La política económica de México, durante los gobiernos del PRI y del PAN, estuvo condicionada al modelo neoliberal adoptado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló la presidenta Claudia Sheinbaum. Por ello, aseguró que “si llegáramos a necesitar un préstamo del Fondo, jamás estaríamos aceptando esas condicionantes porque sería renunciar a lo que somos”.
En todo caso, precisó la primera mandataria, el gobierno federalo haría uso de líneas de crédito sin condiciones de esa naturaleza. “Si es que las llegara a necesitar México, pero no bajo una premisa de que tiene que cambiar” el modelo económico.
Durante su conferencia de prensa, Sheinbaum Pardo criticó que en el neoliberalismo, el organismo financiero otorgó créditos que buscaban transformar las políticas económicas. “El tema de los préstamos que dio el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, o el propio Banco Interamericano de Desarrollo, pero principalmente el FMI a México en la época neoliberal es que estaban condicionados”.
La titular del Ejecutivo federal explicó que “el asunto no es si adquieres deuda si lo requiere el país, con la solvencia para poderlo pagar evidentemente, sino que se condicionaron a un modelo económico que tenía que ver, por ejemplo, con la disminución del gasto del gobierno, pero a los gastos que en realidad son inversiones sociales; entonces, hubo reducciones en el presupuesto de educación, salud y la otra muy importante, la venta de las empresas públicas”.
Sobre este tema, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que fue durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que “se vendieron cientos de empresa públicas, cientos”. Ello, “con esta idea de que lo público nunca iba a poder competir con lo privado, y que lo privado siempre iba a ser mejor que lo público”.
Por ello, consideró que el problema fue que “quienes gobernaron México se creían ese discurso, porque venían de estudiar de esas universidades” estadunidenses y neoliberales. Por esta razón se aceptaron dichos préstamos, encaminados a “reorientar la economía mexicana hacia ese modelo [neoliberal]”.
La primera mandataria reprobó que se lograron disciplinas macroeconómicas en ese periodo, porque “fue a costa de la pobreza, de no aumentar los salarios, [idea que] venía de ahí, de los dictados del Fondo Monetario y de todos estos organismos”.
Además, Sheinbaum Pardo condenó que, durante la crisis financiera de 1994, el expresidente Ernesto Zedillo aceptara ayuda de Estados Unidos bajo la condición de entregar el gobierno al Partido Acción Nacional (PAN). Ello, de acuerdo con el testimonio de Francisco Labastida, excandidato presidencial del PRI.
Como resultado, subrayó la presidenta, “no hubo transición: hubo un falso cambio […]. Por eso, para nosotros la palabra soberanía es tan importante, es un concepto fundamental de la cuarta transformación, porque no sólo es soberanía en el sentido de la defensa de nuestro territorio, sino la defensa de lo que el pueblo de México decide para su destino, de la autodeterminación del pueblo de México establecido en el artículo 39 constitucional”.
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