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Lecciones de historia a la tecnocracia: Díaz apadrina a los monopolios

A de que en los primeros 6 meses de gobierno la persistencia en la aplicación del modelo neoliberal ha estacando la economía, ha desplomado la generación de empleo y empobrecido a millones de mexicanos con el alza de la canasta básica, la energía eléctrica, el gas doméstico y las gasolinas, los nuevos tecnócratas –como el actual secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray– insisten en alentar la reforma energética que, a su parecer, contribuirá a abaratar las tarifas eléctricas bajo el sofisma de que al existir una mayor participación de empresas privadas en el sector habrá mejores precios. Argumento similar al esgrimido para abrir las puertas de la privatización en Petróleos Mexicanos (Pemex).

¿Es inevitable la explotación de lutitas en México?

Dos recientes acontecimientos han modificado la situación actual y las perspectivas del shale gas/shale oil en México: 1) en marzo de este 2013, Petróleos Mexicanos (Pemex) realizó un nuevo descubrimiento aceitero y, 2) casi simultáneamente, en Chicontepec, a cientos de kilómetros, Pemex ha logrado “progresos” en las técnicas y los costos del fracking, los cuales examinaremos en esta nota y reflexionaremos también acerca de los nuevos desafíos que implican para el país.

La capacidad de los trabajadores petroleros mexicanos

México es un país que ha desarrollado gran capacidad para la producción y refinación petrolera. Las primeras refinerías datan del siglo XIX: en 1887 se refinaba petróleo en Villa Cecilia y en Pueblo Viejo, hoy Ciudad Madero, Tamaulipas.

La nueva refinería, en la lista de los buenos propósitos

Hace un par de semanas se aplicó en el país el quinto gasolinazo del año. Los precios de los combustibles siguen al alza provocando un efecto inflacionario en los productos de primera necesidad al incrementar los costos del transporte de las mercancías; en tanto, la nueva refinería prometida desde el sexenio pasado, planeada en el municipio de Tula, Hidalgo, sigue arrumbada en el desván de los buenos propósitos oficiales.

Industria petrolera: ¡México puede!

Desde que el papa Alejandro VI, mejor conocido como Rodrigo de Borja (o Borgia), le “donó” a los españoles nuestras tierras, en 1493, hemos sido sujetos del saqueo de nuestras riquezas. Nuestra tierra ha sido invadida y sus riquezas fueron a parar a manos de potentados extranjeros. Incluso en 1787, cuando se expidieron las Reales Ordenanzas para la Minería, en lo que ellos llamaron la Nueva España, determinaron que los “jugos de la tierra” pertenecían a la corona de España, es decir, al invasor extranjero. Durante el porfirismo esta situación continuó, ya que en 1906 la Cámara de Diputados aprobó una ley en la que se eximía a las compañías petroleras de cualquier pago de impuestos –a excepción del impuesto de timbre– si explotaban terrenos privados.

La reforma energética, a favor de trasnacionales

Como en el caso de la legalización que obtuvieron las arbitrarias subcontrataciones (outsourcing) al aprobarse la reforma laboral, de igual manera se busca que mediante la luz verde a la reforma energética en el Congreso de la Unión las empresas extranjeras reglamenten sus operaciones que ya realizan desde hace años al interior de Petróleos Mexicanos (Pemex), a pesar de estar prohibidas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Estados Unidos: las consecuencias del desdén al cambio climático

La mayoría de estadunidenses asegura que no existe el cambio climático y que las actividades humanas no representan afectaciones al medio ambiente. Las afirmaciones, dichas cómodamente desde automóviles de ocho cilindros o casas con decenas de focos, pronto podrían convertirse en un problema financiero. El gobierno de Obama no sabe cómo educar a su población sin que pierda popularidad ni se convierta en enemigo de los empresarios de los sectores agropecuario y energético. Mientras, Estados Unidos se mantiene como el mayor contaminador del planeta

La entrega de la fibra óptica de Luz y Fuerza del Centro y de la CFE

Los impulsores de la tendencia reformista que desde el Congreso de la Unión buscan desaparecer la función social del Estado, establecida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deben un cúmulo de explicaciones a todos los sectores sociales del país y pueden enfrentar responsabilidades legales por la adjudicación de valiosos bienes públicos con valor de varios miles de millones de pesos a favor de diversos monopolios, como aconteció con la fibra óptica de empresas del sector eléctrico. Casos concretos son Luz y Fuerza del Centro (LFC) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La marcha de la insensatez

Entre la demagogia que rezume a borbotones el proyecto (contra) reformador de Enrique Peña Nieto se escapan las verdades lacerantes que sus promotores y sus publicistas no logran dulcificar con los placebos de su retórica fatua, con el objeto de que la población las trague plácidamente. En su “conjura contra la nación”, siempre tratan de “engañarla con los mismos eufemismos y argumentos insostenibles”, como diría Manuel Bartlett.

Auditoría ciudadana ante la reforma energética

La anunciada intención de aprobar en el Congreso de la Unión la reforma energética, que permitiría abrir las puertas a la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex) debe de ser motivo de una compleja reflexión nacional, donde todos los sectores sociales participen y exijan que antes de cualquier modificación constitucional, los impulsores del proyecto expliquen bien y a todos los mexicanos las condiciones en que se han administrado nuestros recursos energéticos en los últimos sexenios.

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