CDHCM debe ser la proximidad a las víctimas: candidata Ramírez Santiago

CDHCM debe ser la proximidad a las víctimas: candidata Ramírez Santiago

Vilma Ramírez Santiago, candidata a la CDHCM, propone fortalecer la proximidad con víctimas y la capacitación del personal
Foto: Alejandro Sánchez

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) cuenta con las facultades y atribuciones necesarias para realizar un trabajo cercano a la ciudadanía; sin embargo, es necesario fortalecer y retomar su esencia, advierte Vilma Ramírez Santiago, especialista en derechos humanos con más de 25 años de experiencia en la documentación de violaciones y casos de tortura, y actual candidata para dirigir el organismo.

La abogada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) destaca que la esencia de la Comisión local siempre ha sido la proximidad con las víctimas. “Lo primero que tienes que hacer es entrar en contacto con la víctima, ponerte a sus órdenes, fortalecer la queja”. Agrega que, en muchas ocasiones, las personas afectadas o quienes presentan la queja no dominan el lenguaje institucional, por lo que corresponde a las y los servidores públicos acompañarlas durante el proceso.

Para la maestra Ramírez Santiago, la cercanía con las personas será el eje central de su gestión en caso de resultar electa. “Lo importante siempre es acercarte. Uno de los ejes es la proximidad: salir al territorio, tener contacto directo con la víctima y ponerla en el centro”.

Como parte de sus propuestas, plantea fortalecer la relación de la Comisión con los centros Pilares y Utopías del gobierno federal, ya que éstos son espacios comunitarios donde se puede conocer la realidad de las personas, informarles sobre sus derechos y orientarlas sobre dónde buscar ayuda en caso de vulneración.

En este sentido, subraya la relevancia del empoderamiento ciudadano para prevenir violaciones a los derechos humanos y facilitar el acceso a los servicios institucionales. También considera indispensable trabajar con un enfoque interseccional e intercultural, que reconozca las particularidades y contextos de cada persona.

Como segunda propuesta, la abogada por la UAM enfatiza la capacitación constante de las y los visitadores adjuntos y personal de la Comisión para lograr procesos de investigación y documentación de quejas ágiles y sensibles. Destaca que detrás de cada persona hay una vida, y cuando se vulnera uno de sus derechos no solo se afecta a ella, sino también a su familia, su comunidad y su entorno.

La candidata a dirigir la CDHCM subraya que el fortalecimiento del personal y la proximidad de las y los visitadores adjuntos permitirá ofrecer soluciones inmediatas en los casos que lo permitan, mediante el acercamiento con las autoridades y el seguimiento de los procesos. En los casos más complejos, propone generar procedimientos más eficientes y con base en un análisis detallado de los expedientes para determinar en qué situaciones es posible aplicar la justicia restaurativa y en cuales se requiere una investigación más profunda.

Asimismo, advierte que cuando se reciben las quejas, la Comisión tiene la obligación de salvaguardar la identidad y seguridad de las personas involucradas, respetando desde el inicio el principio de confidencialidad. Esto implica garantizar que el nombre de la víctima o peticionaria no se divulgue y, si es necesario resguardarlo. La abogada Ramírez Santiago aclara que este principio no limita la investigación. “Hay casos en los que va a ser necesaria la participación de los dos –víctima y victimario–, pero muchas veces si la víctima no quiere, la comisión lo puede representar siempre que la víctima manifieste su consentimiento”.

La especialista aclara que, debido a la naturaleza de ciertos delitos graves, la justicia restaurativa no siempre será aplicable; aunque existen diversas formas de garantizar la seguridad de las personas y acompañarlas durante todo el proceso.

Renovación con continuidad

En caso de ser elegida, la candidata asegura que su visión para dirigir la Comisión se basará en la renovación con continuidad. “Estamos acostumbrados a veces a llegar a una institución y decir que lo que se hizo no sirve. Es una mentira. Me parece que los procesos se van construyendo en las administraciones y cada administración va aportando algo nuevo. Y creo que hay que retomar lo que sirve, fortalecerlo y si es necesario innovar, reestructurar, cambiar también, porque todo evoluciona”, comenta.

Reconoce que la comisión ha evolucionado significativamente desde su creación y que, desde 2011, se ha avanzado en colocar a la víctima en el centro de las políticas institucionales. No obstante, considera que hace falta aterrizar el marco normativo en la práctica para garantizar el respeto a los derechos humanos no solo en lo teórico, sino también de forma material.

Asimismo, propone fortalecer el área de seguimiento de recomendaciones, dotándola de indicadores claros y medibles que permitan evaluar su cumplimiento. Considera fundamental que la Comisión trabaje de la mano con la sociedad civil, cuyo papel –dice– “es clave en la transformación y en los cambios institucionales”.

La candidata destaca que su formación académica en el Colegio de Bachilleres y en la UAM le permitió desarrollar una visión más integral del derecho. Su formación con una mirada sociológica y filosófica del derecho le hizo ver que las normas no deben de ser aplicadas de forma rígida, sino adaptarse a las circunstancias sociales porque el derecho está hecho para servir y proteger a la sociedad.

Añade que este enfoque social y reflexivo ayuda a romper la visión cuadrada del derecho, permitiendo aplicar criterios diferenciales, especialmente para colectivos o grupos históricamente olvidados, como los pueblos indígenas. “Esa es la forma en la que hay que trabajar”, destaca.

Foto: CDHCM

Retos pendientes en la Comisión

La abogada de la UAM identifica como uno de los principales retos el acompañamiento a víctimas en casos de desaparición forzada, feminicidio, violencia infantil y tortura. “Tenemos que fortalecer el trabajo en estos temas, empujar la coordinación con las instancias correspondientes –como la Comisión de Búsqueda, la Fiscalía o las Procuradurías– y generar una verdadera sinergia institucional”, apunta.

Subraya que aún persisten desafíos para hacer reales y efectivos los derechos de las personas. Explica que, aunque el gobierno federal mantiene una política de tolerancia cero hacia la tortura, la integridad personal es uno de los derechos más vulnerados en la capital. “Hay pendientes en ver cómo hacemos real y efectivos los derechos de las personas”, subraya.

Por ello, considera indispensable fortalecer la prevención, sensibilización y capacitación como ejes fundamentales que deben ir de la mano para evitar violaciones a los derechos humanos.

Más allá de investigar –que es parte fundamental de sus labores–, la Comisión tendrá que trabajar mucho con las instituciones en los ámbitos correspondientes a la prevención”, enfatiza.

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