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La hora de los océanos, sin tiempo que perder

La hora de los océanos, sin tiempo que perder

Nueva York, Estados Unidos. Los océanos cubren tres cuartas partes de la superficie del planeta, conectan a los seres humanos y aportan biodiversidad y recursos esenciales para el desarrollo inclusivo, razones más que suficientes para escuchar el llamado a frenar su destrucción.

“Conservar nuestros océanos y utilizarlos de manera sostenible es preservar la propia vida”, afirmó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, un foro inédito que reunió a más de cuatro mil delegados de los cinco continentes, decenas de ellos de alto nivel, como presidentes, primeros ministros y cancilleres.

En la instalación del evento celebrado del 5 al 9 de junio, Guterres convocó a la comunidad internacional a dejar a un lado las ganancias a corto plazo para prevenir una catástrofe a largo plazo.

La contaminación, la acidificación de las aguas por el impacto del cambio climático y la sobreexplotación de sus recursos han sido identificadas como las principales amenazas para los vitales espacios marinos.

Revertir este ciclo pasa por el compromiso y la voluntad política de todos los sectores de la sociedad, señaló a Prensa Latina el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Erik Solheim.

El primer paso en esa dirección fue dado el 9 de junio en el cierre de la Conferencia, con la adopción por los 193 Estados miembros de la ONU de una declaración política denominada Llamado a la Acción, que recoge 22 medidas dirigidas a preservar los océanos para las actuales y las futuras generaciones.

Según el presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, salvar los océanos representa una preocupación existencial que une como pocas a la comunidad internacional, sin importar la ubicación geográfica o la situación económica.

Desechos plásticos, el enemigo número uno

Cada año, más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, con un impacto en la vida silvestre, la pesca y el turismo, y un costo de al menos ocho mil millones de dólares en daños a los ecosistemas marinos.

La magnitud del peligro puede ilustrarse además con la espeluznante estadística de que 51 millones de millones de partículas de microplástico, 500 veces más que la cantidad de estrellas en nuestra galaxia, ensucian los mares.

Bolsas, absorbentes, tapas y envases forman lamentablemente parte de los paisajes marinos, aunque el mayor peligro lo representan esos diminutos fragmentos llamados microplásticos, derivados de la descomposición de muchos productos.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos ratificó la inquietud que genera esta situación así como la urgencia de actuar.

De acuerdo con el presidente de la Asamblea General, para 2050 los océanos y mares pudieran presentar la misma cantidad de peces que de plástico, o incluso el predominio de este último.

Pero el problema no termina ahí, los peces más grandes, que después consumimos, se alimentan del plancton marino contaminado con el microplástico, por lo que estamos también ante un problema de salud, advirtió por su parte el director ejecutivo del PNUMA.

El capitalismo, ¿otra amenaza?

Para el presidente de Bolivia, Evo Morales, a la contaminación, la acidificación y la sobreexplotación de los océanos habría que sumarle la amenaza representada por el sistema capitalista y su modelo de consumo y mercantilización.

Debemos incluir el peligro de la mercantilización de la biodiversidad, de la naturaleza y del acceso a los mares y océanos, precisó en la Conferencia.

Morales calificó al capitalismo del principal peligro para la humanidad y la madre tierra, y convocó a sustituirlo por un nuevo paradigma de vida, producción, consumo y relación entre los seres humanos.

Llamado a la acción y otros resultados

El documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos recoge el compromiso de la comunidad internacional de actuar de inmediato.

En ese sentido, insiste en la necesidad de cumplir el objetivo 14 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, una ambiciosa meta de preservación y manejo responsable de los agobiados espacios marinos.

Además de la declaración política, el evento dejó como resultados un resumen de los temas discutidos en los diálogos de asociación y más de mil 300 compromisos de los gobiernos, el sector privado, organizaciones no gubernamentales y el sistema de la ONU con el cuidado y el uso sostenible de los océanos.

De cara al foro de alto nivel fue activada una plataforma digital para acoger iniciativas de todos los sectores de la sociedad, destinadas a enfrentar la contaminación, la sobreexplotación de sus recursos y los efectos del cambio climático.

El secretario general de la Conferencia, Wu Hongbo, subrayó a Prensa Latina la importancia de cumplir todas estas herramientas.

No hay tiempo que perder, insistió Wu, quien adelantó que la ONU establecerá mecanismos de seguimiento a los resultados de la reunión, a la que muchos no dudaron en calificar de histórica y de muestra del valor del multilateralismo.

Waldo Mendiluza/Prensa Latina