presidente? El pueblo. ¿El presupuesto es del gobierno o es del pueblo? Del pueblo, nosotros somos simplemente administradores de los dineros del pueblo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que en la etapa final de su gobierno se mantendrán los principios que lo han guiado en cinco años para beneficio del pueblo, sobre todo el de brindar atención preferente a la población vulnerable. “Vamos a seguir con la misma política, vamos a seguir llevando a la práctica la transformación que necesitaba nuestro país; ya era tiempo de que se llevara a cabo un cambio y que lo lográramos entre todos, desde abajo y sin violencia”.
En la unidad deportiva Cardenales, el sábado 6 de enero destacó que los Programas para el Bienestar llegan directamente a 30 millones de familias de los 35 millones que hay en el país. Al respecto, explicó que los 5 millones de hogares restantes ven beneficios en su economía a partir de la fortaleza del peso mexicano y de la economía nacional, la creación de más de 22 millones de empleos con un sueldo promedio de 16 mil pesos mensuales y la histórica inversión pública y extranjera.
“Esto está permitiendo que le vaya bien al de abajo y le vaya bien al de en medio y le vaya bien al de arriba; también los de arriba están recibiendo beneficios. (…) A quienes le va mejor, proporcionalmente hablando y por justicia, es a la gente más necesitada, y eso es lo que me llena de orgullo”.