La relación entre México y Estados Unidos debe de ser respetuosa porque nuestro país no es una colonia, señaló esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador. En su conferencia desde Palacio Nacional, el primer mandatario se refirió a los amagos de que se sancionaría a su gobierno en el marco del T-MEC, tras visitar al presidente Joseph Biden en Washington el 13 de julio pasado.
“Fuimos a Washington –el presidente Biden es una persona amable que respeta la soberanía de México, nos consideramos amigos– y a los cinco días de mi regreso, por este grupo que es contrario a nosotros porque quiere que nos peleemos con el gobierno de Estados Unidos, empiezan a intrigar en una declaración no diplomática, no respetuosa; y nosotros no vamos a aceptarla, no podemos aceptar esa relación porque no somos colonia”, subrayó.
De forma contundente y a un día de celebrar el 211 aniversario de la Independencia de México, López Obrador señaló: “no somos un Estado asociado. Somos un país independiente, soberano”. Por ello, recordó que le escribió una misiva al presidente Biden y este le contestó y luego ya vino el secretario de Estado, Antony Blinken, y se aclararon las cosas: “ya el tono es otro”.
Acerca de la visita de Blinken del pasado 12 de septiembre, el presidente indicó que le dijo que estaba seguro “que no eran ellos, que no fue el presidente Biden –no tengo ninguna duda– porque él no tiene un doble discurso y en nuestra relación ha habido sinceridad; siempre lo que me dice es que ‘la relación la mantenemos en un pie de igualdad y yo respeto a la soberanía de México’. Y el señor Blinken vino y me dijo lo mismo, me trajo ese mensaje y eso lo agradezco. Entonces, ¿en dónde está esa actitud hostil o contraria a nuestro gobierno?, pues en los opositores, que quisieran –y ya con eso van cuatro veces que voy a hacer lo mismo de frotar las manos– que haya pleito”.
El primer mandatario consideró que el tema del T-MEC no es un asunto técnico, sino un asunto político. “Y nosotros no vamos a permitir, mientras estemos aquí [en la Presidencia de México] que haya injerencia en asuntos que sólo corresponden a los mexicanos”.
El jefe del Ejecutivo federal consideró que “no hay tampoco de parte del presidente Biden ese interés. Y nosotros coincidimos en que debemos mantener o conservar una buena relación, nos conviene a los dos países, a los dos pueblos y no nos podemos pelear. Y una cosa es Raymundo Riva Palacio, Castañeda, Sarukán y algunos traficantes de influencia –porque ni siquiera son empresarios de México–, corruptos, eso es una cosa; y otra, la relación entre nuestros pueblos y la importancia que tiene nuestra relación en lo económico lo comercial”.
López Obrador consideró que los opositores a su gobierno “están molestísimos porque la inversión estadunidense en México es récord, y el comercio de bienes en este año ya está cerca de 400 mil millones de dólares y cada vez hay más inversión. Hasta el New York Times dice ayer que, aunque hay preocupación por el tema de México, Estados Unidos está considerando como estratégica la relación económica con México para consolidar la región frente a la competencia mundial. Pues claro, así es. El señor Blinken me dijo que es necesario esta integración con respecto a nuestra soberanía, y con Canadá no tenemos ningún problema”.
No obstante, admitió que las consultas por supuestas violaciones al T-MEC se mantienen, pero ese tema, dijo, no era lo esencial a tratar en la visita del secretario de Estado estadunidense. “Eso es un asunto político y hay que llamarlo de manera sutil: es un asunto politiquero, una intriga. Estos adversarios nuestros están desesperados y resultaron no ser buenos opositores”.
Respecto de la respuesta que se emitió a esa consulta del T-MEC, expuso que se hizo porque en un primer momento sí se pensó “que era un asunto de gobierno y porque, venga de donde venga y mientras se aclara, pues no está demás dejar de manifiesto que México es un país independiente, para que nadie se acostumbre [a tratarnos de otra manera] porque pasaron muchos años y entraban a México como querían: se metían hasta la cocina. Acuérdense de lo del [operativo en el gobierno de Felipe Calderón] Rápido y Furioso y de muchas cosas. Hasta corporaciones, agencias [estadunidenses] decidían, opinaban; pero no era culpa de ellos, era culpa de la sumisión de México [en esos gobiernos]”.
El presidente reiteró que ahora se tiene una muy buena relación con los gobiernos del mundo, en especial con el gobierno de Estados Unidos. “Pero es una relación de respeto, y celebramos que el presidente Biden esté en esa tesitura y estamos muy bien”.
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