Las finanzas occidentales arruinan las economías del resto del mundo

Las finanzas occidentales arruinan las economías del resto del mundo

FOTO: 123RF

Kuala Lumpur, Malasia. Las políticas financieras occidentales han estado presionando a las economías del mundo. Después de ser instados a endeudarse con financiamiento comercial, los países del Sur luchan con políticas monetarias contractivas occidentales.

Bancos centrales

Las “medidas monetarias no convencionales” en Occidente ayudaron a compensar la desaceleración económica mundial, después de la crisis financiera de 2008.

Las tasas de interés más altas han empeorado las contracciones, el endeudamiento y las desigualdades, debido a la inflación de costos desencadenada por interrupciones “geopolíticas” de la oferta.

Los bancos centrales occidentales han intentado detener la inflación, al frenar la demanda y aumentar los tipos de interés. Esto ha empeorado las tendencias contractivas, ya que exacerba el estancamiento mundial.

A pesar de las importantes perturbaciones de la oferta y de las respuestas políticas inadecuadas desde 2022, los precios de la energía y de los alimentos no han aumentado en consecuencia. Sin embargo, los tipos de interés se han mantenido altos, aparentemente para alcanzar la meta de inflación de 2 por ciento.

Aunque no tiene una base rigurosa ni en la teoría ni en la experiencia, esta meta de inflación de 2 por ciento –fijada arbitrariamente por el Ministro de Finanzas de Nueva Zelanda en 1989, con el objetivo de hacer realidad su lema “2 (por ciento) para 1992”– ¡Todavía es adoptada por las autoridades monetarias de la mayoría de los países ricos!

Durante más de tres décadas, los bancos centrales “independientes” han perseguido este objetivo de política monetaria. Una vez que lo han elevado, los bancos centrales occidentales no han bajado las tasas de interés, porque no se ha alcanzado la meta de inflación.

Las juntas fiscales independientes y otras presiones en favor de la austeridad presupuestaria en muchos países han reducido aún más el espacio de la política fiscal. Esto al suprimir la demanda, las inversiones, el crecimiento, el empleo y los ingresos en círculos viciosos.

FOTO: 123RF

Crisis de deuda

Antes de 2022, las tendencias contractivas se mitigaron con políticas monetarias no convencionales. La “flexibilización cuantitativa” proporcionó crédito fácil, lo cual  llevó a una mayor financiarización y endeudamiento.

También, facilitó la financiación al Sur hasta que se incrementaron las tasas de interés en 2022. A medida que subieron las tasas de interés, aumentaron las presiones para la austeridad fiscal, bajo el supuesto de mejorar las finanzas públicas.

El margen de maniobra y las opciones políticas han disminuido, incluidos los esfuerzos para emprender intervenciones expansionistas y de desarrollo. La menor capacidad de gasto público para actuar de manera contracíclica ha empeorado el estancamiento económico.

Es ilustrativo comparar la situación actual con la década de 1980. Comenzaron con crisis fiscales y de deuda, que hicieron que América Latina perdiera al menos una década de crecimiento, mientras que África retrocedió casi un cuarto de siglo.

La situación es más grave ahora, ya que los volúmenes de deuda son mucho mayores, mientras que la deuda gubernamental proviene cada vez más de fuentes comerciales. Asimismo, la resolución de la deuda es mucho más difícil debido a la variedad de acreedores y condiciones de préstamo involucradas.

Diferentes preocupaciones

Como el pleno empleo se logró en gran medida con la política fiscal después de la crisis financiera mundial, las autoridades estadunidenses están menos preocupadas por la creación de trabajos.

Mientras tanto, el “privilegio exorbitante” de Estados Unidos permite a su Tesoro pedir prestado al resto del mundo mediante la venta de bonos. Por lo tanto, las tasas de interés más altas de la Reserva Federal han tenido efectos contractivos en el mundo, a partir de 2022.

A medida que el Banco Central Europeo (BCE) siguió este ejemplo, los aumentos concertados de las tasas de interés occidentales atrajeron fondos. Se mantuvieron altas hasta que se recuperaron en agosto de 2024. Los países en desarrollo han pagado primas enormes muy superiores a las tasas de interés en Occidente, durante mucho tiempo.

Sin embargo, las tasas de interés más altas debido a las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos y el BCE hicieron que los fondos fluyeran hacia Occidente; principalmente, huyeron de los países de bajos ingresos desde 2022.

Sin embargo, el crecimiento y la creación de empleo siguen siendo prioridades de política en el mundo; en especial,  para los gobiernos del Sur global.

Estancamiento prolongado

¿Por qué el estancamiento mundial ha sido tan prolongado? Aunque se necesita con urgencia, la cooperación multilateral está disminuyendo. Mientras tanto, los conflictos internacionales se han visto cada vez más exacerbados por consideraciones geopolíticas.  De igual manera, el aumento de las sanciones unilaterales impulsadas por la geopolítica ha perturbado las relaciones económicas internacionales.

El “pivote hacia Asia” de Barack Obama (2009-2017) dio inicio a una nueva Guerra Fría para aislar y cercar a China. Las respuestas nacionales a la pandemia de la Covid-19 empeoraron las perturbaciones de la oferta.

Mientras tanto, la utilización de la política económica como arma contra los enemigos geopolíticos se ha normalizado cada vez más. A menudo, contraviene tratados y acuerdos internacionales.

Esas nuevas formas de guerra económica incluyen negar el acceso a los mercados a pesar de los compromisos asumidos con la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1995.

La liberalización del comercio ha ido en reversa desde las respuestas proteccionistas de los países ricos a la crisis financiera mundial de 2008. La promesa de la globalización de que la integración comercial garantizaría la paz entre los socios económicos quedó traicionada.

Desde la primera presidencia de Trump, las consideraciones geopolíticas han influido cada vez más en las inversiones extranjeras directas y el comercio internacional.

Se instó a los inversores estadunidenses y japoneses a “relocalizar” sus inversiones desde China con un éxito limitado. Sin embargo, los llamamientos a “relocalizar” las inversiones fuera del país asiático han tenido más éxito.

Durante mucho tiempo, los derechos de propiedad y contractuales se consideraron casi sagrados. Sin embargo, las confiscaciones de activos impulsadas por razones geopolíticas se han extendido.

Asimismo, la guerra financiera ha puesto fin al acceso ruso al sistema de transacciones financieras bajo el código Swift. De igual manera, ha propiciado la confiscación de activos rusos por parte de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El gobierno de Biden ha ampliado esos esfuerzos al utilizar la política industrial estadunidense como arma para limitar el acceso del “enemigo” a las tecnologías estratégicas.

El país reubicó, por la fuerza, algunas operaciones de la Taiwan Semiconductor Manufacturing Corporation en Estados Unidos, aunque con poco éxito.

La prolongada detención en Canadá de la hija del fundador de Huawei, pionero de la tecnología 5G, a instancias de Estados Unidos, puso de relieve la creciente guerra tecnológica de Occidente contra China.

No sorprende que las desigualdades, tanto intranacionales como internacionales, se sigan profundizando. Dos tercios de la desigualdad total de ingresos es internacional, lo cual exacerba la brecha Norte-Sur.

Jomo Kwame Sundaram/Inter Press Service (IPS)*

*Visite esta noticia en https://ipsnoticias.net/2024/11/las-finanzas-occidentales-arruinan-las-economias-del-resto-del-mundo/