El general Gaytán Ochoa recomendó al general Salvador Cienfuegos que la Sedena cooptara periodistas, académicos, políticos, intelectuales, blogueros, editores y twitteros para filtrarles información favorable al Ejército Mexicano. En 2015, el entonces asesor del secretario de la Defensa del gobierno peñista también propuso que se crearan “voceros específicos por cada tema sensible (Tlatlaya, Ayotzinapa, CIDH, fuero militar)”, para proteger la imagen de la institución y del alto mando, revela uno de los documentos hackeados por Guacamaya. Ahora dentro de las Fuerzas Armadas, Gaytán Ochoa –exsubsecretario de la Defensa en el sexenio calderonista– se conoce como abierto opositor al gobierno de López Obrador
Cooptar periodistas, académicos, políticos, intelectuales, blogueros, editores, twitteros, entre otros “voceros de la sociedad civil”, para filtrarles información favorable al Ejército Mexicano, fue una de las 12 recomendaciones que planteó en 2015 –durante el gobierno de Enrique Peña Nieto– el general Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, como parte de una estrategia de medios que ideó a solicitud del general Salvador Cienfuegos Zepeda, entonces secretario de la Defensa Nacional.
La propuesta está fechada el 16 de octubre de 2015, en un momento en el que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) atravesaba uno de los peores descréditos en la época reciente, pues además de los crímenes cometidos en el sexenio calderonista se sumaban los casos del gobierno peñista, en especial Ayotzinapa y Tlatlaya (ocurridos en 2014).
En dicha estrategia se sugería cambiar la manera en la que la institución enfrentaba la crítica social, capturando las voces que participaban en medios de comunicación y redes sociales para limpiar la imagen de la institución y del propio secretario de la Defensa.
El general Gaytán Ochoa –quien para entonces ya se encontraba retirado, pero en funciones de asesor del general Cienfuegos Zepeda– también recomendó la creación de la figura del vocero oficial de la Sedena y de “voceros específicos por cada tema sensible (Tlatlaya, Ayotzinapa, CIDH, fuero militar, etcétera)”.
Año y medio después de que Gaytán Ochoa presentó este proyecto para “limpiar la imagen” de la Sedena, el 27 de febrero de 2017 esa Secretaría clasificaba a los columnistas como “positivos” o “negativos” en función de sus opiniones. Uno de los archivos filtrados tras el ciberataque masivo que sufrió la institución –por el grupo de hackers denominado Guacamaya– da cuenta de esta categorización, en la cual figuran 39 opinadores y periodistas.
De éstos, 21 fueron catalogados con una “tendencia” positiva hacia la Sedena y el gobierno peñista, y 18 con una “tendencia” negativa. El reporte militar está firmado por el EMDN [Estado Mayor de la Defensa Nacional] y la Sección de Análisis de la Dirección General de Comunicación Social, y en este se incluyen los nombres de los columnistas, sus imágenes –en al menos tres casos son erróneas– y los medios donde publicaban.
Las recomendaciones
“Cooptar voceros de la sociedad civil (académicos, políticos, periodistas, intelectuales, etcétera) a los cuales se les proporcione información que les permita defender al Ejército en los distintos ámbitos de discusión política y social, tanto a nivel nacional como internacional”, señalaba textualmente la propuesta del exsubsecretario de la Defensa Nacional de Calderón.
En otro punto, planteaba una “estrategia de acercamiento con blogueros, editores, twitteros, etcétera; desayunos con ellos en la Secretaría de la Defensa por parte del vocero y alimentación constante de información”.
Asimismo, sugería “crear la figura del vocero oficial de la Sedena para que coordine a los demás y lleve la posición del secretario de la Defensa. Para ello, el designado deberá cubrir un perfil que garantice su lealtad a toda prueba, conocimientos sobre comunicación social (puede capacitársele en breve), facilidad de expresión y dominio de un lenguaje de alto nivel, pero empático”.
A la par, aconsejaba “crear voceros específicos por cada tema sensible (Tlatlaya, Ayotzinapa, CIDH, fuero militar, etcétera) que dominen los temas a detalle y que participen en todas las oportunidades que se presenten en los medios de comunicación, foros, etcétera, para dar a conocer la visión del Ejército y aclarar los puntos erróneos o negativos”.
Otras recomendaciones de Gaytán Ochoa a Cienfuegos fueron:
-“Proteger, esto resulta impostergable, la imagen del Ejercito y Fuerza Aérea Mexicanos, así como la del secretario de la Defensa, reservando la salida de este último ante los medios solamente para situaciones positivas, que son muchas.
-“Enfocar la comunicación hacia la respuesta personalizada, no hacia las entrevistas masivas, debido a los riesgos de interpretaciones polarizadas […].
-“Crear micrositios web (dentro de la página de la Sedena) con información disponible para la prensa, organismos internacionales y organizaciones civiles. Las infografías pueden ser de gran utilidad. Los micrositios pueden estar activos todo el tiempo o tenerse fuera de línea y subirse cuando se requiera. Ello reduciría y hasta podría eventualmente evitar la necesidad de entrevistas o comparecencias.
-“Envío de cartas o notas de agradecimiento de parte del secretario de la Defensa Nacional hacia las personas o instituciones que se expresen bien de las Fuerzas Armadas, en particular del Ejército Mexicano.
-“Aclaración respetuosa pero rápida y puntual de puntos negativos expresados por medios, organizaciones o líderes de opinión.
-“Fortalecer a las vocerías de otras instituciones (PGR, Semar, Policía Federal) con información generada por la vocería de Sedena, a fin de que puedan distribuirla e incorporarla en sus comunicaciones.”
Detalles de la estrategia
La asesoría del general Gaytán planteó que este proyecto tendría un “periodo de maduración mínimo”: “dar tiempo, al menos 6 (seis) meses, para que la estrategia permita mejorar la percepción sobre el Ejército y aclarar los temas sensibles”. Para conocer sus resultados, indicó que se debería “medir el antes y después en posicionamiento y conocimiento de la institución y temas sensibles. Ello permitirá inferir las políticas futuras”.
Esta propuesta le fue solicitada al exsubsecretario de la Defensa Nacional de Calderón, luego de que el general Cienfuegos Zepeda fue entrevistado por el reportero Santos Mondragón –para Televisa–, el 5 de octubre de 2015. Once días después, Gaytán Ochoa presentaba al alto mando su análisis consistente en seis puntos torales, y su estrategia de 12 recomendaciones.
En aquella entrevista, el entonces secretario de la Defensa habló, entre otros temas, de la masacre de Tlatlaya –donde al menos 15 personas fueron ejecutadas por militares el 30 de junio de 2014– y la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, ocurrida la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Sobre este último caso, el general Cienfuegos aseguró que ningún militar estuvo involucrado, porque no estaban en el 27 Batallón de Infantería en Iguala. Incluso afirmó que el 27 de septiembre de 2014, los padres de los normalistas ingresaron a las instalaciones militares y comprobaron que ahí no estaban sus hijos.
Ahora se sabe –por el trabajo forense del GIEI y de la Covaj– que al menos seis jóvenes fueron trasladados con vida a esas instalaciones militares. También, que los restos de otros estudiantes fueron llevados allí y que el entonces coronel José Rodríguez Pérez –en aquel momento, comandante del 27 Batallón– no sólo sería responsable directo de la desaparición de los seis estudiantes, sino del resto. Además, tenía nexos con el cártel Guerreros Unidos. Por todo ello, el gobierno de México ha reconocido desde el pasado 18 de agosto que se trató de un crimen de Estado.
Aquella entrevista no resultó como el general Cienfuegos esperaba. Por ello, giró órdenes para que sus asesores externos evaluarán la situación:
“Por este conducto, me es grato enviarle un cordial saludo y a la vez aprovecho la oportunidad para informarle que por instrucciones del C. Gral. Brig. DEM., Secretario Particular, se le hace de su conocimiento que el C. General Secretario de la Defensa Nacional dispuso que proponga las posibles acciones que desde el ámbito político, podría implementar esta Secretaría, para revertir los impactos negativos y explotar los positivos que se han generado con motivo de la entrevista concedida por el Alto Mando al periodista Santos Mondragón, transmitida por noticieros televisa del 5 al 7 Oct. 2015. Agradeciéndole acusar de recibo por esta misma vía y remitir a la brevedad posible sus comentarios sobre el particular, poniéndonos a sus órdenes para cualquier duda o aclaración [sic]”, indicaba la comunicación por correo electrónico que le fue enviado al exsubsecretario.
Además del general retirado Gaytán Ochoa, entre los otros asesores que recibieron la misma solicitud de analizar el asunto y realizar sus propuestas individuales estaban: Juan Ibarrola Carreón, “periodista especializado en Fuerzas Armadas” y columnista del diario Milenio –quien además apoyó la visión del Ejército en entrevistas, según él mismo informó a la Sedena–; Monte Alejandro Rubido García, fundador del Cisen y entonces titular de la Comisión Nacional de Seguridad; el jurista Juan Velásquez Evers, abogado de los hermanos Carlos y Raúl Salinas de Gortari; el académico Javier Oliva Posada; el ya fallecido embajador emérito Sergio González Gálvez; y otros seis generales en situación de retiro: Virgilio Daniel Méndez Bazán –quien también fue subsecretario de la Defensa con Peña Nieto (2012-2014) y en ese momento era diputado por el PRI–, Delfino Mario Palmerín Cordero –ya fallecido, comandante de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, director de la Escuela Militar de Armas y los Servicios en Puebla–, Humberto Romero Aguilar, Manuel Víctor Estrada Ricárdez – comandante de la Fuerza Aérea Mexicana con Calderón–, Humberto Rodríguez Martínez –quien, según el diario El Universal, habría tenido participación en la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968–, y Mauricio Sánchez Bravo – comandante de la XXI zona militar en el sexenio de Calderón.
En su propuesta, el general Gaytán Ochoa evaluó que la entrevista del general Cienfuegos en Televisa había “tocado los puntos mas importantes por los cuales ha sido cuestionado el Ejército Mexicano, bajo la perspectiva de dar nuestra visión de los hechos y mitigar o contener las malas interpretaciones y la desinformación. Sin embargo, ante los ojos de la opinión pública y de diversos medios informativos, también parece ser un recuento de algunos aspectos negativos, realizados, siempre según aquella opinión, por las más altas autoridades en el país, lo cual trae la consecuencia de reactivar los temas, subirse al debate político y cancelar la oportunidad de ‘futuras versiones’ o correcciones a las declaraciones realizadas”.
Añadió que “por no ser exhaustiva la entrevista, debido al espacio tan limitado de que disponen los medios, las explicaciones parecen quedar cortas para cada uno de los temas que han generado grandes debates entre la sociedad. Lo cual permite toda una gama de interpretaciones”.
Gaytán Ochoa indicó que “el secretario de la Defensa asume la primera línea de defensa de la imagen de la institución y mete las manos al fuego por todos sus integrantes y en todas las situaciones. Esta visión de generalidad (de totalidad) evidentemente es bien recibida y muy bien vista al interior del Ejército y la Fuerza Aérea, pero muy probablemente no sea del todo creíble para la sociedad, dado el entorno histórico que vivimos”.
Asimismo, consideró que “por falta de otros actores idóneos, el secretario de la Defensa Nacional se ve impelido a insertarse de lleno, en las primeras líneas de defensa mediática del actual gobierno, papel que, a todas luces, no le corresponde, sus muy altas responsabilidades son otras. Por ello debieran salir a medios los voceros de Presidencia de la República, Secretaría de Gobernación y de la Comisión Nacional de Seguridad Pública”.
También observó que “hacia el interior del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos, es evidente que la posición presentada por el alto mando contribuyó de manera notable a fortalecer la moral de las tropas, así como a identificar al citado alto funcionario, no sólo como el secretario del ramo, sino que también como su líder”.
General Gaytán Ochoa, abierto opositor de AMLO
El 22 de octubre de 2019, el general retirado Carlos Demetrio Gaytán Ochoa se destapó como abierto opositor al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con el diario La Jornada, aquel día el segundo al mando de la Sedena en el gobierno de Felipe Calderón participó en un desayuno de las Fuerzas Armadas –al que también había acudido el actual secretario Luis Cresencio Sandoval–; ahí, señaló que las corrientes políticas de izquierda habían polarizado al país, al tiempo que acusó que el actual presidente acumulaba mucho poder.
En 2019, el análisis del general Gaytán era que en México la sociedad estaba polarizada políticamente porque la ideología dominante se sustentaba en corrientes de izquierda que acumularon resentimiento. En ese contexto, cuestionó: “¿quién aquí ignora que el alto mando [secretario de la Defensa] enfrenta, desde lo institucional, a un grupo de ‘halcones’ que podrían llevar a México al caos y a un verdadero Estado fallido?”
Ésos no fueron los únicos reproches a López Obrador. Quien fuera la mano derecha del general Guillermo Galván Galván también afirmó que el primer mandatario propiciaba “decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad”.
Además, señaló: “nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados”, frase que recaló, pues apenas 5 días antes –el 17 de octubre de 2019– las Fuerzas Armadas habían protagonizado el Culiacanazo, como se le conoce a la serie de enfrentamientos, bloqueos de vialidades y amenaza de quemar vivas a las familias de los militares en Culiacán, Sinaloa, por parte de integrantes del Cártel de Sinaloa. Ello, con el objetivo de que se liberara a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, el Chapo. Tal como finalmente ocurrió para evitar una desgracia mayor.
El exsubsecretario de la Defensa consideró que en aquel primer año del gobierno obradorista, “el alto mando [secretario de la Defensa] sostiene hoy sobre sus espaldas la muy alta responsabilidad de mantener cohesionado al país, de coadyuvar a su pacificación a la brevedad posible, de hacerlo todo con el menor costo social, y la mayor eficacia”. |
Los columnistas con tendencia positiva a la Sedena
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de la Defensa Nacional clasificaba a los columnistas como “positivos” o “negativos” en función de sus opiniones. Uno de los archivos filtrados tras el ciberataque masivo que sufrió la institución por Guacamaya da cuenta de esta categorización, en la cual figuran 39 opinadores y periodistas.
De éstos, 21 fueron catalogados con “tendencia” positiva hacia la Sedena y el gobierno peñista, y 18 con “tendencia” negativa. El reporte militar está fechado el 27 de febrero de 2017 y firmado por el EMDN [Estado Mayor de la Defensa Nacional] y la Sección de Análisis de la Dirección General de Comunicación Social.
Los columnistas se identifican no sólo con su nombre, sino también con fotografía de su rostro y el medio de comunicación en el cual publicaban en aquel momento sus opiniones.
En la lista de los que fueron denominados con tendencia positiva al Ejército –a ojos de la Sedena, en aquel momento encabezada por el general Salvador Cienfuegos– se encuentran:
“1. Juan Ibarrola Carreón, Milenio “2. Jorge Fernández Menéndez, Excélsior “3. José Cárdenas, Excélsior “4. Joaquín López-Dóriga, Milenio Diario “5. Carlos Marín, Milenio Diario “6. Ciro Gómez Leyva, El Universal y Grupo Fórmula “7. Dolores Ayala Nieto, Fundación “Solo Por Ayudar” “8. Santos Mondragón Barrientos, Foro Tv “9. Javier Oliva Posada, El Sol de México “10. Ana Rosa Palma, Grupo Radiorama “11. Ana María Salazar, El Financiero “12. Federico Ponce Rojas, Excélsior “13. José Luis Camacho Vargas, El Sol de México “14. Juan Carlos Ramírez Hernández, Indicador Político “15. Juan Bustillos, Impacto “16. Miguel Ángel Godínez García, Excélsior “17. Coronel retirado Jorge Nuño Jiménez, Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, AC
“19. Ciro Di Costanzo, Excélsior “20. Denise Maerker Salmón, Televisa “21. Sergio Sarmiento Fernández de Lara, Reforma, Radio Red, Azteca 13 y Proyecto 40”
Mientras que en la lista de columnistas con tendencia negativa a la Defensa se ubicaban:
“1. Isabel Arvide, Ovaciones “2. Roberto Zamarripa, Reforma “3. Katia D´Artigues, El Universal “4. Octavio Rodríguez Araujo, La Jornada “5. Luis Soto, 24 Horas “6. Miguel Ángel Velázquez, La Jornada “7. Julio Hernández López, La Jornada “8. Pedro Peñaloza, El Sol de México “9. Carlos Loret de Mola, El Universal “10. Denise Eugenia Dresser Guerra, Reforma, MVS Radio 102.5 FM y Foro TV “11. Anabel Hernández, Proceso “12. Juan Veledíaz, Proceso “13. Zósimo Camacho, Contralínea “14. Miguel Badillo, Contralínea “15. Ricardo Raphael, El Universal “16. Raymundo Riva Palacio, El Financiero “17. Carmen Aristegui, CNN “18. Sergio Aguayo Quezada, Animal Político” [sic / El académico no fue colaborador de ese medio, sino de la revista Proceso]
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La entrevista al general Cienfuegos
El 5 de octubre de 2015, Televisa transmitió la entrevista de Santos Mondragón al entonces secretario de la Defensa Nacional. En ésta, el general Salvador Cienfuegos declaró sobre el caso Ayotzinapa que ningún militar estuvo involucrado en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, porque no estaban presentes en el 27 Batallón de Infantería en Iguala y porque nunca intervenían en actos relacionados con los jóvenes. Incluso afirmó que el 27 de septiembre de 2014 los padres de los normalistas ingresaron a las instalaciones militares.
“Yo tengo totalmente claro qué es lo que sucedió con nuestra gente. ¿Qué sucedió con los estudiantes?, yo no puedo investigar. El 13 de junio del año pasado, en un nuevo acotamiento al fuero de guerra, nos indican que nosotros estamos impedidos a investigar cuando en los hechos intervienen civiles […]. Lo que sí le puedo decir es dónde estaba nuestra gente y qué estaba haciendo: ese día, que fue el 26 de septiembre del año pasado [2014], en el 27 Batallón no había gente. Estamos hablando de las ocho, ocho y media, nueve [de la noche] y hasta la una o dos de la mañana. Nuestra gente también tiene familia, también salen a estar con sus familias los que no están de servicio. Entonces tenemos un porcentaje mínimo de gente disponible en el cuartel.
“En todos los cuarteles del país tenemos algo que se llama Fuerza de Reacción. En el 27 batallón también había ese día una Fuerza de Reacción que desde las 11 de la mañana, aproximadamente, estaba atendiendo un accidente, en la carretera federal que va de Iguala a Puente de Ixtla, de una pipa que transportaba nitrato de amonio. Se volcó, obstruyó los dos carriles de esa carretera y estaba parado el tráfico y además con riesgo de un problema mayor. Y nosotros nos fuimos con esta gente allá a atender este problema y regresaron alrededor de las 10 y media de la noche. Ya había pasado mucho de lo que ahí se dice [el crimen].
“A partir de que llegan [los elementos de la Fuerza de Reacción] es cuando llegan entonces a salir, a ver el problema. Nuestra gente antes no fue posible que atendiéramos y además, lo he dicho en otras ocasiones, en esta administración para antes de ese día llevábamos más de 100 eventos contabilizados de estos jóvenes de Ayotzinapa que salían a las calles a hacer lo mismo: secuestrar autobuses, tomar mercancía de los camiones estos de papitas y refrescos, y todas esas cosas, a exigirle a los ciudadanos el que aportaran recursos. Más de 100 ocasiones habían salido, y en todas esas ocasiones supimos que salieron y qué estaban haciendo y en ninguna intervenimos. ¿Por qué aquí debíamos haber intervenido?, que es parte de lo que se señala.
“Primero, no teníamos gente. Segundo, no teníamos por qué haber intervenido. ¿Dónde estaba la policía estatal? La municipal estaba atendiendo el problema, la estatal no sé. Yo no he sabido que haya estado ahí, o la Policía Federal, que también la señalan, tampoco tengo conocimiento de que haya estado ahí. Y si no ha pasado la policía estatal y si no ha pasado la policía federal u otras policías, ¿por qué tenía que haber estado el Ejército? Luego se señala también, y es algo que me preocupa, que si el hecho de no haber intervenido como algunos quisieran eso significó que los hubieran asesinado. Pues nosotros cómo podíamos saber que los iban a masacrar, si este es el hecho que aparentemente [es]. Ahora hay dudas sobre esto. Yo no tengo dudas [de que los masacraron] pero respeto las opiniones de otros. No tuvimos nada que ver y esto me lleva a otros temas: por ejemplo, ingresar a las instalaciones militares, porque la Procuraduría [General de la República] hizo su investigación y no encontró ningún indicio mínimo de nuestra participación en algo ilegal; lo hizo la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos y tampoco encontró nada. Acaba de dar su informe este grupo de expertos de la Comisión Interamericana y también dicen que del Ejército no hay ningún indicio de que haya participado. ¿Cuál es la razón o el pretexto de querer ingresar a los cuarteles? El día 27 [de septiembre de 2014] estuvieron en el cuartel: un ministerio público, estuvo presente el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado, ingresaron, preguntaron, hablaron con el comandante algunos padres de familia y se cercioraron que no teníamos nada.”
El periodista Santos Mondragón le preguntó: ¿es decir que solamente unas horas después de la desaparición de los jóvenes se les permitió el acceso?
Y el general respondió: “sí. Vinieron al cuartel. Habló con el comandante, les permitió el acceso, les dio respuesta a sus preguntas. Le pidieron apoyo para buscar a los jóvenes. Se les pidió que trajeran fotografías y nombres para empezar a buscarlos. Nosotros no sabíamos que habían desaparecido y entonces empezamos también a participar en la búsqueda. Entonces yo no entiendo ahí el porqué querer obligar a las Fuerzas Armadas a abrir sus cuarteles. Nuestros cuarteles están abiertos, lo acabo de decir: en agosto tuvimos 234 mil mexicanos en las base aérea militar de Santa Lucía. Entonces, dicen que los tenemos retenidos [a los estudiantes], para qué los queremos, con qué finalidad podríamos tenerlos, en dónde y para qué. Otros dicen, por ahí hubo un catedrático que dice que fueron quemados en los hornos crematorios modernos del Ejército. A ver, nosotros no tenemos hornos crematorios y mucho menos modernos, si no tenemos ni viejos, ni modernos. Tenemos, sí, un velatorio militar donde hay un crematorio que está en la salida a Cuernavaca. Eso es lo único que tenemos. No sé de dónde salió esa idea de que nosotros habíamos participado en este crimen. Lo lamentamos mucho, es muy lamentable y lo sentimos como todos. Creo que necesitamos seguir acompañando a los padres, apoyarlos y que se encuentre la verdad de qué pasó con sus hijos. Pero querer involucrar al Ejército en esto porque a alguien se le ocurrió, creo que es algo muy grave y que hay autoridades que deberían decir lo que a derecho corresponde en este asunto.
“Yo invito, a través de esta importante empresa que llega a todo el país y fuera del país, que si alguien tiene información de uno solo de los soldados que haya estado en Iguala, que haya participado en esto, que haga la denuncia correspondiente. Hemos ido a declarar casi 50 soldados a la Procuraduría General de la República. Algunos, hasta cuatro veces sin tener un solo señalamiento. No sé entonces qué es lo que se espera que haga la Secretaría de la Defensa Nacional o las Fuerzas Armadas en general para atender esto. Nosotros estamos en la mejor disposición de contribuir en lo que sea necesario. Todo está en actas, todo está en averiguaciones, todo lo que se dice ahí que confunde está en la averiguación. Ya está abierta, acaba de abrirla la Procuraduría todo mundo puede ver por minutos qué pasó. Lo que no se dice es que no teníamos gente para salir a atender el problema, y de haberla tenido pues difícilmente hubiéramos salido a hacerlo, porque qué hacíamos. Ahora sí se la regreso a usted: ¿a quién apoyaríamos? Usted dígame: a la policía que estaba tratando de controlar a jóvenes que estaban robando autobuses, o los estudiantes que estaban violentando las cosas. ¿A quién se debería de apoyar? Ahí lo dejo en el aire.” |
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