Luego de las irregularidades reveladas por Contralínea en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, el Conahcyt decidió rescindir el convenio para apoyar la construcción de la nueva sede del Museo de la Luz. Ante los desfalcos y anomalías administrativas detectadas en auditorías internas practicadas por la Contraloría Universitaria, la dependencia del gobierno federal se retiró del proyecto, que financiaba con el 50 por ciento de los recursos.
El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) se retiró del proyecto de construcción del Museo de la Luz, a cargo de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Lo anterior, luego de las revelaciones hechas por Contralínea que documentaron probables desfalcos y otras irregularidades administrativas en el proyecto.
De acuerdo con información del Conahcyt, de la cual este semanario posee copia, el 20 de julio pasado el Comité Técnico y Administrativo de la dependencia emitió el acuerdo Pp F003 8/X-O/2023. En él se rescinde el convenio de colaboración del proyecto “Museo de la Luz-Mérida: Ciencia, Tecnología, Arte y Sociedad” que la institución del gobierno federal había celebrado con la UNAM y al que había asignado la clave YUC-2018-05-01-119876.
Además, el Conahcyt solicitó a la UNAM una rendición de cuentas sobre los recursos que le transfirió para apoyar el proyecto y que cubrirían el 50 por ciento de la inversión. Entre lo que el Consejo requirió a la Universidad, “para identificar el ejercicio de los recursos”, destaca un informe financiero acumulado; los estados financieros del proyecto, y la documentación que soporta el gasto comprobado.
Hasta la fecha, ni el Conahcyt ni la UNAM han informado de la rescisión del convenio; tampoco las razones de tal cancelación. En el caso de la dependencia del gobierno federal, no ha hecho público si está conforme con la información proporcionada. Tampoco, si solicitará alguna auditoría y si denunciará las irregularidades detectadas.
Por su parte, la entidad autónoma ni siquiera ha divulgado los resultados de las auditorías internas que documentaron las anomalías en la DGDC, ocurridas mientras el titular de la dependencia era César Augusto Domínguez Pérez Tejada; el jefe de la Unidad Administrativa, Daniel Zamora Fabila, y el director del Museo, José Ramón Hernández Balanzar.
En junio pasado, Contralínea dio a conocer el contenido de cuatro auditorías internas de la UNAM que revelan desfalcos, contratos amañados, adquisiciones con sobreprecios y gastos sin comprobar en la DGDC.
Entre las irregularidades, las cuales no pudieron ser justificadas y permanecen como no solventadas, se encuentra la emisión de 50 cheques por 27 millones de pesos que fueron firmados por el propio Domínguez Pérez Tejada sin que tuviera atribuciones para ello. Ampararon el pago por trabajos no supervisados, obras que no se realizaron y bienes que no se entregaron.
A pesar de las irregularidades no solventadas y ya sin el apoyo del Conahcyt, el Museo de la Luz se “inauguró” con bajo perfil en un “puente largo”, como coloquialmente se llama a los días de asueto que, por su cercanía con los fines de semana, se asumen como periodos vacacionales cortos. Se caracterizan por no programar actividades oficiales.
El recinto formalmente “abrió” sus puertas el miércoles primero de noviembre pasado, en las vísperas de la Fiesta del Día de Muertos, a unas semanas de que Enrique Graue dejara la Rectoría de la UNAM y Domínguez Pérez Tejada la DGDC de la misma Universidad. El día 2, la “inauguración” corrió a cargo del rector junto con el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal.
El Museo de la Luz inaugurado no guarda las características del proyecto original –que data de junio de 2018– y cuenta sólo con una exposición que ya se albergaba en su antigua sede, en la Ciudad de México. Sin explicación alguna, y ante las irregularidades en que incurrió, la UNAM abandonó la idea de construir un recinto el sureste del país que promoviera la cultura científica y la innovación tecnológica.
En ese año la UNAM solicitó apoyo al entonces Conacyt (hoy Conahcyt) y al gobierno del estado de Yucatán. La dependencia del gobierno federal se comprometió a aportar a la construcción del Museo de la Luz el 50 por ciento de su costo, es decir, de un proyecto de 80 millones, aportaría 40 millones. Por su parte, la entidad federativa donó el terreno donde se erigiría el anhelado proyecto científico y cultural.
En el convenio de colaboración firmado entre la UNAM y el Conacyt aparecen las firmas de los entonces funcionarios universitarios William Lee Alardín, en este tiempo coordinador de la Investigación Científica; el responsable técnico del proyecto, José Ramón Hernández Balanzar, y el responsable administrativo del mismo, Daniel Zamora Fabila.
Contralínea solicitó entrevista con la UNAM y con el Conahcyt para conocer las causas de la rescisión del convenio de colaboración entre ambas instituciones para el proyecto YUC-2018-05-01-119876. También se les solicitó informar si hay un proceso de recuperación de los recursos que presumiblemente fueron desfalcados y si se presentaron denuncias penales o administrativas derivadas de las observaciones de las auditorías. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta de ninguna de las instituciones.
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