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Se desborda el pueblo por Andrés Manuel López Obrador

Se desborda el pueblo por Andrés Manuel López Obrador

FOTO: PRESIDENCIA

El presidente Andrés Manuel López Obrador caminó  más de cinco horas entre el Ángel de la Independencia y la Plaza de la Constitución en su marcha por la democracia. Al llegar al Zócalo, presentó un informe de una hora 40 minutos en donde hizo un balance de todas sus acciones de gobierno. Aportó como nuevo elemento, la conceptualización teórica de su movimiento al que denominó: “humanismo mexicano”.

Los asistentes, desbordados en su favor, gritaban a coro: “reelección… reelección…”, pero el presidente respondió: “soy maderista: sufragio efectivo, no reelección”.

Para llegar a la Plaza de la Constitución, López Obrador dejó atrás a un pueblo desbordado. Luego de que su paso por Paseo de la Reforma fue lento. Todos iban al presidente: lo saludaron, se tomaron fotos, recibió quejas, sugerencias y parabienes.

Arribó a la columna a la Independencia poco después de las 9:00 horas y empezó a caminar antes de las 10:00. No hubo vallas metálicas, cordón policial o de civiles organizados. Todos los asistentes que lo intentaron, accedieron al presidente y a su gabinete.

Funcionarias y funcionarios iban en la misma ruta y participaron en la fiesta del pueblo. Hubo empujones, pisotones y embestidas, pero resistieron al celebrar la transformación de la República.

Desde las 8:00 horas se vio a Gerardo Fernández Noroña; Alejandro Encinas; al titular de Salud, el doctor Jorge Alcocer Varela; al director del  IMSS, Zoé Robledo; a Luisa  María Alcalde; y, obvio, a los tres principales aspirantes a la Presidencia para 2024: Claudia Sheinbaum Pardo, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.

Conforme llegaban, la multitud los rodeaba y obligaba a marchar. El presidente caminó al lado de su hijo José Ramón y del pueblo. Poco a poco, los funcionarios de su gabinete se fueron incorporando. Quien consiguió estar por más tiempo junto a él fue Claudia Sheinbaum. Se acompañó en buena parte de la marcha de Juan Ferrer, titular del Insabi.

Marcelo Ebrard en Paseo de la Reforma recibió muestras de apoyo, pero en una parte de la marcha fue cuestionado y agredido. Adán Augusto para evitar estas situaciones se protegió con un grupo de seguridad vestidos de civil. Claudia Sheinbaum se apoyó en personal de la Fiscalía capitalina y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana todos vestidos de civil.

Como no había vallas de ningún tipo, la marcha durante las tres primeras horas fue una encrucijada y hasta hubo mucho riesgo para el presidente, que salió avante, sin manchar su camisa blanca.

A las 13:21 horas llegó al Hemiciclo a Juárez y fue recibido con música de mariachi, como la melodía de José Alfredo Jiménez titulada El rey. Al enfilarse hacia el Eje Central Lázaro Cárdenas, López Obrador decidió cambiar la ruta y rompió las cadenas humanas improvisadas: avanzó por la calle Francisco I Madero para hacer un homenaje al que denomina padre de la democracia en México.

La calle no cerró las puertas al comercio. Allí, personal de la Ayudantía Militar y Naval ayudó al presidente a ingresar al Zócalo sin mayor problema. En todo el recorrido hubo vigilancia con drones y los elementos del equipo de seguridad se comunicaban con radio de banda corta y equipo de escucha (chicharitos).

A los largo de la ruta se colocaron pantallas gigantes, lo mismo que en las principales calles de acceso y salida del Zócalo. López Obrador en ningún momento perdió el aplomo y así llegó al templete donde ya se encontró con todos los integrantes de su gabinete.

A su paso, las voces que lo alimentaban eran las del pueblo que arengaba: “¡es un honor estar con Obrador! ¡No que no, sí que sí, este movimiento no es fifí! ¡Andrés, amigo, el pueblo está contigo! ¡Andrés, papucho, el pueblo te quiere mucho!¡Éste es el pueblo de López Obrador, cuál es el tuyo traidor conservador! ¡Yo soy acarreado, pero de sus ideas!

Minutos antes de las 15:00 horas entró a la Plaza de la Constitución y caminó de frente a Palacio Nacional. Al llegar al asta bandera monumental, giró a la izquierda y se enfiló al templete colocado del lado de Catedral.

Con su gabinete legal y ampliado, así como invitados, inició su cuarto informe al pueblo de México, en el que fue contundente y, ante las múltiples voces que le pedían “reelección…, reelección”, respondió: “no. Sufragio efectivo, no reelección. Soy maderista y lucho por la democracia”.

Está  pendiente, la cifra oficial de asistentes, se manejaron cifras que van de 600 a 800 mil personas, pero también se manejó que se rebasó fácilmente el millón y medio de personas.

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