Ante el riesgo inminente en el Valle de México de vivir una sequía similar a la que sufrió Monterrey en 2022, los gobiernos de la capital y el Estado de México pidieron a la Conagua que, en su calidad de institución rectora, cancele el suministro del agua a cinco clubes de golf –actividad que no se considera esencial– y combatir las tomas clandestinas del vital líquido. De acuerdo con las estimaciones de las autoridades, la crisis y el consecuente desabasto se recrudecerán entre abril y junio de este año, periodo que coincide con el proceso electoral
Ante la grave sequía por la escasez de precipitaciones pluviales en los últimos meses, que mantiene a las presas en mínimos históricos, autoridades federales y locales de la capital del país y del Estado de México prevén un fuerte desabasto de agua potable en el Valle de México para los meses de abril a junio (empatado con los tiempos del proceso electoral).
Por ello, en reunión privada con el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Martínez Satoyo, los titulares de las comisiones locales de agua propusieron medidas urgentes: cerrar la llave al abuso excesivo del consumo en cinco clubs de golf ubicados en el Estado de México; impedir tomas ilícitas en zonas residenciales, como Bosque Real, Huixquilucan; combatir el huachicol (tomas clandestinas) de pipas y valvuleros; reparar múltiples fugas en líneas principales de conducción del vital líquido; desconectar las 1 mil 600 mangueras en la presa El Bosque, de Michoacán; aumentar la capacidad electromecánica de 86 pozos en el Edomex y atender la compensación por sembrar sin riego.
Lo anterior, que ha puesto en alerta máxima a las autoridades de las dos entidades y del gobierno federal, ha permitido identificar las causas de la aguda crisis de abasto de agua del Sistema Cutzamala, que afectará en el primer semestre del año el consumo en todo el Valle de México.
A pesar de ello, aún hay resistencias de funcionarios para adoptar medidas extremas que permitan asegurar un abasto eficiente y seguro para el consumo humano, antes que privilegiar el uso comercial, industrial y deportivo.
En una reunión realizada en días pasados y a la que asistieron el director general de la Conagua, Germán Martínez Santoyo; el coordinador general del Sistemas de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Bernardo Carmona Paredes, y otros funcionarios de la Secretaría del Agua del Estado de México, se propuso adoptar acciones emergentes para evitar el desabasto; sin embargo, aseguran que el titular de Conagua se opone todavía a cerrar la llave a los clubs de golf que operan en el Estado de México y que tienen un consumo indiscriminado del líquido.
En el encuentro de funcionarios federales y locales se propuso también recortar de inmediato la totalidad de las aguas provenientes del Sistema Cutzamala, el cual es fuente del 30 por ciento del agua utilizada en la Ciudad de México y del 20 por ciento del Estado de México.
Al explicar en dicha reunión las opciones consideradas como inmediatas, destacaron reducir el huachicoleo en el volumen de toma ilícita de la zona residencial Bosque Real, respetando el derecho humano al agua de sus habitantes, lo que permitiría un volumen recuperable de 700 litros por segundo, así como reducir el suministro de 800 litros por segundo a los cinco clubs de golf ubicados en Ixtlahuaca y Atizapán.
De esos cinco clubs asentados en 17 hectáreas que operan sin concesión en zona de acueducto y las 231 hectáreas en municipio abastecido por Cutzamala, requieren de 280 metros cúbicos por hectárea al día, lo cual implica un gasto de 800 litros por segundo, que se podrían recuperar por lo menos durante los 3 meses de aguda crisis. Se trata de tomas ilícitas de agua de Cutzamala.
Otra de las medidas urgentes es identificar y reparar entre los meses de enero y febrero de este año las fugas en las líneas principales de conducción, lo que se calcula permitirá recuperar un volumen de 1 mil 200 litros por segundo y el costo de dichas obras se calculan en unos 150 millones de pesos.
En la parte de regularización, se planteó en dicha junta privada de funcionarios federales con capitalinos y mexiquenses, quitar la primera tanda de las 1 mil 600 mangueras en la Presa El Bosque, en Michoacán, a más tardar para marzo próximo, lo cual se calcula tendrá un costo de 200 millones de pesos.
El anterior es un proyecto aprobado hace tiempo por la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y los gobiernos de Michoacán y el Estado de México, para obtener de 1.2 a 2 metros cúbicos por segundo adicionales de la Presa El Bosque, a través de la tecnificación del riego. Sin embargo, esto se ha estancado debido a retrasos de la Conagua que preside Germán Martínez y el crónico incumplimiento por parte de la empresa. En ese sentido, se propuso tomar acción concertada para poder retirar esas mangueras que están desviando más de 2 metros cúbicos por segundo a lo largo del año.
También se planteó elevar la capacidad electromecánica de los 86 pozos del Estado de México, con un costo mayor de 450 millones de pesos, y ello permitiría recuperar un volumen de agua de 800 litros por segundo.
De manera urgente se advirtió cortar de inmediato el “secuestro” (huachicol) del agua por parte de piperos y valvuleros, a fin de recuperar 1 mil litros de agua por segundo y, con acciones concertadas entre autoridades de las tres entidades, sólo se tendría un costo de 10 millones de pesos.
En cuanto a la compensación por sembrar sin riego, el plazo que se propuso para ello es de finales de febrero a inicios de abril, con un presupuesto aportado por Sacmex de 450 millones de pesos, o que permitiría recuperar un volumen de 1 mil 200 litros por segundo.
A todo lo anterior se suma que está pendiente en el Congreso que se apruebe la Ley General de Aguas, misma que podría resolver situaciones de este tipo.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, informó el 11 de enero pasado que ha sostenido reuniones con los equipos de trabajo que atienden el problema del agua, sobre todo en las obras para introducir el vital líquido, y anunció que tiene una reunión pendiente con los directivos de la Conagua –que dirige Germán Martínez– para discutir los avances de obras, empresas y acueductos, porque reconoció que “estamos resolviendo muchos problemas de abasto de agua en el país”.
Anunció también que su gobierno va a dejar 100 mil hectáreas de riego, cifra que comparó con lo hecho por los últimos seis gobiernos de priistas y panistas, que apenas alcanzaron 22 mil hectáreas de riego, mientras que en sólo cinco años de la actual administración suman 100 mil hectáreas en Sonora, Sinaloa, Nayarit y otras entidades.
El primer mandatario explicó que no se puede apostar en seguir trayendo agua a la Ciudad de México y al Estado de México: “lo que tenemos que buscar es desarrollar zonas donde haya agua, que el crecimiento poblacional se oriente hacia las costas donde tenemos agua, no traer más agua, ya es muy difícil, pero para eso es muy importante la planeación”.
Por su lado, la Conagua ya había reducido el bombeo del Sistema Cutzamala en poco más del 25 por ciento, al pasar de 12.2 metros cúbicos por segundo a 9.2, lo que ha causado desabasto en la mayoría de las alcaldías de la capital del país y en unos 15 municipios del Estado de México.
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