Ante la propuesta del expresidente Ernesto Zedillo para realizar una auditoría externa a las obras realizadas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador –en especial al Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el AIFA–, la presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó: “¿para qué?”, si ese trabajo ya lo realiza la Auditoría Superior de la Federación (ASF). E indicó que su inconformidad es porque a la oposición “no les gusta que haya regresado la obra pública en México”.
El desacuerdo de Ernesto Zedillo con la 4T responde a la visión de país que tienen los neoliberales. Al respecto, la primera mandataria subrayó que la opinión del expresidente representa al 20 por ciento de la población, pues es parte de la minoría. Y recordó que el 80 por ciento –según distintas encuestas– de la población apoya su administración.
“Muy distinto al Fobaproa, que fue convertir la deuda privada de unos cuantos en deuda pública, que también fue auditada por la Auditoría Superior de la Federación y no tiene muy buena opinión de ese rescate”, acusó Sheinbaum Pardo, en clara referencia no sólo a las presuntas irregularidades, sino también a la impopularidad de esa medida.
Ante la ola de privatizaciones de empresas propiedad del Estado, así como de servicios públicos, ocurrida durante la época neoliberal y en contraste con lo que ocurrió desde el sexenio de su antecesor López Obrador, la jefa del Ejecutivo federal afirmó que ahora “no les gusta que estemos construyendo tantas carreteras con recursos públicos, porque ellos creen que todo debería ser privado, que las carreteras deberían concesionarse todas. Bueno, a eso se dedicaron”.
Además, en su conferencia matutina la presidenta Claudia Sheinbaum criticó que Ernesto Zedillo hable de proyectos como el Tren Maya, cuando en su mandato desnacionalizó a Ferrocarriles Nacionales de México, para después contratarse con la empresa ferroviaria Kansas City, beneficiaria de la venta de dicho bien público.
“No están de acuerdo con que se haya construido un tren, que hayan regresado los trenes de pasajeros. Pues si él los privatizó y los desapareció, ¿cómo va a estar de acuerdo en que regresen los trenes de pasajeros? Él privatizó los trenes, desaparecieron los trenes de pasajeros y después se fue a trabajar a una de las empresas a las que privatizó por eso no está de acuerdo en que haya trenes”.
La presidenta Sheinbaum Pardo defendió una de las obras emblemas del sexenio anterior, y a la cual se comprometió a dar continuidad, incluso ahora como parte del Plan México, en la búsqueda de fortalecer la infraestructura, el turismo y la conectividad a nivel nacional. “Ellos no están de acuerdo en que haya un Tren Maya, dicen que son obras suntuosas, que no sirven para nada”. Sin embargo, aseguró que “la atracción del turismo por el Tren Maya en el sureste de México es impresionante, el Tren Maya va lleno y además tiene la virtud de que pone en alto a la gran nación maya y el origen de México que son sus pueblos”.
Por otra parte, Sheinbaum Pardo se pronunció sobre las críticas al rescate del sector energético del país: “tampoco están de acuerdo con que se haya construido una refinería, que además es falso que no esté funcionando que porque todo es mentira […] no están de acuerdo en que Pemex haya construido una refinería, ellos no están de acuerdo con eso porque Zedillo quería privatizar hasta el sector eléctrico: todo”.
La titular del Ejecutivo federal enfatizó que el descontento de sus opositores se debe a su rechazo al rescate de proyectos de infraestructura con financiamiento público, “ellos no están de acuerdo en que se hayan construido carreteras por parte del gobierno con recursos públicos. No están de acuerdo con la obra pública. Entonces, esas obras ahí están. Son buenas para todo el país”.
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