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En Pueblos Indígenas prevalece pobreza y discriminación

En Pueblos Indígenas prevalece pobreza y discriminación

Los pueblos originarios de México permanecen sumidos en la pobreza extrema: cerca de 12 millones de indígenas se encuentran en el nivel más bajo de la economía nacional. A ello se suma que sus lenguas se encuentran en peligro de extinción a causa del racismo y discriminación –en situación extrema, los casos de ku’ahl y kiliwa (de Baja California); awakateko (Campeche); mocho’ (Chiapas); ayapaneco (Tabasco); ixil nebajeño y kaqchikel (Quintana Roo); zapoteco, ixcateco y zapoteco (Oaxaca), advierte el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas

Saúl Quizet envuelve un ramo de flores en una pequeña florería de Nueva York, Estados Unidos. Expulsado por la pobreza que prevalece en la Montaña de Guerrero, llegó a esa gran urbe hace nueve años. Él es uno de los 12 millones mexicanos de origen indígena que ha padecido la miseria y la discriminación en México y donde ahora radica. También, uno de los 38 millones de connacionales que ha ido en busca del llamado sueño americano.

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Saúl habla de la importancia que tiene conservar sus raíces, aun estando lejos, porque espera regresar a su tierra y continuar con su legado indígena.

Para el joven ñuu savi uno de los peores momentos que ha vivido lejos de su familia es la pandemia por Covid-19. Vio cómo fallecieron algunos de sus amigos y paisanos, quienes no contaron con apoyo legal ni consular para regresar sus cuerpos a sus lugares de origen, dice.

Cuando llegó a la “gran manzana” tuvo que “cuidar” no hablar su lengua frente a otros, sus vestimentas y hasta su aspecto para no ser rechazado en los lugares donde trabajaba. Empezó en la cocina de pequeños restaurantes y repartiendo comida. Su trayecto no ha sido fácil para soportar su economía, alejado de los suyos.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en México “existen 23.2 millones de personas de tres años y más que se autoidentifican como indígenas, lo que equivale a 19.4 por ciento de la población total de ese rango de edad”.

Según las Estadísticas a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Inegi, la población total en hogares indígenas en 2020 fue de 11 millones 800 mil 247 personas, lo que equivale a 9.4 por ciento de la población total del país. Mientras, el tamaño promedio de los hogares indígenas fue de 4.1 personas.

El Censo de Población y Vivienda 2020 identificó que en México había 7 millones 364 mil 645 personas de tres años y más hablantes de lengua indígena, lo que representó 6.1 por ciento de la población total del país en ese rango de edad.

Las carencias sociales y niveles de pobreza, con excepción de la carencia por acceso a los servicios de salud, se encuentran por encima del promedio nacional en los municipios con alto porcentaje de población indígena, señala el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2020, el más reciente hasta el momento, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación.

Entre las principales recomendaciones se desprende que en el ámbito laboral, “se requiere generar estrategias que aseguren igualdad de oportunidades para las personas indígenas, que permitan el acceso a empleos fuera de condiciones precarias y que garanticen el acceso a la seguridad social”.

Martha Satiago, originaria de Juchitán, Oaxaca. Foto, Érika Ramírez

Lenguas indígenas en peligro

Dejó de hablar su lengua cuando era niño, el mixteco. Era la década de 1970, cuando estudiaba primaria y “la política era no hablar la lengua. Mis padres no me la enseñaron, como una manera de evitar la discriminación hacia mí. En las escuelas, los maestros nos cuidaban mucho en el recreo y en los espacios libres que había para que no habláramos en nuestro idioma y si alguien nos descubría hablándolo, nos castigaban, nos dejaban toda la tarde encerrados en el salón, nos mandaban a lavar los baños, nos ponían a cargar cosas pesadas, como ladrillos, durante el tiempo de clase”, relata el abogado indígena Francisco López Bárcenas.

Desde un punto de vista histórico, añade, las lenguas han sido excluidas de su uso público, “perviven no porque haya programas para protegerlas o fortalecerlas sino porque una lengua que no se habla, muere, independientemente de los programas que haya para fortalecerlas, dice López Bárcenas, investigador del Colegio de San Luis.

En ese sentido, expone, “la política oficial ha sido dejar que mueran, inclusive actualmente los últimos años. En 2003 se aprobó la Ley de Derechos Lingüísticos que las eleva a rango oficial, igual que el español, pero no ha habido ninguna política para que esto sea posible, hacen falta libros de texto y sólo se enseñan en escuelas bilingües. Lo poco que se va haciendo para preservarlas es a iniciativa de grupos y organizaciones”.

De los diversos procesos sociales como la globalización y la marginación social a la que han sido empujadas las personas indígenas, las lenguas se enfrentan a la posibilidad de su propia extinción, pues el 60 por ciento de ellas está en riesgo de desaparecer.

Entre las que se encuentran en peligro extremo de extinción están ku’ahl y kiliwa de Baja California, awakateko de Campeche, mocho’ de Chiapas, ayapaneco de Tabasco, ixil nebajeño y kaqchikel de Quintana Roo, zapoteco de Mixtepec, e ixcateco y zapoteco de San Felipe Tejalápam de Oaxaca, advierte el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).

El Instituto identifica que México posee hablantes de 68 lenguas indígenas, relacionadas respectivamente con un pueblo indígena. Sin embargo, indica, “estas lenguas son a su vez agrupaciones lingüísticas, pues pueden estar conformadas por conjuntos de una o más variantes lingüísticas”.

De ello deriva que a lo largo de las 32 entidades del país se hablen 364 variantes lingüísticas, “las cuales representan un importante indicador de la enorme diversidad lingüística y cultural de nuestro país”, señala el Inali.

El organismo estima que en México hay 7.4 millones de personas de tres años y más que hablan alguna lengua indígena. Las más habladas son el náhuatl, con 1 millón 725 mil hablantes; le sigue el maya, con más de 859 mil y tseltal con 556 mil. Mientras, las entidades con mayor porcentaje de hablantes de lengua indígena son Oaxaca, Chiapas y Yucatán.

“Contrario a lo que indica el desprecio, los estereotipos y el desconocimiento en torno a los pueblos indígenas y sus lenguas, las formas de habla de estas comunidades no son homogéneas, no deberían ser causas de exclusión social, ni representan estados no adaptamos a las formas hegemónicas de comunicación. Por el contrario, se tratan de manifestaciones que dan cuenta de la riqueza cultural de México y que son consideradas lenguas nacionales con la misma validez que el español sin importar los territorios, localización y contextos en los que se hablen; así como su número de hablantes” destaca el Inali en su texto Siempre florecerá la palabra; lenguas indígenas de México contra su extinción.

Francisco López Bárcenas, investigador del Colegio de San Luis

Doña Martha, guardiana de las costumbres

De origen zapoteco, doña Martha Santiago Ruiz se dedica desde hace 35 años a la venta de plantas medicinales. Llegó a la Ciudad de México huyendo de la pobreza. “Yo peleo”, dice orgullosa. “Peleo el trabajo, que no me discriminen ni por mi lengua ni por mi vestimenta, hay que imponerse”.

Oriunda de Juchitán, Oaxaca, Martha luce una blusa negra de flores bordadas y es una de las vendedoras de la Feria de las Culturas Indígenas que ocupa el primer cuadro de la Ciudad de México. El espacio, comenta, se lo ha tenido que ganar a pulso cada año para no quedar fuera.

Llegó a la capital del país desde muy joven en busca de oportunidades y aunque muchas personas la han discriminado por su origen, “yo me peleo con ellos porque no me da vergüenza ser lo que soy. Jamás me quito mi vestido y he llevado mi lengua hasta la frontera”.

Con la resolución A/RES/49/214, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 9 de agosto de cada año como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El objetivo “es fortalecer la cooperación internacional para sensibilizar sobre las características de esta población, así como los retos que enfrentan en aspectos como derechos humanos, medioambiente, desarrollo, educación y salud”.

Saúl Quizet, migrante indígena

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