La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) demandó a las autoridades “la indagación amplia, exhaustiva y profesional” del homicidio del líder indígena Leonel Díaz Urbano, “sin omitir líneas de investigación”.
El organismo condenó el ataque mortal y, además de expresar sus condolencias a los familiares, solicitó para ellos la instrumentación de medidas cautelares al gobierno de Puebla. Ello, para salvaguardar su protección de los derechos a la vida, integridad personal y seguridad, así como evitar hechos de similar naturaleza y que este caso quede en la impunidad.
La CNDH pidió a los secretarios de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, y de Seguridad Pública, Manuel Alonso García, así como al encargado de la Fiscalía General, Gilberto Higuera Bernal, extender dichas medidas a los pobladores de San Juan Tahitic, Puebla, de donde era originario la víctima.
Leonel Díaz Urbano sostuvo una lucha constante para evitar la instalación de una hidroeléctrica en San Juan Tahitic, toda vez que generaría graves daños al medio ambiente, los cuales calificaba de irreversibles, porque se removerían 60 hectáreas de vegetación alrededor del Río Apulco, además de que se desviaría totalmente su cauce, señala la CNDH en un comunicado de prensa.