La clase trabajadora pide desterrar reformas neoliberales del PRIANISMO

La clase trabajadora pide desterrar reformas neoliberales del PRIANISMO

Puntualizaron la necesidad de buscar la convergencia nacional en virtud de que en nuestro país siguen operando las reformas neoliberales
FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

De entre los puntos establecidos en el posicionamiento acordado el pasado 1 de mayo por organizaciones sociales, democráticas e independientes, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Nueva Central de Trabajadores (NCT), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE), destaca el emplazamiento al Estado de una Huelga Nacional Unitaria.

La misma se realizará el próximo 15 de mayo, en la exigencia por la solución de diversas demandas aún no resueltas, por la persistencia del modelo neoliberal.

En un documento leído en el Zócalo capitalino, en conmemoración al Día Internacional del Trabajo y a los Mártires de Chicago, injustamente condenados a la pena de muerte en 1886, las organizaciones participantes en el evento convocaron a la necesidad de luchar de manera unificada.

Asimismo, puntualizaron la necesidad de buscar la convergencia nacional obrera, social, sindical, estudiantil, campesina, indígena y popular, en virtud de que en nuestro país siguen operando las reformas neoliberales instrumentadas por el PRIANISMO.

En los acuerdos, se estableció que, en tanto se insista en mantener vigente el esquema de los pactos políticos y económicos, los cuales  no cambian en nada el esquema del control absoluto de la producción, de los mercados, la riqueza y el poder, se hará necesaria actuar en unidad. Para que, de esta manera, las demandas de millones de trabajadores, campesinos e indígenas sean escuchadas.

Así, conseguir la derogación de las iniciativas neoliberales, cuyos estragos siguen abonando una precariedad laboral y la constante pérdida del poder adquisitivo, a causa del alza de la canasta básica, la ausencia de salarios justos, pensiones dignas y la persistencia de una escasa seguridad social que impacta en una disminuida atención médica.

Entre las demandas, destacan la lucha por la jornada laboral de 40 horas. Igualmente, se exige un alto a las agresiones que vienen enfrentando los asalariados de las organizaciones campesinas, obreras y burocráticas del país.

También, se exhorta a que cesen los despidos injustificados, los recortes de personal y la desaparición de fuentes de empleo que también conducen a la precarización laboral. Y se pugna por la disminución en el costo de la canasta básica, el cual impacta en la alimentación y la economía familiar de la población de menores recursos.

Entre los acuerdos, se estableció hacer un llamado al gobierno de la 4T para anular, de una vez por todas, las reformas de la tecnocracia neoliberal prianista, y se cancelen la Ley del ISSSTE del 2007 y la Reforma Educativa del 2013, como lo han venido demandando los profesores de la CNTE.

Es necesario resarcir involuciones sociales para que el pago de pensiones sea en salarios mínimos y no en UMAS; además de cancelar las nefastas Afores que se han robado cantidades multimillonarias del ahorro de millones de trabajadores desde 1997.  Con ello, se conseguirá retornar al sistema solidario, el cual garantice pensiones justas y dignas para la vejez.

FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM

Otro de los temas que debe ser impulsado es gravar con un fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas. Los multimillonarios tuvieron una repentina bonanza con el regalo de empresas públicas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Al paso de los años, como es el caso de Ricardo Salinas Pliego, emplearon el poder mediático de televisoras para convertirse en grandes evasores fiscales.

También, se acordó proponer la suspensión del pago de la deuda pública y auditarla. La misma representa una multimillonaria sangría a los recursos públicos. Además, fue originada de una manera fraudulenta y cómplice por los gobiernos prianistas, en contubernio con los grandes organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ante los momentos cruciales que se viven, donde surge la prioridad de la defensa de nuestra soberanía nacional, es imprescindible renacionalizar el sector energético, con la obligación histórica de saldar la injusticia social perpetrada por el espurio Felipe Calderón.

Con sus recibos locos de la CFE, este expresidente esquilmó los bolsillos de la gente pobre, al imponer cobros ilegales en sus recibos de luz, tras el cierre de la empresa pública, Luz y Fuerza del Centro, en 2009. Este último hecho fue realizado con el despido de 44 mil agremiados del SME.

A la fecha, miles y miles de usuarios, tanto de la zona centro del país como de otras regiones, mantienen viva una lucha contra esta injusticia, agrupados en la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUUE). Siempre han contando con el apoyo del SME y de las organizaciones agrupadas en la NCT.

Por ello, entre las demandas enumeradas en el Zócalo de la Ciudad de México, destaca la necesidad del borrón y cuenta nueva a los usuarios que están en huelga de pagos, y elevar a rango constitucional el derecho a la energía, el agua, la alimentación y la salud.

De igual manera, las organizaciones sociales y sindicales, establecimos como una de nuestras demandas la elaboración de una Ley de Cooperativas y Mutuales, que realmente impulsen y fortalezcan la Economía Social Solidaria.

Y si bien, se han dado aumentos graduales a los salarios mínimos, es necesario, como se planteó, que los mismos alcancen el nivel que tenían en 1976, antes de que fueran cayendo al paso de las décadas de neoliberalismo. Este descenso fue a tal grado que incluso se canceló el bienestar social de millones de familias.

Igualmente, entre las demandas, destaca el pedir al Estado mexicano fortalecer la inversión pública en materia de salud y educación, con más hospitales y escuelas. Actualmente, las deficiencias de personal, equipos y medicinas en los nosocomios del sector público son palpables. No garantizan una atención adecuada y oportuna para la salud y la vida de millones de mexicanos.

Otro de los reclamos es que se dé por fin solución al conflicto del Sindicato Mexicano de Electricistas. Ésta es otra de las afrentas a la clase trabajadora cometida por el neoliberalismo en el sexenio del narcopresidente, Felipe Calderón, a través de la reinserción laboral en el sector eléctrico.

En un acto de solidaridad, se acordó exigir la firma del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) entre los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad con el Sindicato Independiente de Trabajadores de Investigación en Ciencias de la Salud (SITIC-Salud).

Y se demandó un alto al hostigamiento, acoso y a las violaciones a su CCT de la Asociación Sindical de Trabajadores del Instituto de Vivienda (ASTINVI), y el apoyo a los compañeros repartidores de las plataformas digitales, en el reconocimiento de sus derechos, agrupados en la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación (UNTA).

La lucha de la clase trabajadora sigue, y deberá ser en unidad de acuerdos y consensos de demandas, como quedó planteado el pasado 1 de mayo.

Martín Esparza Flores*

*Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas

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