Durante su visita oficial a Cuba, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a manifestarse en contra del bloqueo económico que mantiene desde hace décadas el gobierno estadunidense en contra de la isla. “Es bien conocida mi postura sobre el bloqueo del gobierno de Estados Unidos a Cuba: he dicho con toda franqueza, que luce mal el gobierno de Estados Unidos utilizando el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, el pueblo de Cuba obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito –algo que no parece probable por la dignidad del pueblo cubano–, de todas formas se convertiría a ese gran agravio en un triunfo pírrico, vil y canallesco en una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos”.
El primer mandatario mexicano afirmó que ya es tiempo de la hermandad y no de la confrontación: “como lo señalaba José Martí, el choque puede evitarse, lo cito: ‘con el exquisito tacto político que viene de la majestad del desinterés y de la soberanía del amor’. Es el momento de una nueva convivencia entre todos los países de América, porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado, no tiene futuro ni salida y ya no beneficia a nadie. Hay que hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva”.
Por ello, llamó a explorar la opción del diálogo con los gobernantes estadunidenses y convencerlos y persuadirlos de que una nueva relación entre los países de América, de toda América, es posible. López Obrador dijo que esta propuesta “puede parecer utópica y hasta ingenua, pero en vez de cerrarnos debemos abrirnos al diálogo comprometido y franco, y buscar la unidad en todo el continente americano”.
Por ello, aseguró: “insistiré con el presidente [Joe] Biden en que no se excluya a ningún país de América en la cumbre del mes próximo, a celebrarse en Los Ángeles, California. Y que las autoridades de cada país decidan libremente si asisten o no a dicho encuentro, pero que nadie excluya a nadie.”
Acompañado por el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el primer mandatario mexicano advirtió que, de continuar la tendencia de las últimas tres décadas, para 2051 China contaría con 64.8 por ciento del mercado mundial y Estados Unidos únicamente cuatro y hasta 10 por ciento.
Al respecto, consideró que se requiere una nueva visión política y económica y reafirmó su propuesta de integrar una figura semejante a la Unión Europea, apegada a la historia, realidad e identidades de América.
“En ese espíritu, no debe descartarse la sustitución de la OEA [Organización de Estados Americanos] por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador, a petición y aceptación de las partes en conflicto, en asuntos de derechos humanos y de democracia”, señaló.
Para el presidente López Obrador, la integración de un tratado para el desarrollo económico y comercial en el continente –con respeto a las soberanías– le conviene a todos los países, además de representar la salida más eficaz y responsable frente a la fuerte competencia que podría acrecentarse y llevar inevitablemente al declive de todas las Américas.
También agradeció a su homólogo cubano por haber sido distinguido con la Orden “José Martí”, prócer cubano a quien refrendó su admiración, y afirmó: “a título personal, sostengo que yo nunca he apostado, no apuesto ni apostaré al fracaso de la Revolución Cubana, a su legado de justicia y a sus lecciones de independencia y dignidad. Yo nunca voy a participar con golpistas que conspiran contra los ideales de igualdad y fraternidad universal.
“El retroceso es decadencia y desolación, es asunto de poder y no de humanidad. Prefiero seguir manteniendo la esperanza de que la Revolución renazca en la Revolución. Que la Revolución sea capaz de renovarse para seguir el ejemplo de los mártires que lucharon por la libertad, la igualdad, la justicia, la soberanía. Y tengo la convicción y la fe de que en Cuba se están haciendo las cosas con ese propósito, de que se haga la nueva Revolución en la Revolución; es la segunda gran enseñanza, la segunda gran lección de Cuba para el mundo. Este pueblo volverá a demostrar que la razón es más poderosa que la fuerza.”
Durante su discurso oficial, también expresó su pésame a familiares de las víctimas por el accidente ocurrido en el hotel Saratoga, en La Habana.
También exaltó las relaciones de auténtica hermandad que desde tiempos remotos unen a ambas naciones.
Por su parte, el presidente Díaz-Canel Bermúdez consideró que ha sido un encuentro memorable y agradeció a su homólogo mexicano por la visita en estos tiempos convulsos y por las condolencias expresadas ante los hechos recientes. “Le he agradecido al presidente López Obrador su posición firme, como lo ha manifestado en sus palabras, de rechazo al bloqueo genocida impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a nuestro país en el ámbito comercial, económico y financiero, y además al recrudecimiento que tiene ese bloqueo en los momentos actuales”.
Como parte de los acuerdos entre ambas naciones, los presidentes suscribieron una declaración conjunta que consolida una nueva etapa en la relación bilateral y un acuerdo de cooperación en materia de salud.
Te puede interesar: AMLO a Biden: excluir a Cuba de próxima Cumbre es política de hace 2 siglos