El ataque con explosivos de ayer 12 de julio en Tlajomulco, Jalisco, contra policías –que dejó un saldo de seis muertos– “fue una emboscada, una trampa”, confirmó esta mañana el presidente de la República. Agregó que se trata de un hecho “condenable, porque además utilizan [los criminales] un medio que tiene que ver con una actividad humana, como es la búsqueda de familiares”.
Y es que, explicó en su conferencia mañanera, “de acuerdo con la información que se tiene, [los autores del ataque] hablaron a ese teléfono [de la policía] supuestamente a nombre de las madres buscadoras, y todo indica que no fue cierto, que fue una mentira, que no fueron las madres las que llamaron. O sea, usaron el medio, el teléfono”.
El primer mandatario expuso que “se está haciendo la investigación, nosotros lamentamos mucho este hecho. Es cruel, es una celada. Eso no se puede aceptar, permitir, justificar de ninguna manera. Se está haciendo la investigación y está a cargo del gobierno de Jalisco, pero nosotros siempre ayudamos en estos casos”.
Este ataque no tiene que ver nada con las madres buscadoras, porque ellas están informando que no hacen búsquedas de noche y estos hechos ocurrieron en la noche, advirtió. Asimismo, reconoció que en la región el uso de explosivos sí es una forma de agresión que se utiliza. “Constantemente estamos confiscando explosivos, constantemente en toda esa zona: en Michoacán, en Jalisco, en Guanajuato”.
El presidente López Obrador afirmó que ataques como esta emboscada no sólo producen mucho dolor, sino también mucho repudio de la sociedad. Y aclaró que no fue dirigido a población civil: “en este caso fue contra policías que estaban cumpliendo su deber. Fue una acción premeditada, cruel, una trampa”.
Los policías estatales y municipales, aseguró, cuentan con el apoyo constante de la federación. “Por eso también se está consolidando la Guardia Nacional. No sólo está creciendo en número sino que se están estableciendo cuarteles en las distintas regiones del país. Y una de las cosas que tiene la Guardia a diferencia de las policías municipales es que los elementos no son identificados como lo es un policía que vive en el municipio, que ahí están sus familiares, es más vulnerable”.
En ese contexto, criticó que el problema del crimen organizado y la violencia en México se exacerbó por la corrupción de las autoridades, que borró la línea que divide a la autoridad de la delincuencia, y destacó que el ejemplo más lamentable es el de Genaro García Luna. Ello, porque a la par que se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón era socio del Cártel de Sinaloa.
“García Luna era el secretario de Seguridad del gobierno federal y está acusado de proteger a la delincuencia, porque había un narco-Estado, entonces aunque no quieran que yo hable del pasado lo tengo que seguir haciendo. Entonces vamos a continuar con nuestra política aún con la vileza de quienes se favorecieron con el modelo anterior, o cuando menos se quedaron callados y ahora su tema principal para atacarnos sea todo lo relacionado con la violencia, y la consigna es el manejo de la nota roja”, acusó.
Respecto de la calificación de que se trata de un acto de terrorismo, el presidente López Obrador indicó que es un acto reprobable en todo sentido y que se está haciendo la investigación para dar con los responsables, pues ya no hay impunidad.