Kimberly-Clark de México, liderada por los empresarios Claudio X González y Valentín Diez Morodo, explota más de 29 millones metros cúbicos de agua en cinco regiones del país, donde hay sobreexplotación y contaminación (como el río Blanco, en Veracruz, y el río San Juan, en Querétaro). Con el agua que acapara la papelera podrían suministrarse el municipio de Mazatlán, Sinaloa; o el de Ixtapaluca, Estado de México; o las alcaldías de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza en la capital del país
Kimberly-Clark de México, empresa liderada por Claudio X González Laporte, su hijo Claudio X González Guajardo –uno de los principales opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador– y Valentín Diez Morodo, tiene el permiso de explotar más de 29 millones de metros cúbicos de agua en cinco regiones del país donde hay sobreexplotación y contaminación de los mantos acuíferos.
Datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelan que la compañía, encargada de elaborar productos de uso diario y desechables como: pañales, toallas femeninas, papel higiénico, servilletas, pañuelos, toallas para cocina, toallas de manos, poseen cinco títulos de concesión vigentes, para extraer 29 millones 959 mil 856 de metros cúbicos.
Los más de 29 millones que explota la papelera es el equivalente al agua consumida por una población de 529 mil personas, en el municipio de Mazatlán, en Sinaloa, por ejemplo. Considerando un consumo de 150 litros por habitante, 29.9 hectómetros (millones de metros cúbicos), durante un año.
También, podrían cubrir las necesidades de agua en alcaldías de la Ciudad de México como: Cuauhtémoc, con 545 mil personas, o Venustiano Carranza, con 443 mil habitantes. En el Estado de México, el agua que consume KCM podría dotar del vital líquido al municipio de Ixtapaluca, con 542 mil ciudadanos, durante los 365 días del año.
O bien, equivale casi a lo mismo que consumen las 600 mil personas que viven en las ciudades más importantes del sur de Veracruz, comenta el doctor Carlos Ávila Bello, profesor-investigador de la Universidad Veracruzana con experiencia en investigación y trabajo con pueblos originarios.
Ávila Bello indica que ésta es una de las empresas que han sido privilegiadas con el régimen de concesiones que predominó en el sistema neoliberal y que permitió el acaparamiento del vital líquido en manos de las compañías, por lo que es necesario la revisión de los títulos de concesión otorgados.
Señala “que una de las implicaciones de este volumen de concesiones es que puede afectar la disponibilidad de agua para consumo humano. Todo lo concesionado a Kimberly Clark significa, prácticamente, lo que consumen 600 mil personas en sur de Veracruz, que incluiría las ciudades de Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan, las más importantes”.
Los permisos fueron otorgados por las direcciones generales de los Organismos de Cuenca Golfo y Aguas del Valle de México Centro y las direcciones de Querétaro, Coahuila y Tlaxcala, que permiten la extracción de 10 millones 640 mil 140 de metros cúbicos de aguas superficiales y 19 millones 319 mil 716 de metros cúbicos de aguas subterráneas.
Los datos del Repda indican que los primeros permisos fueron otorgados por la Conagua desde 1994, dos años más tarde de que fuera promulgada la Ley de Aguas Nacionales por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, y en el contexto de un régimen de acaparamiento de los bienes nacionales, como el vital líquido.
En octubre de 2021, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) multó a Essity México, Kimberly Clark de México y Productos Internacionales Mabe por un total de 313 millones 473 mil pesos, pues se coludieron en el mercado de pañales para bebé, productos para la protección sanitaria femenina y para incontinencia, indican notas de la prensa nacional.
Contaminación en Veracruz y Querétaro
Los datos del Repda indican que el título 09QRO100304/26FMDL18 es el que más beneficios otorga a Kimberly Clark De México, SAB de CV, con el permiso de explotar 14 millones 191 mil 200 metros cúbicos de agua. Éste fue emitido por la Dirección General de Querétaro, de la Conagua.
Desde 2007, José Luis Aguilera Rico, diputado federal e integrante del Grupo Parlamentario Convergencia, en la LX Legislatura, promovió un punto de acuerdo en el que acusaba que durante más de 10 años se habían denunciado anomalías ambientales en el río San Juan, ubicado en el municipio de San Juan del Río, Querétaro. Y señalaba que los programas municipales para recuperar el afluente habían fracasado.
En aquella denuncia se señalan a a Kimberly Clark como responsable de rellenos clandestinos y contaminantes del río. El punto de acuerdo solicitaba a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, investigar a esa empresa de los X González y a otra, de nombre Kaltes, por posibles daños ecológicos en el río San Juan. En esa zona, se ubica la planta Bajío de la papelera.
Otro permiso a su favor es el 10VER130737/28FOOC15, que le permite extraer 10 millones 640 mil 140 metros cúbicos de agua. Este se lo entregó la Dirección General del Organismo De Cuenca Golfo Centro, el 8 de enero de 2001.
El tratamiento del agua en la región de Ixtaczoquitlán, donde se encuentra asentada una de sus plantas de Kimberly Clark, no es público: los pobladores de la región desconocen los procesos de uso y descarga al río Blanco, principal afluente a donde llega la empresa.
Beatriz Torres Beristain, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana (UV), expone que Kimberly Clark es una de las plantas más importantes en la zona, pues genera un significativo número de empleos, pero también es una de las que se encuentran en el corredor industrial contaminante, donde también están: Productos Químicos Naturales, SA de CV (Proquina), Cementos Apasco, Pepsi Co y Heineken.
El consumo de agua en esta región, expone la académica, es muy grande no sólo por Kimberly Clark sino por toda la zona industrial. “Sí hay problemas de agua. Lo complicado es identificar la responsabilidad de quién lo hace, porque no hay tanta claridad para los ciudadanos de cómo se está tomando el agua”.
El problema con la empresa de los X González, añade, es como con cualquier papelera: el uso intensivo del agua para los procesos de producción de papel y de blanqueado. “Sabemos que las aguas de Kimberly Clark, como las otras industrias, se van a la planta depuradora que se llama Fideicomiso del río Blanco (Firiob), donde van todas las aguas industriales y las municipales de Orizaba, y finalmente caen al río Blanco, que tiene sus aguas súper contaminadas”.
Municipios como Nogales, Río Blanco, Orizaba, Ixtaczoquitlán, y Córdoba tienen comunicación con el agua de ese afluente, que es un “río muerto, ya no es un río que tenga vida acuática ni uso para pesca ni mucho menos. Sin embargo, tiene una importancia ecológica muy importante porque da humedad y alimenta muchos nacimientos de agua que van a algunas otras pequeñas comunidades”, dice la investigadora de la Universidad Veracruzana.
El tercer permiso que más volumen de agua le permite explotar a la trasnacional papelera es el 06COA100129/24FMDL14, con la extracción de 2 millones 448 mil 836 metros cúbicos de aguas subterráneas, otorgado por la Dirección local de la Conagua en aquella entidad. En esta zona se encuentra la planta de Ramos Arizpe, desde 1993, para la fabricación de papel a partir de pulpa.
Le sigue el título 5MEX100824/26FMGR95, con la extracción de 2 millones 289 mil 680 metros cúbicos, otorgado por la Dirección General del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México. En esta zona operan las plantas de Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Parque Vesta y Evenflo.
La Dirección local de la Conagua en Tlaxcala asignó el permiso de concesión TLX100028, para explotar 390 metros cúbicos del vital líquido, donde opera la fábrica ubicada en el municipio de Tlaxco.
Acaparamiento industrial
La maestra Julieta Lamberti, directora de Investigación en la organización Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), comenta que en México existe una problemática de “captura corporativa del agua”, correspondiente a la gran cantidad de agua otorgada para el uso industrial, contrario a lo izado en el sector industrial o doméstico.
Y cuestiona por qué se llega a esa mala distribución del agua en México, que implica el acaparamiento de agua por muy pocas empresas o personas. La candidata a doctora en sociología por el Colegio de México observa que las empresas que poseen grandes cantidades de concesiones de agua “hacen lobby para que la legislación y la regulación en temas de acceso al agua les favorezca”. La industria minera, de agroquímicos, bebidas son las que más acaparan las concesiones.
Lo que también hemos visto, añade, es que son los organismos operadores de cuenca quienes deciden quién tiene o no una concesión de agua. Además, y de acuerdo con lo documentado por la Auditoría Superior de la Federación, “hay muy pocos mecanismos de vigilancia e inspección del total de títulos de concesión otorgados; por ejemplo, en 2016 eran más de 500 mil títulos de concesión, asignaciones y permisos registrados en el Repda, que también tiene un montón de problemas porque no todos están registrados ahí y sólo se habían hecho inspección en 2 mil 500; es decir, sólo en el 0.05 por ciento del total de los títulos había sido investigado para ver si se estaba haciendo buen uso”. Añade que no hay autoridades que revisen si una persona o una empresa está utilizando agua de más, o si lo destinó al rubro para el que lo solicitó y si está haciendo buen uso de este título.
KCM, beneficiaria del viejo régimen
La empresa papelera no sólo ha sido beneficiaria en el volumen concesionado de agua; también ha obtenido recursos del erario a través del financiamiento que otorgaba el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). De esos programas de innovación tecnológica obtuvo más de 39 millones de pesos durante las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
En el Padrón de Beneficiarios 2009-2018, del Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación, se da cuenta de la entrega de 39 millones 494 mil 809 pesos a través de tres transferencias de recursos.
El primero, bajo la administración del panista Carlos Romero Hicks (2009) al frente del organismo, por 26 millones 473 mil 851 pesos para el proyecto 110753: “Investigación, desarrollo e ingeniería de proceso en línea de pañales para recién nacidos y bebés con atributos superiores de contención de heces, suavidad exterior, eficiencia de absorción y confort desarrollados con tecnología propia de alta competitividad”.
Ese mismo año, otros 9 millones 526 mil 149 pesos bajo el proyecto 112218, correspondiente a la “ingeniería de proceso para mejora sustancial en higiénicos (papel tissue) valor agregado por nuevas tecnologías de laminación e innovador higiénico húmedo desechable y dispersable en el inodoro desarrollado con base en formulación propia libre de alcohol”.
Para 2013, la empresa liderada por Claudio X González obtuvo 3 millones 494 mil 809 pesos, en su planta de Tlaxcala, para el “proceso innovado para desarrollo de materiales avanzados con recuperación y aprovechamiento de residuos, ahorro de energía, gas y materias primas vírgenes que permitirá sustituir materiales importados con alto impacto ambiental, tecnológico y social”, por el proyecto 200327 entregado a Conacyt.
Durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador del 21 de octubre de 2022, la actual titular del Conacyt, la doctora María Elena Álvarez-Buylla, aseguró que en contraste con el objeto del Consejo, “que es contribuir al avance del desarrollo científico y tecnológico desde México, fundamental para garantizar nuestra soberanía nacional y de contribuir también al bienestar del pueblo de México, al cuidado ambiental, lo que nos encontramos y está muy ligado al uso discrecional, opaco, a partir de los fideicomisos, es que se habían realizado –en este caso me enfoco aquí de 2013 a 2018– transferencias millonarias al sector privado vía Conacyt”.
Entre las compañías expuestas se encontraba Kimberly Clark, además de trasnacionales como Monsanto, Intel, Volkswagen, Whirlpool, Mabe, Bimbo, Femsa, Honeywell e IBM.
Concesiones de agua a favor de Kimberly Clark
Título | Autoridad emisora | Volumen de extracción de aguas nacionales (m3/año) |
09QRO100304/26FMDL18 | Dirección General de Querétaro | 14,191,200 |
10VER130737/28FOOC15 | Dirección General del Organismo De Cuenca Golfo Centro | 10,640,140 |
06COA100129/24FMDL14 | Dirección Local Coahuila | 2,448,836 |
5MEX100824/26FMG | Dirección General Del Organismo De Cuenca Aguas Del Valle De México | 2,289,680 |
TLX100028 | Dirección Local Tlaxcala | 390,000 |
Total | 29,959,856 |
Fuente: Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)
Transferencias Conacyt a Kimberly Clark
Número de Proyecto | Convocatoria | Entidad del Proyecto | Monto de Apoyo |
110753 | 2009 | Ciudad de México | 26,473,851.00 |
112218 | 2009 | Ciudad de México | 9,526,149.00 |
200327 | 2013 | Tlaxcala | 3,494,809.00 |
Total | 39,494,809.00 |