En México se garantiza la libertad de expresión y no se censura a nadie, aseguró esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador. Al respecto, destacó que “nunca habían insultado tanto a un presidente [como ahora lo hacen], yo creo que sólo en el caso del presidente Madero. Nunca”.
Por ello, estimó que “hay tanta libertad de expresión que me insultan un día sí y el otro también. Y yo no los insulto, yo nada más replico. Y tengo que informar a la gente porque, si no, me quedo en estado de indefensión”.
En su conferencia matutina, el primer mandatario consideró que los ataques no son contra él como individuo sino a lo que representa: “¿y qué represento? Pues, junto con millones de mexicanos, un proceso de transformación, millones de mujeres y hombres que queremos un cambio verdadero, que dijimos basta a la corrupción, a la impunidad, al autoritarismo, y estamos luchando por eso”.
Agregó que en ese tenor no puede quedarse callado. Y expuso que al tiempo que responde también garantiza “el derecho que tienen nuestros adversarios: Zuckerman, Chumel, López-Dóriga, Ciro, Ferriz, Carmen Aristegui, los del Reforma, los de El Universal, todos”.
El presidente calculó que por cada 100 articulistas de medios de comunicación, 99 están en contra de su proyecto de nación. Por ello, cuestionó: “¿cuándo se había visto tanta libertad? Nunca, nunca. Lo que pasa es que estamos desmitificando porque era el cuarto poder”.
Asimismo, López Obrador criticó que esos medios de comunicación corporativos y sus opinadores utilicen la libertad de expresión para hacer negocio y robar. “Las grandes empresas tenían sus medios de comunicación, o tienen, para protegerse y someter al poder público, y recibir contratos y créditos y prebendas. Eran parte, y siguen siendo, de los grupos de poder económico y de poder político que se sentían los dueños de México. No se podía tocar a ningún medio de información porque no se tocar al intocable. Se llegó al extremo de que antes los medios estaban al servicio de los presidentes, y luego los medios llegaron a imponer presidentes”.
En ese contexto, el primer mandatario preguntó si acaso a esos medios y sus comunicadores les importa o le tienen respeto al pueblo o si le tienen amor al pueblo, a lo que respondió que no, porque lo que defienden son intereses.
“Necesitamos por eso una transformación, un cambio profundo en el papel de los medios de información, en donde se tenga como objetivo principal el informar al pueblo con objetividad, con profesionalismo; eso es lo que se requiere, no los medios para la cúpula, porque así está, es para los de arriba”.
López Obrador expuso que hay dos mundos o dos esferas: “la llamada sociedad política y el pueblo raso. Y para todos los informadores –con honrosas excepciones– lo que importa es la sociedad política, el pueblo no existe para ellos. Entonces, ahora es distinto y por eso el desconcierto. Como se están dando estos reacomodos, pues no hay más que atacarnos, pero yo creo que a estas alturas ya deben de saber que nosotros no vamos a dar ni un paso atrás”.
Al respecto, indicó “imagínense, tanto tiempo luchando ¿para llegar y hacer lo mismo?, ¿convertirnos en peleles de los potentados?, ¿o en florero, estar nada más aquí de adorno?, ¿o para que nos digan ‘señor presidente’?, que yo pueda decir: ¿qué horas son? ‘Las que usted quiera que sean, señor’. No, no, no, nada de esa parafernalia de poder nos importa, lo que queremos es la transformación del país, cambios verdaderos, no simular, como ya sucedió, que hablaron de un cambio y fue más de lo mismo, gatopardismo, eso que consiste en que las cosas en apariencia cambian para seguir igual. No”.
El presidente afirmó que siempre va a ser muy respetuoso de la libertad de expresión y a cuidar la vida, garantizar los derechos humanos, que es el principal de los derechos humanos, de manera sincera, por convicción. “Llevamos ya muchísimo tiempo en esta lucha y no vamos a traicionar al pueblo”.