Berlín, Alemania. El pasado 2 de marzo se dio a conocer un comunicado en las redes sociales, según el cual el Ministerio de Relaciones Exteriores marroquí congelaba toda relación con la embajada de la República Federal de Alemania en Rabat. No se especifica la razón de esta medida, más bien se justifican las medidas que “debido a los profundos malentendidos con la República Federal de Alemania respecto a las cuestiones fundamentales del Reino de Marruecos”. Asimismo, las relaciones con las instituciones culturales arraigadas en Marruecos se ven afectadas por esta medida. El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán por su lado tomó conocimiento de ello por medio de la prensa, pero que las relaciones entre Berlín y Rabat son sólidas.
Posteriormente fuentes de la contrainteligencia alemana desvelaron un plan secreto de Marruecos, según un reporte del diario El Español. Éste consistía en una alianza contra el crimen organizado con Alemania, aunado con un pacto contra la migración ilegal y el tráfico de droga, a cambio de un reconocimiento del Sáhara Occidental a Marruecos. Este tipo de acuerdos existen sobre todo con Francia y con España desde años. No solamente esto no prosperó con Berlín, sino que el gobierno alemán citó a la embajadora marroquí ante Alemania, Zohour Alaoui, para dar explicaciones. No se dieron detalles sobre el encuentro al público por parte del Ministerio Alemán de Relaciones Exteriores. También suspendió la emisión de visados Schengen a Marruecos hasta nueva orden.
En 2020. en los últimos días de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, Washington se pronunció por reconocer al territorio no autónomo del Sáhara Occidental como parte integral de Marruecos, contradiciendo a una política exterior de décadas atrás de apego a la ley internacional a cambio de una normalización de las relaciones diplomáticas con Israel. Siendo uno de los últimos planes emanados del yerno del expresidente, Jared Kushner, este plan daba un espaldarazo a la monarquía marroquí y a su pretensión anexionista. Desde entonces Bourita ha pedido en sendas ocasiones a la Unión Europea y varios Estados miembros que actúen de forma análoga a Estados Unidos, hasta ahora sin éxito.
Uno de los críticos de esta iniciativa fue Alemania, quién cuestionó la maniobra de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abiertamente a finales del año pasado. El embajador alemán ante la ONU, Christoph Heusgen, llamó a una reunión sobre el tema en el Consejo de Seguridad el pasado 22 de diciembre 2020, donde recalcó que esta medida contravenía a las leyes internacionales. Además, exigió la nominación de un enviado personal del secretario general de la ONU, vacante desde 2019.
Muchas razones pueden estar detrás de la medida, puesto que el comunicado interno marroquí no cita razones formales. Así, en la ciudad hanseática de Bremen, el pasado 27 de febrero 2021, día de la proclamación de la Independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, ondeó la bandera nacional en la alcaldía de dicha ciudad. Bremen ha sido históricamente un bastión de la lucha saharaui en Alemania y lleva varios años ondeando la bandera saharaui en esta fecha.
Primordialmente, la razón que pudo haber incitado al gobierno marroquí a suspender sus relaciones con Alemania es que la revisión de la demanda interpuesta por el Frente Polisario en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea de Derechos Humanos, con sede en Luxemburgo, parece tener un avance significativo. Ahí se está revisando nuevamente la vigencia de los acuerdos de pesca y agricultura suscritos entre la Unión Europea y Marruecos en 2018, sobre su vigencia en los territorios saharauis ocupados.
En cierto modo Bourita quisiera obtener el mismo pragmatismo que encontró en la administración de Trump, en la Unión Europea y con sus Estados miembros. De ser así, posiblemente buscaría la “normalización” de las autodenominadas provincias del sur y su inserción política y económica al reino, dado que gran parte de sus exportaciones van al bloque europeo, y entre ellos en primer lugar a Alemania. El trabajo que realizan las fundaciones alemanas, entre ellas Konrad-Adenauer, Friedrich-Seidel y otras no es menor, y el apoyo financiero a proyectos ahí tiene un impacto significativo. Sin embargo, en este contexto ya en el pasado Marruecos se ha quejado de una “injerencia” por parte de estas fundaciones, y ahora directamente han suspendido todo contacto con ellas, hasta nueva orden.
En una conferencia de prensa del gobierno alemán del 3 de marzo 2021, el portavoz del ministerio de relaciones exteriores, Christofer Burger declaró que: “En nuestra opinión, no hay ninguna razón para que las relaciones diplomáticas se vean perjudicadas. Alemania y Marruecos llevan décadas cooperando estrechamente en muchos ámbitos. […] Nuestra posición sobre el Sáhara Occidental no ha cambiado […]. Según nuestra opinión jurídica y también la de las ONU, el estatuto del Sáhara Occidental no está resuelto.” Agregó que el proceso de descolonización está inconcluso y debe de ser llevado por las ONU.
Paradójicamente, de todos los gobiernos de la Unión Europea el alemán es el menos “dócil”, en contraste por ejemplo con el español o el francés. Empero, el peso económico es al menos tan importante, que hace falta presionar a sus representantes para que no apliquen lo inevitable: la ejecución de un veredicto de la Corte de la Unión Europea a un acuerdo pesquero y agrícola.
En este proceso de revisión llevado a cabo a petición del representante legal del Frente Polisario, donde se pide explícitamente la anulación del acuerdo agrícola de 2018 al argumentar el carácter no autónomo del territorio y con base en el veredicto de la Corte Penal Internacional del 16 de octubre de 1975 que determina que el Sáhara Occidental es un territorio separado de Marruecos, el Frente Polisario busca revertir la aplicación de ambos acuerdos al territorio saharaui, a no ser que se le consulte en calidad de representante legítimo del pueblo saharaui.
Justamente este es el punto dónde la defensa marroquí se basa, en la falta de representatividad del Frente Polisario, además de su incapacidad de constituir un ente jurídico para llevar a cabo la apelación. Mientras que dure la revisión, pueden pasar meses, incluso hasta años, dado que la revisión fue demandada en 2019 y recién ahora es que comienza el proceso en Luxemburgo.
Por mientras las relaciones diplomáticas con Berlín sufrieron un serio revés, y esto fue un freno al expansionismo marroquí y a la táctica de arrinconar el Frente Polisario en su actuación internacional. La confrontación bélica en curso desde el pasado 13 de noviembre 2020, a raíz del incidente de El Guerguerat que condujo a la ruptura del Alto el fuego, ha sido silenciada por Marruecos en gran medida. El pasado 27 de febrero 2021 se cumplieron 45 años desde la proclamación de la Independencia de la república saharaui.