La senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Kenia López Rabadán, solicitó la injerencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en asuntos internos del país. Esto, luego de que acusó ante el secretario general de la OEA, Luis Almagro, las políticas del gobierno federal en torno al caso del huracán Otis en Acapulco.
“Solicité a la OEA su intervención para que se instale un corredor aéreo y marítimo humanitario con la finalidad de que las y los guerrerenses puedan recibir ayuda directa de la comunidad nacional e internacional; se inste al gobierno mexicano a que restablezca el fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales [Fonden]; y se solicite a las autoridades mexicanas que permitan que quienes deseen ayudar puedan hacerlo sin necesidad de la intervención gubernamental”, externó en su conferencia de prensa “La contramañanera” en Washington.
La OEA se creó con el objetivo de fomentar la colaboración y defender la soberanía entre los países miembros. Sin embargo, en los últimos años distintos investigadores han documentado que esta organización está ejerciendo un intervencionismo drástico contra la autonomía de las naciones latinoamericanas, como es el caso del golpe de estado de Bolivia o el bloqueo económico en Venezuela.
En marzo de 2015, Luis Almagro asumió el cargo de secretario general de la OEA. Desde entonces, periodistas e investigadores han cuestionado su postura de ultraderecha, la cual consiste en acusaciones contra gobiernos de izquierda en América Latina, o el estrecho apoyo a personajes como Tuto Quiroga –político boliviano de ultraderecha–, quien está vinculado al fraude electoral de J.O. Hernández en Honduras.
“Con la llegada de Almagro, la OEA pareció retomar las lógicas anacrónicas consistentes en defender el statu quo, más no la democracia, y guardar silencio frente a las graves violaciones a los derechos humanos”, escribió la investigadora Silvana M. Romano en su libro La OEA en tiempos de Almagro, presentado en el programa de Contralínea.
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