El impacto de la inseguridad en la economía mexicana registró un descenso marginal el año pasado. Mientras que en 2019 ascendió a 4.71 billones de pesos, lo que equivalió al 22.5 por ciento del PIB, en 2020 fue de 4.57 billones, el 21 por ciento del PIB
El costo económico de la violencia en México es de 36 mil 893 pesos por persona, casi el triple del salario promedio mensual, y un monto siete veces mayor que el gasto público en salud y más de seis veces mayor que la inversión en educación, revela el Índice de Paz México 2021.
El documento del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), grupo independiente de expertos, no partidista y sin fines de lucro con sede en Sídney, Australia, refiere que de la mayoría del impacto económico, el 47.4 por ciento, corresponde a los homicidios, casi ocho veces el promedio mundial, de 7 por ciento.
El 33.2 por ciento se atribuye a los delitos con violencia; 12.5 por ciento al gasto gubernamental para prevenir y combatir los delitos; el 5.6 por ciento a gastos de protección privada, y el 1.3 por ciento a otros rubros, advierte Carlos Juárez, director en México del IEP.
Indica que México registró 34 mil 681 víctimas de asesinato en 2019 y 34 mil 554 en 2020. Aclara que el IEP reportó una mejora del 3.5 por ciento en el Índice de Paz general tras 4 años de deterioro sucesivo y un cambio de tendencia frente al “marcado crecimiento de la violencia” de 2015 a 2018.
“Esta mejora en la paz tiene que ver con una reducción en los delitos violentos, que cayeron un 13 por ciento, sobre todo a partir de marzo de 2020”, explicó Juárez.
El experto manifestó que por primera vez desde que miden la paz en México (hace 7 años) se redujo la tasa de homicidios, a 27.8 por cada 100 mil habitantes. “Es una buena noticia, bajó 1.3 por ciento el homicidio en nuestro país, pero es una mejora marginal, seguimos teniendo niveles históricamente altos de homicidio”, matizó.
Pese a estas mejoras, señaló un aumento de 64 por ciento en la violencia familiar y de 60 por ciento en la violencia sexual en los últimos 5 años. “Son violencias que están muy altamente concentradas en mujeres y niñas, y más del 95 por ciento de los agresores suelen ser hombres”, precisó.
En este periodo, añadió, los crímenes de delincuencia organizada crecieron 40 por ciento y el tráfico a pequeña escala incrementó 125 por ciento.
Dijo que el instituto estima que las cinco ciudades más violentas del mundo son mexicanas: Tijuana (Baja California) y Ciudad Juárez (Chihuahua) en la frontera norte, Uruapan en el occidental estado de Michoacán, Irapuato en el central estado de Guanajuato, y Ciudad Obregón, en Sonora.
Aumenta gasto de Fuerzas Armadas
El reporte del Instituto para la Economía y la Paz (fechado en mayo de 2021), desveló que el gasto militar en México tuvo su nivel más alto en 2020, mientras que el de seguridad pública su punto más bajo en 12 años. Los gastos del gobierno dedicados a reducir la violencia ascendieron a 588 mil 300 millones de pesos.
Pero de este monto el gasto militar representó más de 140 mil millones de pesos, un crecimiento anual de 7.6 por ciento, mientras que la inversión en seguridad pública cayó 4.5 por ciento a cerca de 40 mil millones de pesos.
“Vemos con mucha preocupación que en los últimos 6 años la inversión en seguridad pública ha caído 31por ciento, la inversión en el sistema de justicia ha bajado un 3 por ciento y en ese mismo periodo el gasto militar ha crecido un 14 por ciento”, apuntó Carlos Juárez.
Destacó que el gasto público en seguridad interna y el sistema judicial es apenas el 0.7 por ciento del PIB, menos de la mitad del promedio regional de 1.5 por ciento de Latinoamérica.
“México es el país latinoamericano que menos invierte en sus sistemas de seguridad y justicia. Con la crisis actual de violencia, no podemos darnos ese lujo, hay una crisis grave de impunidad”, advirtió.
Consideró que si México redujera su tasa de homicidios en 10 por ciento –lo cual es un objetivo alcanzable–, el impacto económico del homicidio disminuiría en 219 mil millones de pesos. Una reducción así equivaldría a cuatro veces el gasto que hizo el gobierno en ciencia, tecnología e innovación en 2019, considera Índice de Paz en su reporte 2021.
Por otra parte, advierte que, si México logra solucionar la falta de inversión en el sistema de justicia penal, combatir la corrupción y fortalecer sus instituciones, tendrá grandes posibilidades de lograr avances significativos en sus niveles de paz.
Ello, en virtud de que los homicidios representaron 48 por ciento del impacto económico de la violencia, con 2.19 billones de pesos (114 mil millones de dólares) en 2019, mientras que el impacto económico de la delincuencia organizada mostró un incremento de 20.7 por ciento en ese año, siendo el indicador que más aumentó.
El impacto económico per cápita de la violencia varía significativamente de un estado a otro, desde 11 mil 146 pesos en Yucatán hasta 77 mil 957 pesos en Colima. En 2020, el impacto económico de los costos de protección privada aumentó en un 86.2 por ciento, el mayor aumento porcentual de cualquier indicador. Las empresas que compraron medidas de protección impulsaron el aumento, particularmente en la Ciudad de México.
Desde 2015, nueve estados han registrado mejoras en el impacto económico de la violencia y cada uno de ellos ha tenido, en promedio, una mejora del 17 por ciento.
En contraste, 23 estados han registrado deterioros en su impacto económico y cada uno de ellos ha tenido, en promedio, un deterioro del 66.9 por ciento. Si el nivel de violencia de todos los estados se redujera al nivel de los cinco estados más pacíficos, el resultado sería un dividendo de paz de 3.3 billones de pesos al año, indica el informe del IEP.
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