Estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) piden apoyo para que las autoridades de su institución den alguna respuesta a las quejas interpuestas por la mala calidad de la infraestructura en la escuela. Señalan que, ante sus quejas, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Julieta Valle, directora de la ENAH, únicamente ofrecieron respuestas insatisfactorias o ninguna.
“Aprovechamos el movimiento para hacernos escuchar y los responsables nos den una explicación de por qué esas condiciones en general de todo el INAH”, dicen a Contralínea estudiantes de la carrera de arqueología.
Dentro de las peticiones se encuentran: mejor sueldo para los profesores, la realización de un protocolo de género, mejor acervo en su biblioteca, mejoramiento de las instalaciones, transparencia de cualquier acuerdo entre la escuela y Grupo Carso (quien busca intervenir en la zona arqueológica de Cuicuilco), entre otras cosas, señala el estudiante Carlos Juárez.
“Pedimos que se hagan públicos los contratos con la empresa Carso porque quieren quitar parte de la Escuela y casas de los colonos; por esa razón se unieron varios vecinos para luchar contra el proyecto porque sólo sería beneficioso para Slim. Pedimos que nos apoyen, ya que todo el movimiento no sólo es de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también es la ENAH; sí existimos y así queremos mantenernos”, expresa Joseph Carfax, estudiante de posgrado de la ENAH.
Los estudiantes destacaron en un discurso previo a la marcha, que después del ataque a estudiantes de la UNAM, el 3 de septiembre, “surgió un repudio generalizado hacia la violencia que derivó en un proceso organizativo que va más allá de banderas institucionales y nos implica a todas y todos como comunidad”, motivo por el cual participaron en las marchas convocadas por la UNAM.
Diana Aguila