Las personas sometidas a situaciones de estrés son más propensas a presentar alteraciones emocionales o psiquiátricas vinculadas a enfermedades como la ansiedad y depresión, señaló la Secretaría de Salud (SS).
A partir de la investigación generada por especialistas en neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM), se encontró que el estrés moderado crónico “modifica la neurogénesis del cerebro”, induciendo conductas de ansiedad y depresión.
Ante el problema de salud mental en el país –acelerado por la pandemia de la Covid-19–, los especialistas resaltaron la importancia de que la población detecte los síntomas asociados a estas enfermedades.
En el segundo día de actividades de la “Semana del Cerebro”, alertaron que en múltiples casos llegan a pasar hasta cinco años para que el paciente solicite atención médica, debido a que creen que puede ser normal “tener cambios en el estado de ánimo, tristeza y pérdida del placer”.
Entre los síntomas de la depresión, se encuentran las alteraciones en el apetito, peso, sueño y velocidad del pensamiento; fatiga; sentimientos de inutilidad o culpa excesiva; disminución de la capacidad de pensar y de concentración, y pensamientos suicidas.
Mientras que para la ansiedad se presentan síntomas de preocupación excesiva, difícil de controlar; inquietud o sensación de estar atrapado; cansancio; irritabilidad; dificultad para concentrarse; ataques de pánico, y alteraciones de sueño.
Asimismo, la SS anunció que la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) dispone de 341 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (Cecosama) en el primer nivel de atención, distribuidos a lo largo del país. Los mismos atienden de manera gratuita.
También existe apoyo psicológico guiado por profesionales del área de la salud, a través de la vía telefónica en la “Línea de la Vida” 800 911 2000, las 24 horas, todos los días del año.
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