Presiones desde cúpulas de universidades públicas –incluida la UNAM–, la Academia Mexicana de Ciencias y trasnacionales, para que se siguieran financiando intereses privados desde el Conahcyt; campañas mediáticas de desprestigio –hasta en revistas internacionales muy prestigiadas en el sector científico: Nature y Science–; decenas de juicios de amparo interpuestos en juzgados a modo, multas y hasta amenazas de cárcel; difamaciones difundidas en redes sociales; intentos por dinamitar desde dentro avances no sólo en el terreno de la investigación, sino también en el destino de los recursos económicos y humanos en beneficio del pueblo; hasta expresiones de violencia y acoso en las instalaciones, que no se limitaron a los insultos, sino que llegaron al extremo de dejar estiércol a los pies de su oficina, fueron parte de los múltiples sabotajes al proceso de transformación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, expone su directora general, María Elena Álvarez-Buylla. En entrevista con Contralínea, la científica admite que fueron presiones muy fuertes, pero –advierte– fracasaron, pues la institución contribuye ahora a la soberanía nacional, sus avances tecnológicos y científicos son en beneficio colectivo y se ha consolidado el derecho humano a la ciencia. Con ello, cierra el encargo que le confió el presidente López Obrador, afirma la doctora en botánica
“Sí hubo intentos de sabotaje que afortunadamente resistimos. Pudimos llegar a acuerdos sin conceder, porque no establecimos –en todos estos casi seis años [de trabajo]– ningún tipo de relaciones de complicidad”, dice –sin ambages– la doctora María Elena Álvarez-Buylla Roces.
Con ese concepto del sabotaje se refiere a una serie de estrategias orquestadas y financiadas desde grupos de poder económico –como algunas de las trasnacionales a las que se les cancelaron subsidios, o cuyos intereses se vieron afectados con investigaciones científicas, como ocurrió con la agroindustria de transgénicos y herbicidas–, pero también a las presiones surgidas de cúpulas en el sector académico: en instituciones de educación superior y hasta en la Academia Mexicana de Ciencias.
Lo que narra la destacada científica –experta en las áreas de biología de sistemas con enfoques teórico-computacionales en genética molecular, epigenética y ecología evolutiva del desarrollo– deja al descubierto hasta dónde llegó la decadencia en ese sector. Y lo complejo que resulta superar modelos corruptos, anti éticos y deshumanizados, enquistados durante años para beneficio de unos cuantos.
En entrevista con Contralínea, la doctora Álvarez-Buylla afirma que esos sabotajes no tuvieron éxito; de lo contrario, dice, “no estaríamos aquí y no tendríamos el Conahcyt con “H”, el Conahcyt del pueblo de México. El legado del presidente López Obrador al pueblo de México, al país, a la patria […] en este quehacer tan importante de desarrollo humanístico, científico y tecnológico para el país. Fundamental para nuestra soberanía, fundamental también para poder habilitar no solamente el derecho humano a la ciencia –que ahora se mandata en la Constitución desde 2019–, sino todos los demás derechos humanos, y no solamente los individuales –la visión neoliberal de los derechos humanos–, sino también los colectivos y los de esta y futuras generaciones”.
El caso del Foro Consultivo Científico y Tecnológico
Como ejemplo de los sabotajes, la directora del Conahcyt cita el caso de la asociación civil Foro Consultivo Científico y Tecnológico. Al respecto, detalla que desde los primeros días en que asumió la honrosa responsabilidad de dirigir el Consejo “empecé a recibir muchísima presión de las más altas autoridades, de las instituciones de educación más importantes del país, y no para pensar en nuevos planes de articulación entre instituciones a favor de los grandes retos del país; si no, para mantener el modus operandi de esta asociación civil de interés privado que se llamó Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC, que recibía un cheque en blanco a fondo perdido. Digámoslo, muchos millones de pesos, que recibió cientos de millones de pesos durante años previos al inicio de nuestra administración”.
Agrega que esta presión venía desde los “titulares de estas instituciones de educación superior, que fungían como intermediarios o algo así como facilitadores, creían ellos, de este convencimiento para que yo siguiera transfiriendo estos fondos a esta institución de interés privado. Yo les planteé que esto no podía ser así porque, por convicción y porque además tenía un mandato, una indicación clara del presidente López Obrador que nos comunicó en una de las primeras indicaciones a través de un oficio, lo hizo por escrito y formalmente, de que paráramos todas esas transferencias y esa intermediación que hacían asociaciones civiles, que de alguna manera enajenaban sus funciones sustantivas de las instituciones que ahora teníamos a nuestro cargo en estas instancias privadas, implicando grandes cantidades de recursos”. Al respecto, la científica aprovecha para criticar que muchas veces esas funciones no se cumplían a cabalidad con la guía del interés general, con la guía de lo público.
“Entonces esta solicitud no la podíamos entender. Nosotros ofrecimos aplicar la ley y sí, generar estas discusiones, fomentar este foro de consulta, donde se sentaban no solamente las instituciones de educación superior más importantes del país, sobre todo las nacionales y algunas poquitas de los estados –también había una sub-representación, digámoslo así: no estaban las interculturales, no estaba la UPN, no estaban muchas de las universidades de estados rezagados, como todo lo que ocurría antes en Conacyt neoliberal; había una cierta exclusión de ciertas disciplinas, de ciertas regiones, de ciertas instituciones y de la mayoría de las personas que formamos las grandes comunidades de HCTI (humanidades, ciencia, tecnología e innovación) del país–. Pero, agrega, la asociación civil Foro Consultivo “de alguna manera había secuestrado esta función que sí estaba amparada en la ley, se sentaban también algunas academias, desde luego la Academia Mexicana de Ciencias y algunas otras importantes, y también las organizaciones de la iniciativa privada, el Consejo Coordinador Empresarial, en fin, los diferentes órganos de coordinación de las empresas también tenían una silla en el Foro Consultivo Científico y Tecnológico”.
Por ello, dice, lo que se ofreció fue trabajar con todos, colaborar para el quehacer científico y tecnológico del país, pero con apoyos modestos, austeros, suficientes. “Y que Conahcyt se podía hacer cargo de toda esta parte de organización, de proveer espacios, y que no podíamos seguir con estas transferencias de cheque en blanco. Bueno, la siguiente estrategia –como la presión por todas las vías no funcionó–, la siguiente presión para no poder acatar y ejecutar lo que nos había indicado el presidente y lo que por convicción estábamos mandatados a hacer en este proceso de transformación, fue la vía legal. Entonces empezaron los amparos”.
Apenas habían pasado 10 meses desde la llegada de López Obrador a la Presidencia, y de que la doctora Álvarez-Buylla tomó la dirección del entonces Conacyt, cuando el juez Décimo Sexto de Distrito en Materia Administrativa, Gabriel Regis López, admitió la demanda de amparo del Foro Consultivo, el 25 de septiembre de 2019. Ello, a pesar de que la asociación civil de derecho privado y el órgano interno de apoyo y asesoría del Conacyt eran dos entidades jurídicamente distintas, por lo que la AC estaba imposibilitaba de representar los intereses de un órgano interno de una institución pública.
No obstante, el juzgador le dio la razón al Foro Consultivo y ordenó al Conacyt transferirle 7 millones de pesos. El juez Regis López es el mismo que amparó al exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, para que se le desbloquearan sus cuentas bancarias; y en otro caso ordenó a Pemex la suspensión de la clausura de cuatro ductos de combustible, a pesar de que éstos eran objeto de huachicol.
La doctora María Elena Álvarez-Buylla recuerda que el 14 de febrero de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió la circular número 1 en la que instruye a la Administración Pública Federal no transferir recursos del presupuesto público a organizaciones civiles que suplanten funciones sustantivas de las entidades del gobierno de México. Lo que dejaba al Conacyt impedido de seguir financiando al Foro Consultivo, que exigía 33 millones de pesos, “que es una suma muy considerable, pero si se revisa cuánto dinero recibió el Foro [en gobiernos pasados], pues es tremendo”.
Tras ello, dice, se comenzó el diálogo con la AC y se le planteó que era imposible. “Además, hicimos una consulta a la Función Pública para ratificar la claridad de esta circular y se nos instruyó y se nos ratificó lo que nosotros pensábamos que no era posible y que no había ninguna obligación de hacer estas transferencias. Lo que se quería acordar con ellos es que se asignara un presupuesto de alrededor de 750 mil pesos suficientes para organizar los foros, organizar las reuniones, pero obviamente ellos no lo aceptaron”.
Después de esto, indica, “yo recibí todo tipo de presiones y autoridades de la UNAM –hay que decirlo–, de la ANUIES, de la Academia Mexicana de Ciencias, y algunos otros representantes de cámaras empresariales insistieron”.
La directora del Consejo dice que el asunto no es que no se pueda colaborar, sino que lo que no se puede hacer es transferir las funciones ni los recursos de la institución a terceros privados. “Y es penoso que la Academia Mexicana de Ciencias no haya aceptado, porque ahí yo pienso se concentraban algunas de estas personas e intereses, también se coordinaban de una manera muy articulada entre el foro, la academia, en fin”.
Acerca de los juicios de amparo, la doctora observa que en vez de que los juzgadores actuaran a favor del interés general y la integridad de las instituciones públicas, “estaban aliados en ciertos modus operandi e intereses y de manera sesgada e imparcial. Porque inclusive teníamos algunos de los funcionarios que presionaban no solamente a mí directamente, sino también al titular de Asuntos Jurídicos. Teníamos comentarios explícitos de que si aceptábamos, ellos podían hablar con los jueces, porque actuaban de manera muy coordinada, digámoslo así”.
Al igual que en otras áreas del gobierno federal, el Conahcyt vivió una auténtica “guerra” por la vía judicial: no sólo fueron los amparos para que se siguieran transfiriendo recursos al Foro Consultivo, sino también se promovieron juicios contra la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, y también contra la cancelación de las becas a favor de investigadores de universidades privadas, pues en realidad se estaba financiando negocios privados. [Ver lista de amparos aquí]
Tras el fallo en contra, detalla que “el Conahcyt impugnó y hubo una gran cantidad de esfuerzo dedicado a defendernos. Y a su decisión, el juez de distrito omitió considerar que la medida afectaba el interés social por tratarse de recursos públicos, y además no le exigió a los demandantes cubrir la garantía que exige la ley de amparo en estos casos. Entonces, esto es importante, porque otra vez se da cuenta de cómo pueden actuar estas autoridades jurídicas. Aun cuando se le había expuesto al juez de distrito que el Conahcyt estaba imposibilitado jurídicamente para transferir a la asociación civil recursos públicos del presupuesto de los fideicomisos que operaba y administraba, el juez de distrito me multó, y he recibido varias multas”.
Además de la multa, refiere, “dio vista al Ministerio Público para que iniciara una investigación en mi contra por negarme a cumplir. Entonces, hay un nivel superior de presión porque ya implica esta presentación, esta amenaza de actuación por parte del Ministerio Público. Afortunadamente eso totalmente se ha cerrado”.
—¿Pero se han pagado esas multas?
—Sí, las multas se han tenido que pagar, se han pagado tres multas importantes, y a pesar de que en la última instancia… porque ellos fueron promoviendo y escalando, escalando, escalando; y al final en la Suprema Corte de Justicia (SCJN), el fallo fue a favor del Conahcyt, y a pesar de ello, es decir, estableció que el Conahcyt tenía la razón, que no teníamos por qué hacer estas transferencias a la asociación civil que este juez de distrito nos estaba exigiendo, pero a pesar de eso, estas multas ahí se quedaron.
Entonces, ahí tienes un ejemplo de que tipo de presión hemos recibido, con esta forma de actuar coordinada, entre quienes defendían intereses por seguir recibiendo estos recursos públicos de manera indebida, de manera ilegítima e improductiva para el país, para las mayorías sobre todo, y el Poder Judicial. Afortunadamente en aquel entonces y dada la claridad del caso, los ministros, las ministras de aquel entonces fallaron a favor de Conahcyt.
El 24 de mayo de 2022, la Fiscalía General de la República autorizó el no ejercicio de la acción penal, en relación con la denuncia en contra de una servidora, de la directora general del Conahcyt por falta de elementos. Yo estaba muy preocupada y le preguntaba a mi titular de la unidad de jurídicos: “yo tengo algo claro, yo nunca voy a ir en contra de mis principios, entonces yo no voy a pagar. ¿Qué puede pasar?” Y me dice, bueno, puedes ir a la cárcel.
—Ni más ni menos, o sea, hasta ese nivel llegó la presión.
—Hasta ese nivel. Cabe destacar y sí quiero complementar, que el juez décimo Sexto de Distrito también conoció de otros asuntos en contra del Conahcyt, donde igualmente actuó de manera parcial y sesgada. Este es el caso de otro juez en términos de que el Conahcyt con base en la nueva ley, primera ley general de HCTI, se enfoca el recurso público al interés general y entonces se plantea que son las entidades privadas de educación superior las que deben de asumir sueldos dignos para sus profesores, incluyendo los estímulos económicos, cuando el Conahcyt les da el reconocimiento del SNII. Y ahí también este juez, en este caso el juez décimo sexto de distrito actuó en contra del interés general y a favor del interés privado. Y ahí también tuve que pagar algunas multas.
Ya te relaté ahí el final de esta historia, luego te voy a invitar a que leas algunos detalles mayores pero, sin duda alguna, esta forma articulada y coordinada de estos grupos de interés creado y el Poder Judicial nos presionaron de una manera bastante fuerte, desagradable pero que afortunadamente con la guía clara de los principios y que, a final de cuentas, era tan ilegítimo que los ministros vieron claro este caso, y se los agradezco en este caso, pues no llegó tan arriba este absurdo pero las multas ahí están y esta actuación también, en el mismo sentido, a favor del interés privado.
Entonces, esa fue una de las formas de intento de sabotaje. Es fuerte porque uno llega aquí a trabajar a favor de una institución tan importante como el Conahcyt y que, además, el director anterior me había dicho que era una institución muy noble, y al poco tiempo estoy yo enfrentando procesos legales en contra de mi persona por querer hacer las cosas de acuerdo a la ley, y estrictamente a los mandatos presidenciales que son los del pueblo de México y al interés general y a la integridad de lo que es nuestra obligación: administrar los recursos del pueblo de México que son sagrados.
Otras formas de sabotaje fueron los medios. Los medios y de manera muy articulada con grupos de interés creado sobre todo cuando empezamos a plantear la cancelación de los fideicomisos y de estas transferencias o la recuperación de más de 7 mil millones de pesos de proyectos insolventes. Una coordinación, una sincronización impresionante de denostaciones, de mentiras, de calumnias, de manipulaciones, este menoscabo de las comunidades de HCTI, confundiendo a estudiantes, en fin, en medios escritos, televisivos.
En fin, creo que algunos servidores y servidoras públicas del gobierno del presidente López Obrador que ocupamos un espacio importante en estos medios: El Universal, Reforma, LatinUS y otras televisoras, radio, en fin. Y eso siempre acompañado por una avalancha de solicitudes de transparencia del Inai.
—¿Esa fue otra estrategia?
—Otra estrategia: suman un número impresionante. Todo lo hemos respondido. Pero, obviamente, esta es una institución [el Inai] que a mí me queda claro que tiene que reformarse, y realmente enfocarse a favor de la consolidación y el cuidado de las instituciones, y no de estos trabajos tan extraños, articulados con estos intereses creados, anónimos en contra de las y los servidores que estaban haciendo un trabajo excelente, detonados algunos de ellos por personas que quedaban aquí, porque mucha gente se fue cambiando, sobre todo los titulares pero yo trataba de hacer la transformación a partir de una transformación de las conciencias y la mayoría de los servidores que, aunque estaban antes, fueron cambiando o más bien siendo quien son, porque la mayoría de las personas en este país somos honestas.
—Sí, asumiendo responsabilidades.
—Asumiendo sus responsabilidades que les tocaban y además motivadas, porque muchas de ellas, grandes talentos, estaban desaprovechados.
Pero por ahí quedaban algunas personas que pensaban que les iría mejor o que internamente estaban en desacuerdo, pero sin decirlo.
—¿Desde dentro?
—Desde dentro. Entonces, campañas en Twitter, ahora X, en Facebook, o sea, denostando, diciendo mentiras, calumniando, algo que fue muy desgastante, muy desgastante. El Conahcyt apoyaba a algunos de estos medios, pasaba recursos, había contratado a una empresa con contratos bastante…
—¿En el pasado?
—En el pasado. Sí en el pasado.
—¿O sea, con campañas publicitarias?
—Sí, campañas publicitarias en el pasado. Todo eso yo lo corté, nada más entrar. No hemos dado porque además no está autorizado. O sea, se autoriza una campaña muy específica de resultados con criterios muy claros, todo coordinado desde comunicación de presidencia, y el uso de los medios y de nuestras capacidades, porque recuperamos la coordinación de comunicación, pero antes había, igual que el Foro AC, había una empresa privada [Servicios Creativos Digitales] que se encargaba de toda la difusión, y cuando llegamos y nos habían dejado contratos hasta, no sé, 2026.
—¿O sea transexenales?
—Sí, o sea, contratos leoninos. Y encontramos la manera legal de darles terminación anticipada. Ellos, toda la información que habían generado con recursos públicos y que por lo tanto era información del pueblo de México, se la llevaron y no pudimos recuperarla. Aún así, ahora el Conahcyt tiene un impacto en redes, en medios, y bueno, además, pues todas estas campañas para bien o para mal también han ayudado a poner en el imaginario.
Además, el presidente nos ha dado la posibilidad de difundir desde la mañanera, en algunas conferencias, los grandes aportes de las comunidades de HCTI que son talentosísimas en México. Hemos podido hacer avances y aportes muy importantes.
Pero, toda esta articulación perversa, mentirosa, manipuladora, destructiva de algunos medios de comunicación, de algunos periódicos de información, de radiodifusoras fue otra forma mediante la cual apostaban desde los primeros días de mi gestión. Caricaturistas inclusive que a veces confundidos, creo yo, algunos de ellos, de cuál era el fondo del asunto, bueno, se unían a estas campañas de denostación, de ridiculización, en fin.
Ese fue otro modus operandi de intentar quebrar la convicción, sabotear el proceso de transformación durante este sexismo.
—Desde dentro, cuando nos dice doctora que hubo elementos que intentaban minar este proceso de transformación, ¿hubo traiciones? ¿Consideraría que se configuraron traiciones?
—Sí, sí, por supuesto. Traiciones claras sobre todo en personas que cometieron fallas o inclusive fallas éticas en su comportamiento y que por decisión tenemos un código de ética muy estricto. Algunos casos que se configuraron como casos de acoso, de acoso laboral o inclusive acoso de género.
—¿Esto se denunció?
—Hubo denuncias ante el órgano interno de control y ante el comité de ética que tenemos, el código de ética del Conahcyt, es muy claro, cero tolerancia a cualquier forma de acoso, de violencia.
Y algunos de estos colegas que originalmente entraron en un puesto importante que tuvieron que dejar el Conahcyt de hecho, por su propia convicción, cuando empezaron a verse algunas de estas contradicciones, se volvieron y siguen siendo algunos de los voceros de estos intereses creados y de estas posiciones ahora totalmente anti-4T, anti-Conahcyt con “h”, anti-Conahcyt del pueblo de México, yo así le llamo. Y eso es una forma de traición porque se incorporaron con un discurso totalmente favorable a la transformación.
Son casos muy raros, son casos muy, muy raros, afortunadamente, porque yo creo que la mayor parte, tanto de las personas que nos encontramos aquí, la mayoría, y que han seguido colaborando, y los nuevos que nos hemos incorporado y que aún están trabajando, son personas como la mayoría del pueblo de México, o sea, totalmente comprometidas, responsables, honestas, talentosas, trabajadoras. Y además ahora cada vez más, si no es que ya traían estas convicciones, convencidas de cuán importante es seguir consolidando la transformación de este sector en favor del país, con base en el entusiasmo que nos genera, el entusiasmo colectivo de todos los grandes resultados que estamos entregando.
—Doctora, ¿hubo dentro de estas traiciones casos de corrupción? ¿Se detectaron?
—Casos de corrupción, estrictamente no. Casos de comportamientos… hay casos, y no quisiera porque en general no coinciden, pero sí algunos de estos casos, que son muy, muy poquitos, tienen que ver más bien con esto, con personas que tuvieron que dejar el Conahcyt por sus propias contradicciones y comportamientos contrarios al código de ética de la institución.
Y no todos, muchos más poquitos empezaron a tener estas manifestaciones contrarias a su compromiso original. En Conahcyt no ha habido, en estos seis años, casos de corrupción. La Auditoría Superior de la Federación ha hecho autoridades muy extensas, ha habido observaciones que se han atendido, ha habido… Nosotros nos encontramos algunas cuestiones que tuvimos que dar vista.
Por cierto, fue en el proceso de defensa en el contexto del juicio de amparo, del caso del Foro Consultivo Científico y Tecnológico cuando encontramos de las administraciones pasadas los comprobantes de los gastos que hacían con los fondos, que era lo que nos pedía el juez, “a ver, demuéstrenos que esos recursos no se usaron para fortalecer las HCTI por parte del foro”.
Y fue en ese contexto que encontramos contradicciones entre la comprobación, el tipo de gastos, etcétera, etcétera, y los lineamientos de los fondos de los cuales habían salido esos gastos.
Y fue justamente en ese contexto que la unidad de asuntos jurídicos como es su obligación del Conahcyt ya de esta administración, y como además fue indicación del presidente estar muy atentos a lo que encontrábamos y cualquier cosa que pudiese implicar alguna cuestión de responsabilidad administrativa o inclusive penal por daño patrimonial, tendría que hacerse del conocimiento de las entidades correspondientes.
Eso fue lo que se hizo y es muy importante dejarlo claro porque la manipulación que ha venido en los medios es como si nosotros llegamos aquí a ir en contra de los colegas porque, además, en esa denuncia en donde se presentan estas evidencias como posibles evidencias que pudieran llegar a responsabilidades administrativas o penales no se indizo a nadie por parte del Conahcyt, ni tampoco se tipificaron delitos; ya todo lo demás fue responsabilidad de las instancias, ya sea de la Secretaría de Función Pública o de la propia Fiscalía. Y eso es muy importante dejarlo claro.
—Sí, porque hubo campañas de supuesta persecución.
—Exacto, que en vez de dejar claro lo que realmente fue, que es que aquí los que acosaron fueron ellos, los que persiguieron fueron ellos, los que multaron fue el Poder Judicial de manera ilegítima a mí particularmente y a otros servidores y servidoras públicas cuando en el proceso de defensa descubrimos esta evidencia no podemos obviarla.
Pero nosotros teníamos mucho trabajo como para estar… y además nada más alejado de mi naturaleza y de mi interés y de mi ética que perseguir a nadie. Yo no tengo enemigos, como dice el presidente, sí hay personas que piensan muy distinto a mí y las respeto, a todas, sobre todo a mis colegas, pero a todas las personas.
Entonces, bueno, aclarado ese punto, es importante dejar claro que en Conahcyt hemos estado sujetos, igual que todas las instancias, a auditorías, inclusive algunas de estas que van atrás de los años, se llaman auditorías forenses.
Y eso ha sido muy útil porque descubrimos, por ejemplo, que había habido irregularidades en el SNII que se tuvieron que explicar o en las becas. Ahí en caso de becas de la administración pasada se tuvieron que pasar algunos datos que sugieren manejos ahí indebidos y eso está en proceso en las instancias pertinentes.
Y durante la administración actual hemos recibido auditorías de proyectos importantes como por ejemplo los ventiladores, la vacuna Patria, los proyectos para todo el desarrollo de las tecnologías inteligentes y de cómputo en alianza con los centros públicos, y en general SNII, becas, ese es un trabajo muy fuerte.
Eso no lo considero como un acoso, pero sí es un trabajo que nos implica de manera muy importante, pero ha sido muy útil, ha sido muy útil a pesar del esfuerzo, quiero reconocer y decir que es muy, muy… ese sí es un trabajo no solamente muy útil, muy virtuoso.
En general, hemos tenido una buena interacción con la Auditoría Superior de la Federación en atender e interactuar con ellos para aclarar, atender las observaciones y en general tenemos ahí un récord muy bueno. Hay algunos casos que sobre todo están asociados al primer titular de la Unidad de Asuntos Financieros que trabajó en el Conahcyt, que están todavía dándole seguimiento porque hay falta de algunos comprobantes.
Pero, en general, yo diría que en Conahcyt ha habido una administración que no lo digo yo, lo dice la Secretaría de la Función Pública, lo dice la Auditoría Superior de la Federación, ha habido una administración muy pulcra, que yo he cuidado personalmente. Personalmente porque está muy bien seguido y muy bien distribuido, porque además esa es la gran ventaja de la austeridad, la administración tiene que ser eficiente grado sumo para poder hacer mucho más con mucho menos, que es una medida para atacar la corrupción.
Los fideicomisos permitían un dispendio, multiplicidad, a veces el mismo proyecto más de 10 veces apoyado desde diferentes decomisos, opacidad y también un aporte de recursos a la iniciativa privada que ya hemos reportado; los elefantes blancos, en fin, que implicó derroche de recursos públicos para asumir al país en una dependencia tecnológica en un menos 16 lugar, bajo 16 escalones el país en resultados de innovación.
Ahora hemos aumentado los resultados, vamos a estar estos días, si puede venir alguien de Contralínea sería muy bueno, mostrando más de los equipos y de los desarrollos tecnológicos.
—¿Además de lo que ya se presentó en la conferencia del presidente?
—Además, vienen algunas otras sorpresas, sí. Ay, qué bien.
—Y doctora, dentro de esta estrategia de sabotaje o de intentar impedir la transformación, yo recuerdo en la entrevista que sostuvimos previamente, usted me hablaba de las transnacionales, estas a las que se les iba el dinero de los fideicomisos. Ahí, ¿cómo se logró sortear todo este poder? Porque al final el poder económico parece que es el que más presiona y el que menos da la cara. O sea, pareciera que es el que no mueve los hilos, pero en realidad sí está detrás. ¿Cómo observa usted estas presiones desde transnacionales como las que ha mencionado públicamente todo este tiempo, particularmente el caso Kimberly Clark y su línea directa con Claudio X González Guajardo y su línea directa con el CIDE y todos estos intereses?
—Bueno, tú ya has puesto sobre la mesa un ejemplo claro, o sea, cuando se renuncia, presenta su renuncia el exdirector, el doctor López Ayón, y se nombra un nuevo director del CIDE con toda legitimidad y legalidad, además una gente muy destacada que había sido director del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, el doctor José Antonio Romero, bueno, ahí, o sea, yo tenía aquí camiones de jóvenes que parecían todo menos estudiantes.
Inclusive no nos dejaban tener ningún evento, me insultaban, traían inclusive estiércol aquí a los pies de mi oficina, o sea una violencia y bueno ahí se veía claro que dentro del CIDE se forjaron muchos de estos… como una maestría en periodismo, estaba ahí Leo Zuckerman y otros periodistas, columnistas, que de manera rabiosa y absurda con mentiras me han estado atacando todo el tiempo, y seguramente había línea directa.
Porque se sabe que dentro del CIDE es donde se gestó esta asociación civil, nada menos que Mexicanos A Favor –que les dice el presidente– En Contra de la Corrupción y ahí estaba el propio exdirector que es el doctor López Ayón que está en…
—En su Consejo.
—En su Consejo también estuvo ahí la doctora Casar, en fin estuvo ahí el hijo de Mide, en fin ellos estaban así muy activos, saboteando todos los intentos que yo hacía por hablar con los verdaderos estudiantes y las estudiantes del CIDE.
Ahora el CIDE ha cambiado y ahora ya entran estudiantes de escuelas públicas, es gratuito como todos los centros públicos tienen gratuidad en todos sus programas, de licenciatura y también de posgrado.
Y bueno, también toda esta presión en desmentir y demeritar toda la investigación que estamos haciendo y que demuestra que es posible prescindir del glifosato. Obviamente está orquestada y han estado tratando también toda esta vía legal para echar abajo la demanda colectiva, para echar abajo el decreto del presidente contra los transgénicos y contra el glifosato, el decreto que por primera vez se dio en ese alto nivel en la historia de México.
A partir de los 90’s [los transgénicos] se vuelven en una tecnología tan importante y tan destructiva para las soberanías y para el ambiente y la salud, y que la evidencia ya es incontestable desde el punto de vista científico.
Y eso sucede no solamente aquí en Estados Unidos. Las personas están con niveles de glifosato altísimos y contra más altos mayor propensidad a enfermedades y sin embargo siguen perdiendo juicios por demostración del impacto negativo en salud de estos agrotóxicos. En fin, y aquí a través de lo que llaman Monsanto-México, pero que en realidad es Bayer; entonces financian.
Y ahí afortunadamente algunos de estos amparos en contra del decreto, del cual nosotros como Conahcyt y otras entidades importantísimas del gobierno federal y por indicación del propio presidente, hemos trabajado para hacer cumplir el decreto, fracasaron. Este es un ejemplo de que sí hay algunos jueces honestos.
Claro, también trataron de involucrar a jueces que estaban, y era tan obvia su asociación con los intereses de estas grandes transnacionales, que fueron quitados de estos juicios de amparos y finalmente no pudieron seguir adelante estos amparos en contra del decreto que sigue vigente y el compromiso del presidente y ahora de nuestra presidenta, próximamente, la doctora Claudia Sheinbaum, es mantener el país libre de transgénicos.
Y también el Conahcyt obviamente ha seguido investigando el impacto de los transgénicos en la salud animal. Pronto estaremos dando resultados en el cumplimiento del decreto y donde hace falta todavía reforzar la bioseguridad para impedir… porque estas empresas presionan jurídicamente y de facto inundando los mercados y no cumpliendo ni siquiera lo que está en lo que se acordó en la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de antes, que era que no pudiesen llegar a México en granos viables para que no hubiera contaminación.
En fin, pronto vamos también a conocer antes de salir los datos que estamos encontrando, en donde hay pendientes en términos del cumplimiento del decreto para reforzar la bioseguridad. Pero ahí también hay presión de facto y presión demeritando la investigación científica que demuestra con claridad que sí hay formas de prescindir del glifosato y de obtener mayores rendimientos, menores impactos negativos al ambiente y a la salud al poder cultivar plantas, frutos, cereales sin glifosato –dice la científica que aceptó el reto de arrebatar el negocio de la ciencia a los potentados, y demostrar que esta área debe estar al servicio del pueblo.
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