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Con la 4T llegó la paridad de género al gabinete federal: Luisa María Alcalde

Con la 4T llegó la paridad de género al gabinete federal: Luisa María Alcalde

Luisa María Alcalde
FOTO: CUARTOSCURO

La verdadera paridad de género en el gabinete federal llegó con el actual gobierno, desde hace 5 años, consideró esta mañana la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Al participar en la conferencia presidencial, la funcionaria recordó que en México la primera secretaria de Estado fue nombrada en 1980, desde entonces y “hasta hoy, somos 37 las mujeres que hemos ocupado esta responsabilidad”.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la secretaria de Gobernación señaló que de 1980 a 2018 –38 años–, fueron 21 secretarias de Estado, lo que equivale al 56 por ciento del total. “El resto, las otras 16 mujeres que hemos sido secretarias de Estado, el otro 43 por ciento ha sido en los últimos cinco años. Se nota la diferencia entre hacer las cosas por cuotas o hacerlas por convicción, como sea, México es uno de los apenas 13 países en el mundo con un gabinete paritario”.

Desde esos cargos públicos, la abogada Luisa María Alcalde aseguró que las secretarias de Estado aportan la visión de las mujeres, “la otra mitad del mundo y de la otra mitad del país. Venimos a contribuir, a erradicar las desigualdades, sí, entre hombres y mujeres, pero también entre los pocos que tienen mucho y las muchas que tienen poco”.

La aportación de las mujeres al gabinete federal, dijo, también tiene que ver con la “paciencia en la construcción de acuerdos, empatía en la búsqueda de soluciones, honradez en el ejercicio de los recursos públicos y prudencia para que rindan y alcancen para más. Venimos a darle voz a las que no la tenían, a escucharlas a todas, a incluir a las que se sentían exiliadas en su propio país, a proteger a las que tienen miedo, a respetar a las que disienten”.

Recordó que, desde su cargo como secretaria de Gobernación, está encargada de la política interior y coordina el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual calificó como gabinete paritario.

Al mismo tiempo, Luisa María Alcalde reivindicó a sus compañeras de gabinete ahí presentes:

“Aquí está la estudiante de matemáticas que ganó la medalla Gabino Barreda y hoy es la respetada secretaria de Economía”, dijo acerca de Raquel Buenrostro.

“La primera bióloga y mujer que dirigió la Cepal y que hoy nos representa frente al mundo con dignidad”, en referencia a la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena.

Acerca de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, indicó: “la periodista que en la máxima tribuna del país defendió la estrategia: ‘abrazos no balazos, no quiere decir que estemos cruzados de brazos’”.

También se refirió a la secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores: “la ingeniera chiapaneca que a los 27 años se fue a defender abejas meliponas a la Sierra de Puebla y terminó protegiendo los recursos naturales de todos los mexicanos”.

De la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, dijo: “la líder universitaria que pasó de organizar estudiantes, a organizar a los Servidores de la Nación, para que 30 millones de familias estén protegidas con programas de Bienestar”.

Acerca de la consejera Jurídica de la Presidencia, María Estela Ríos, detalló: “la abogada laboralista que defiende al gobierno con la misma pasión que defendía a los trabajadores”.

A la secretaria de Cultura, Alejandra Fraustro, la describió como “la mujer chilanga con alma guerrerense que convirtió la sede de la cultura del poder en el espacio del poder de la cultura, y de un instrumento musical hizo un arma de paz”.

Y a la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez, la nombró como “la maestra que pasó de ser líder sindical, la autoridad educativa sin igual, sensible sencilla, respetuosa y valiente”.

Alcalde Luján reivindicó la lucha de las mujeres en el gabinete: “no llegamos juntas, pero sí luchamos juntas y luchamos por tener un país mucho más justo, pero también para que otras mujeres tengan voz, la voz de una pediatra en un hospital de la Sierra del Nayar que emocionada le dice a la madre: ¡fue niña! La voz de mando de la subteniente Diana Lizárraga, la primera maquinista de la historia de nuestro país, que desde el Tren Maya grita: todas y todos a bordo. La voz de una maestra de secundaria que ya tiene pizarrón y va pasando lista y se alegra que las niñas no han dejado de ir al salón: Susana, presente; Angélica, presente. La voz de la abuela que orgullosa llama a sus nietos porque ya tiene para darle su domingo. La voz de quienes pueden manifestarse con toda libertad, la voz de las que pueden opinar sin riesgo a que se les vaya a censurar”.

Y finalizó su discurso del 8 de marzo agradeciendo a las mujeres “que luchan y a las que han luchado, las que, con su voz, su canto, su grito y en algunos casos su vida, fueron abriendo la brecha para que un día como hoy pudiéramos vernos aquí y vernos así, ejerciendo grandes responsabilidades públicas y pequeñas acciones privadas, para que sea en nosotros el miedo muy pequeño y grande la esperanza”.

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