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La vida y obra de León Tolstói

La vida y obra de León Tolstói

Para los esposos Catalina López y Donovan Lizardi

I. Existen libros que invitan a leerlos de un jalón. Vida de Tosltói, del biógrafo Romain Rolland (1866-1944), es uno de ellos. Novelista, dramaturgo, musicólogo (escribió seis volúmenes sobre Beethoven) y autor de la célebre Juan Cristóbal, nos regala una lograda síntesis de la vida y obra de León Tolstói (1828-1910), cuyo nombre jurídico fue Lev Nikoláievich, y quien en su obra nos dejó el cómo desentrañar la naturaleza humana, manifiesta en las pasiones sexuales, sentimientos de amor a la humanidad y rencores enmarcados en aquello de lo insociable, encajando y desencajando en lo sociable… como asuntos permanentes en sus cuentos y grandiosas novelas: Ana Karenina, La sonata a Kreutzer, y su epopeya La guerra y la paz, donde la crisis de las guerras de todos contra todos (Thomas Hobbes nos mira desde su Leviatán y su angustioso grito de guerra que, para sofocarlo, propone el sacrificio del autoritarismo) sigue siendo el enorme problema que, quizá desde siempre, se medio soluciona con guerras. Tolstói analiza la
violencia y busca la respuesta en acordar la paz… que en nuestro tiempo es la paz, pero de los sepulcros (la única –dice Kant con ironía–paz perpetua sobre el destino de la humanidad).

II. Nada lo conmovía tanto como el ansia de amor. Y le viene hecho a su medida el genial párrafo que escribe el matemático, físico y
luchador por la paz entre los hombres Bertrand Russel en su Autobiografía: “Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación”. En 250 páginas, Romain Rolland nos convida sobre lo que pensó, sintió y quiso ese genio que amó y odió el desamor, “con su penetrante y desencantada mirada, para hurgar en lo más profundo de los corazones”. Cuestionador, Tolstói rompe lanzas con sus compañeros de viaje literario: ¡Shakespeare y Beethoven! Y es que Tolstói quiere almas y cuerpos moral, química y socialmente puros… “Va de la mano su crítica de la reconstrucción. Jamás destruye, lo hace para reconstruir”. Pues ve que la humanidad es destruir y reconstruir; es una Sísifo que no se harta de subir la penitencia de la paz y que ésta vuelva a rodar cuesta abajo como la guerra, el conflicto, las “relaciones peligrosas” entre mujer y hombre, de todas las edades.

III. Hay biógrafos que recrean al autor a través del análisis de su obra (Plutarco, Zweig, etcétera). Y Romain Rolland merece que lo leamos, pues entrevera obra y vida de Tolstói, es decir, la comunión del vivir humano con lo que va produciendo en el contexto de su labor. La tarea de Tolstói fue producir literatura y lo hizo hasta alcanzar la perfección. Con su apasionada desesperación por ser perfecto él y perfeccionar a la humanidad, recibe en ambos frentes serios reveses, pues era un utopista de la moral cristiana, a la que se adhirió de manera fundamentalista; un hombre atormentado que sufría por la humanidad a la que quería salvar. Logra Rolland un trabajo de gran envergadura que trata de la vida de ese gran literato de talla universal y su creación, donde miserias y grandezas humanas adquieren la justa proporción de “lo humano demasiado humano” –según la certera frase de Nietzsche– que ambicionaba el gran Tosltói, enredando y desenredando sus conflictos con el mundo.

Ficha bibliográfica:

Autor: Romain Rolland (con traducción de Selma Ancira y David Stacey)

Título: Vida de Tolstói

Editorial: Acantilado

 

Álvaro Cepeda Neri*

*Periodista

[SECCIÓN: EX LIBRIS]

 

 

Contralínea 450 / del 17 al 23 de Agosto 2015