La Habana, Cuba. Este verano el camino de la droga entre Paraguay y Europa marcó un nuevo récord. Con el envío de 10 toneladas de cocaína hacia Alemania, ratificó al país sudamericano en la comprometedora categoría de “narcoestado”.
Según expertos, el cargamento –incautado en el puerto germano de Hamburgo– constituyó el segundo mayor de la nación sudamericana hacia Europa. El primero se suscitó en febrero de 2021, cuando 16 mil 174 kilogramos de cocaína fueron detectados en el puerto belga de Amberes.
“La imagen internacional de Paraguay relacionada con el narcotráfico se vio aún más ensombrecida con esa relevante noticia, que acerca cada vez más a que el país sea considerado un narcoestado”, subrayó el diario azunceno ABC Color.
La confirmación del origen de la cocaína decomisada, lamentablemente situó a Paraguay entre los principales generadores de drogas de la región hacia el resto del mundo. Ésto de acuerdo con las opiniones de diversos integrantes de la Fiscalía General, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA).
El hecho escandalizó a las autoridades. Según observadores políticos, “el crimen organizado penetró ya en todas las instituciones” nacionales, incluso en la Iglesia. Esta última es representada con el conocido “pastor narco”, José Insfrán, quien se encuentra prófugo de la justicia en la actualidad.
¿Cómo llega la droga hasta Hamburgo?
Expertos alemanes y paraguayos cuestionaron de inmediato la forma en la que salió esa cantidad de estupefacientes –valorados de 500 a mil millones de euros– desde el centro de Sudamérica hacia Alemania. Aunque estos supuestos “misterios” ya son habituales para los narcos.
La ministra de la Senad, Zully Rolón, lamentó que el decomiso alemán afectara la imagen del país, pese a los esfuerzos del Ejecutivo con la adquisición de medios técnicos para detectar la presencia de droga.
Aunque, “es evidente –insiste el citado diario– que los narcos no se inquietaron con la compra de los recursos, a sabiendas de que con dinero salvarían cualquier obstáculo, pues la droga continua saliendo impunemente”.
Algunas versiones de entidades locales
La mayoría de las instituciones nacionales antinarcóticos –incluida la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Decomisados– coincidieron en que las 10 toneladas de cocaína salieron enmascaradas con una carga de semillas en el contenedor de la seudo empresa Nopal, SA.
Según la Dirección de Aduanas, favoreció que la cocaína pasara sin ser detectada durante el escaneo. Faltó un reporte sobre “imágenes llamativas y con detalles” adquiridas por el operador que revisó la carga en el puerto Fénix, precisa un comunicado de esa entidad.
El encargado –refiere el texto– debió avisar de inmediato a las áreas correspondientes esa información que ahora procesa la Fiscalía mediante una pesquisa junto a otras entidades locales con responsabilidad en el asunto.
Investigaciones preliminares señalaron a otra empresa exportadora de alimentos, la Gerbera, SA, entre las entidades sospechosas de protagonismo en esta acción de narcotráfico. Ésta fue constituida hace menos de un año, igual que Nopal, SA. Ambas instituciones mercantiles carecen de registros sobre movimientos comerciales desde su creación hasta el 15 de mayo, cuando partió el contenedor con el sésamo en granos y la cocaína.
“Se trata de uno de los cargamentos de narcóticos más importantes descubiertos en el viejo continente”, declaró la fiscal antidrogas, Fabiola Molas.
La cocaína fue trasladada dentro de un camión con un fuerte dispositivo de seguridad a la oficina de aduanas en Finkenwerder Strasse, explicó la funcionaria. Estaba oculta en un envoltorio plástico marcado con letras identificativas sobre una supuesta “mafia de la droga”.
Universidad británica estudia la “narcoindustria”
Una investigación divulgada en junio por la Universidad de Cambridge abordó el asunto como “la relación entre la narcoindustria y la política”, centrada en Paraguay, Chile, Uruguay y Perú.
En el caso paraguayo, el centro de estudio británico aludió al operativo antinarcótico “A Ultranza Paraguay”. Éste desmanteló una red criminal vinculada al expresidente Horacio Cartes, político y empresario denunciado por narcotráfico y lavado de dinero.
En febrero de 2022, esta operación –surgida del seguimiento a una pesquisa internacional con allanamientos que arrojaron récords de incautaciones de droga en el país y la región– fue la mayor entre un total de cinco, efectuadas a nivel nacional y regional.
Según el informe de Cambridge, “más allá de revelar cómo el narcotráfico penetra en los más altos niveles del sistema político, la operación reveló una vasta red internacional de corrupción con ramificaciones en toda la región”. Entre ellas, se encuentra la asociada con el asesinato del fiscal local antidroga en Colombia, Marcelo Pecci.
Los expertos de la universidad británica clasificaron a Paraguay como un país de tránsito para la cocaína, además de ser el mayor productor sudamericano de marihuana. Asimismo, atribuyen a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) el inicio de la protección al narcotráfico. Además, imputan el montaje de laboratorios para producir cocaína y “crack” a este país. Este último es un estupefaciente más barato y nocivo, derivado del primero y asociado a un creciente mercado interno.
Los territorios paraguayos fronterizos son frecuentes escenarios de bandas de narcotraficantes que preparan cuantiosos envíos de droga con destino al resto del planeta, sobre todo, a Estados Unidos y Europa.
Antonio Paneque/ Prensa Latina*