En México, dos de cada diez personas no estarían dispuestas a compartir su casa con una persona de otra raza, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010, ante lo cual, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) afirma que no basta sólo el reconocimiento constitucional de los derechos humanos, sino que se requieren transformaciones estructurales que permitan la convivencia de la diversidad cultural y pluralidad étnica.
Por ello, con el fin de erradicar el racismo y la discriminación hacia la población indígena y afrodescendiente de México, la CNDH se une a la celebración de la Semana de Solidaridad con los Pueblos que Luchan contra el Racismo y la Discriminación Racial, del 21 al 27 de marzo.
Con esto se busca prevenir y erradicar la violencia y discriminación en contra de estos grupos minoritarios, desde un enfoque de derechos humanos, de género e intercultural, pero aclara que deben ser diseñadas e impulsadas por el Estado mexicano y la sociedad como un imperativo ético y de justicia.
Además, promover el combate contra la intolerancia, la xenofobia y el racismo, así como impulsar el respeto a la diversidad, la unidad, la inclusión y la tolerancia.
Rodrigo Ek