La propuesta de reforma para democratizar al Poder Judicial de la Federación que presentará en 2024 el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión va a incluir la creación de un tribunal que se dedique a juzgar casos de presunta corrupción de jueces, magistrados y ministros, reveló esta mañana el primer mandatario. Ello, luego de que se pusiera como ejemplo el caso de la jueza María del Carmen Sánchez Cisneros, quien otorgó un amparo fast track al exjefe de seguridad de Los Chapitos, Néstor Isidro ‘N’, el mismo día de su detención –22 de noviembre– para evitar su extradición a Estados Unidos.
“La reforma que voy a enviar va a incluir también que exista un tribunal al interior del Poder Judicial para que esté pendiente del funcionamiento de los jueces”, señaló el titular del Ejecutivo federal en su conferencia desde Palacio Nacional. Añadió que los juzgadores también serían sujetos de reelección y se les aplicaría el proceso de revocación del mandato.
Ello, consideró López Obrador, porque la democracia no sólo es la elección del juez, del magistrado o ministro, sino también implica que estos juzgadores rindan cuentas al pueblo de su actuar. El presidente de la República rechazó que el actual Consejo de la Judicatura Federal pudiera ser la vía para acabar con la corrupción y la impunidad de los integrantes del Poder Judicial, pues hasta ahora no ha hecho nada al respecto.
La Judicatura “está, con todo respeto, pasmada, congelada. […] ¿Conocen ustedes de algún juez que esté siendo procesado o que esté en la cárcel? Entonces –dijo, con ironía, el primer mandatario– son finísimas personas todos, es el Castillo de la pureza el Poder Judicial. Entonces, si se pone ese ejemplo, pues la gente va a estar pendiente y va a decir: ‘no, éste sí actúa con apego a la legalidad; éste no’, y la gente va a estar más pendiente”.
Asimismo, detalló que este mismo proceso de vigilancia social derivaría en el rechazo a quienes no cumplen con sus obligaciones o se venden al mejor postor. “¿Quiere reelegirse o ascender de juez a ministro? No, primo hermano, por ti no voto. Hacer la vida pública cada vez más pública, transparencia. Antes ni se conocían los jueces, era una sociedad anónima, actuaban en la clandestinidad, ni jueces, ni magistrados, ni ministros; ahora es distinto. Claro, estamos empezando, por eso es muy bueno este ejercicio, pero hace falta seguir empujando la reforma”.